(OCTUBRE 16, 2018, ISLA DE MIKONOS, GRECIA.)
(Ahmanet)
Hace ya dos semanas que estamos en Mikonos, he tenido noticias de la ONU, aceptarón mis exigencias tal y como ya sabia, dejarían los acurdos de Sokovia, pero con mis exigencias los eliminaron totalmente, los vengadores estarán bajo mi vigilancia y tratare de evitar daños a inocentes. Los fondos para la reparación de daños será otorgado por todos los países, eso aparte de la fundación Stark.
Los vengadores volverán a la batalla, hay que reclutar a más héroes, pero eso ya se vera.
No me he sentido muy bien y me siento cansada, así que llamo a mi madre Isis.
-Isis, madre ven te necesito!- le pido y veo como una luz intensa entra por la ventana y la veo aparecer.
-que sucede hija, que necesitas?
-No me he sentido bien y temo estar enferma por Thýa, ella me necesita.
-Dejame llamar a Sejmeth ella es la Diosa de la Medicina.-
-Sejmeth ven te necesitamos.- casi de inmediato esta se aparece.
-Me llamaste Isis?
-Si nuestra hija esta enferma, podriás atenderla?
-Ven hija deja que te examine..- me dice Sejmeth haciéndome recostar en la cama. Tras un rato examinándome Sejmeth sentencio.
-Es una enfermedad que puedo tratar y que en poco menos de seis meses se curara.
-Que quieres decir Sejmeth?- pregunto Isis
-Que nuestra hija nos dara otro nieto, hija tu marido, el héroe del universo te dejo un hermoso regalo antes de partir, tienes poco más de tres meses de gestación.
-Estas segura madre?
-No podría equivocarme pequeña.- me responde y veo a mi madre Isis acercarse y poner su mano en mi vientre.
-MMM tienes razón Sejmeth, debi darme cuenta con solo estar cerca, el bebe que crece dentro de ella es muy fuerte, digno hijo de un héroe como él.
-Podría ser su alma reencarnada? – Pregunta Sejmeth
-No madre, su alma no llego al sendero de las almas, se perdió en el camino y se fue al olvido, él no renacerá. Mi hijo fue enjendrado el día de su cumpleaños, fue la ultima vez que compartimos nuestra lecho.
-Lamentamos saber eso Ahmanet, pero te dejo parte de él y por ellos debes sobreponerte.- dijo Isis.
-Lo se madre, por eso he tomado varias desiciones.
-Bien, llama si nos necesitas y cuídate.- dice Isis antes de irse junto con Sejmeth
Salgo a la terraza de mi habitación y veo el mar, ese mar que disfrutamos juntos en nuestra corta luna de miel. Anubis se acerca a mi y me dice.
-Hermana y señora mía perdóname, debi entregartela mucho antes.- y tiende para mi un sobre en el veo mi nombre, reconozco su letra perfectamente.
*Carta de Steve a Ahmanet
“Querida Ahmanet
Quiero que sepas que aunque hoy no este contigo físicamente, estaré siempre a tú lado, no te dejare nunca, pues mi amor te seguirá hasta el final de los tiempos.
Cuando nací, era muy enfermizo, pero aun así luche con la ayuda de mi madre y sobreviví más allá de lo esperado por los médicos. Cuando crecí seguía siendo enfermizo y frágil pero aun así enfrentaba a los abusivos, no me rendía fácilmente, después vino la guerra y tras muchos tropiezos pude unirme al ejército y ayudar a luchar contra el tirano, esa oportunidad me la dio el Doctor Helnski con su suero, aunque al principio era más un payaso de circo que ayudaba a recaudar fondos para la guerra que un verdadero soldado. El suero experimental del Doctor Helnski, me permitió ayudar en la guerra, pero más que mi velocidad, mi fuerza o mi metabolismo acelerado, lo que agradezco al Doctor, fue el darme una oportunidad; bueno en realidad fueron dos, té preguntaras que oportunidades fueron esas?, es muy simple.
Antes del experimento yo era invisible para las mujeres y tras este, durante la guerra me enamore de una buena y bella mujer, Margaret (Peggy) Carter, debo decirte que ella murió poco antes de los incidentes que llevaron al final de los vengadores; ella tras darme por muerto, tuvo una buena vida, y cuando desperté y supe que seguía viva, fue la única amiga que tuve, que sabía quién era yo realmente. Ese amor que le tuve, se transformó en cariño y me dolió mucho su muerte, si recuerdas te lleve a conocerla, cuando ya estaba tan enferma que a veces si me reconocía o me recordaba.
La segunda oportunidad que me dio el Doctor, fue conocerte, pues gracias al suero, llegue hasta donde estoy hoy, a pocos días de casarme contigo, sabiendo que llevas en tu vientre a mi hija.
Editado: 07.05.2020