Capítulo 7: Flashbacks, fracasos y un oficial que no sabía lo que le esperaba
DAVIAN
Lugar: En algún lugar del Sector Industrial
El aire estaba cargado de tensión. La caravana avanzaba por el camino polvoriento, escoltada por guardias mejorados genéticamente. Davian y compañía estaban estratégicamente posicionados a lo largo de la ruta del sector industrial que llevaba hacia las casas de las familias aristocráticas al noroeste de Ciudad Centra. Estaba escondido entre los escombros, sentía el peso de la responsabilidad en sus hombros. Sabía que no podía fallar.
—Recuerden el plan —susurró Aven, desde su posición—. Atacamos rápido, nos llevamos lo que necesitamos y nos vamos. Nada de heroísmos estúpidos.
—¿Heroísmos estúpidos? Eso es mi especialidad —dijo Loan, con una sonrisa nerviosa.
—Cállate, rubio —respondió Aven, con una mirada de que lamentaba el momento en que lo emparejaron con él.
Davian no dijo nada. Su mente estaba en otra parte, en esos flashbacks que lo atormentaban cada vez que se acercaba al peligro. Niños llorando, luces brillantes, gritos... y un dolor que no podía explicar. Pero no había tiempo para eso ahora. Tenían una misión.
El ataque comenzó con una explosión. Los rebeldes salieron de sus escondites, lanzándose contra los guardias con una ferocidad que sorprendió incluso a Davian. Él se unió a la lucha, moviéndose con una agilidad que no sabía que tenía.
Rebeldes contra guardias, el ruido de espadas y el sonido de la pelea era lo único que escuchaba Davian peleaba con un guardia cuando lo vio.
Loan estaba en problemas. Un guardia lo tenía acorralado, con una espada electrizada listo para golpearlo. Davian no lo pensó. Actuó por instinto.
Un destello azul brotó de sus manos, y una onda de energía golpeó al guardia, enviándolo, volando varios metros. Loan se quedó mirándolo, con los ojos tan grandes como platos.
—¡Muévete! —gritó Davian, pero el esfuerzo lo dejó débil. Su voz se perdió entre el ruido de la pelea, pero Loan capto el mensaje porque se movió y Aven se lanzó y atravesó al guardia con una de sus espadas. Su cabeza explotó en dolor, y las imágenes regresaron con fuerza. Un laboratorio, científicos, gritos... y un niño llorando. Él era ese niño.
—Davian, ¡muévete! —gritó Medora, tirando de él hacia un lado justo cuando un disparo pasó rozando su cabeza.
Davian se recuperó lo suficiente para seguir luchando, pero el dolor en su cabeza no cesaba. Sabía que no podía seguir así por mucho tiempo.
AVEN
Un héroe con poderes mágicos y amnesia
Aven observaba la escena con una mezcla de impresión y exasperación. Davian acababa de salvar al rubio usando sus poderes, algo que Aven no había visto venir. Era impresionante, sí, pero también imprudente. Ahora el chico estaba débil, y eso los ponía a todos en peligro.
—¡Retirada! —gritó Aven, señalando hacia los túneles cercanos—. ¡Ya tenemos lo que necesitamos! Jasver, Danika asegúrense que no quede ningún guardia con vida. Ketham, Rayne tomen la retaguardia, Odessa, Ishaan abran el camino aseguren el túnel.
El grupo obedeció, realizando sus encargos de forma practicada. Aven se aseguró de que Davian y Loan estuvieran a salvo antes de seguirlos. No podía permitir que esos idiotas murieran, al menos no todavía.
—¡Libre! —le informa Odessa —túneles del norte y el sur —dice la muchacha pelirroja mientras revisa si ya viene el resto del grupo. Aunque Aven sabe que esta mas interesada en la otra muchacha de su grupo.
—Todos muertos —le informa Jasver que entra junto al resto. —Al menos no hay ningún testigo que pueda delatarnos. —continua mientras carga una caja de armas con la ayuda de Ketham.
—Tenemos dos cajas, par armar a unos treinta rebeldes y municiones para las ocho pistolas que tenemos—deduce Ishaan revisando el objetivo de su misión.
—Además— se une Danika a la platica mientras abraza a Odessa—Ten—le ofrece un sobre—se supone que contiene la información que querías.
—Buen trabajo—Aven, observa a todos, se volvió hacia Davian —Bueno, eso fue... interesante —dijo, con una sonrisa sarcástica—. ¿Quieres explicarme qué demonios acaba de pasar allá arriba?
Davian se frotó la cabeza, todavía recuperándose.
—No lo sé... fue como si mi cuerpo actuara solo —respondió, con voz débil.
—Genial. Un héroe con poderes mágicos y amnesia. Justo lo que necesitábamos —señala Aven, con un suspiro—. Pero bueno, al menos no nos mataron. Eso cuenta como una victoria, ¿no?
Loan sonrió, pero Medora no parecía tan convencida.
—Tenemos que ser más cuidadosos. A Loan y a Ketham casi los matan —dijo ella, con firmeza—. No podemos permitirnos errores, aparte empezaran a sospechar ataques contra los guardias y más si los matamos.
—Sí, gracias, capitán obviedad —responde con una mirada burlona—. Pero por ahora, están dentro. Bienvenidos al club de los rebeldes. No hay camisetas.