"Los Vengadores y la hija de los dioses" Primera temporada

CAPITULO 70 “Un baile,  por el cumpleaños pospuesto.” (Primera parte)

(Julio 24, 2013, Venecia, Italia.)

(Ahmanet)

 

            Algo me despierta, cuando volteo es María quien me habla.

-signorina, su baño está listo, debe prepararse para la cena.

-grazie María.

 

            Me levanto y voy al cuarto de baño, me desnudo y me sumerjo en el agua caliente de la tina de baño, María la ha preparado con sales y aceites de gardenias, tal y como me gusta.

 

            Cuando salgo sobre una pequeña banca de madera mi ropa interior, es un conjunto de seda color plata o gris claro que me regalara Pepper, seco mi cuerpo y me pongo la ropa interior, así como mi bata de baño de seda.

 

            Salgo del baño y veo a María que tiene listo mi vestido, una réplica exacta del usado por Audrey Hepburn en mi bella dama, así como las zapatillas bordadas en cristales y las medias de seda color gris.

 

            Voy al diván a los pies de mi cama y María me da las medias las cuales me pongo poco a poco y con delicadeza, para después ir a mi tocador, para maquillarme y peinarme. María se encarga de peinarme, me hace un peinado alto, simple y muy bello, María trae mis zapatillas y me las pongo, tras lo cual voy junto a la cama y me quito la bata que llevo puesta, mientras María me trae el vestido, y me ayuda a ponérmelo, faltan veinte minutos para las nueve, así que ya estoy lista, pero no quiero salir antes que los demás; por lo que decido bajar hasta las nueve en punto.

 

            Escucho que llaman a la puerta y María va a abrir y veo que quien entra es Mauritzio, el me ve y sonríe.

-Bella, Bellizima Princhipezza, he sacado algo de la caja fuerte para ti esta noche, algo digno de una princesa como tú.

-Mauritzio, eres un amor. –le digo cuando se acerca y pone frente a i un estuche grande de joyería, al abrirlo encuentro un aderezo de diamantes magnifico y muy antiguo.

 

            María se acerca y Mauritzio le da la pequeña tiara que María procede a colocar en mi cabeza, una vez hecho, Mauritzio me da los pendientes, los cuales me pongo, luego procede a ponerme el mismo los dos brazaletes, para después darme el anillo del juego; el cual pongo en mi mano derecha; por ultimo Mauritzio toma el collar y se coloca detrás de mí para colocarlo alrededor de mi cuello.

-este aderezo, era de la madre de mi bisabuela, una verdadera dama veneciana, fuerte, inteligente y con carácter, tú me haces pensar en ella cariño y verte vestida así y llevando estas joyas, será como hacerla vivir entre estos muros nuevamente.

-lo cuidare bien y una vez terminado todo, lo guardare bajo llave, para que puedas ponerlo en la caja fuerte nuevamente mañana.

-no te preocupes querida, en tus manos estará seguro, ahora me voy, que debo recibir a los invitados, tú debes ser la última en entrar al salón, te enviare llamar. María este atenta al aviso de Giacomo.

-si signore Vitelli.

 

            A las nueve en punto, salgo de mi habitación, pues ya todos los invitados a la cena están en el salón, bajo escoltada por Anubis que fue cepillado por María, al llegar a las puertas del salón, Giacomo me anuncia.

-La honorable signorina Ahmanet Pequeña Nube Prince Goodnees, señoría.

 

            Todos los presentes se vuelven para verme, Mauritzio viene hacia mí y me da el brazo y me conduce al centro del salón, a un sillón de alto respaldo de color rojo, a lado del cual se encuentran mis amigos a lado de sus hijos.

 

            Cuando tomo asiento en el sillón del salón veo acercarse a Federicco Spada, un noble de la antigua familia de príncipes.

-Estimada signorina, está usted deslumbrante esta noche, me concederá el honor de bailar una pieza esta noche, verdad?

-Grazie Sire Spada, es usted muy amable, claro que le concederé una pieza esta noche.

-solo digo la obvia verdad, bella dama. – dice dándome un beso en la mano, antes de retirarse, pues más personas desean saludar.

-bella signorina, es usted magnifica, ya se le extrañaba, la ciudad eterna se ve triste sin el adorno de su aclamada belleza, me concederá un baile esta noche? – dice acercándose y besándome la mano el último de los príncipes Sforza, Giovanni Sforza.

-alteza, es usted muy galante en verdad, claro que le concederé un baile esta noche. – le respondo.

-Nada de eso dulce princesa, la belleza de esta antigua ciudad palidece ante la de su persona y por favor llámame Giovanni, querida Ahmanet.

-Alteza Giovanni Sforza, no podría tratarlo como un igual, ya que yo soy una simple gentil, mientras que usted es el último de la prestigiosa, antigua y noble familia Sforza.- le respondo.



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En el texto hay: poderes, capitanamerica, vengadores

Editado: 07.09.2020

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