Cap. 50 "Investigando sola y moviendo el avispero."

(Julio 13, 2013, Washington, D.C.)

(Ahmanet)

Para esa misma noche, me decido a entrar a la casa de un empresario, reviso su mente y veo algunos datos de HYDRA, por lo que voy a su despacho en la planta baja de su casa y abro la caja fuerte, y tomo un par de carpetas que según vi en su mente, son importantes para HYDRA, abro su computadora, ya que tengo su clave y copio todo el disco duro de la misma, voy a su empresa que resulta ser una constructora, y en su oficina tiene otra computadora y otra caja fuerte.

Copio nuevamente el disco duro de la computadora y tomo de la caja fuerte una caja pequeña con el símbolo de HYDRA, al terminar con esto, nos vamos, regresando a la cueva.

Paso la información de las dos computadoras por varios filtros y así evitar algún programa que delate mi ubicación.

Abro la caja, que tomara de la caja fuerte de su oficina y lo que encuentro dentro es un disco duro externo de diez terabytes, lo conecto a mi laptop y pongo a correr los filtros, dejo todo funcionando y salgo tras el segundo objetivo, es un político, para ser exactos un congresista del estado de Florida, así que Anubis y yo nos movemos.

Gracias a que investigue perfectamente a mis objetivos, se lo que debo hacer, al llegar frente a la propiedad del Congresista veo que hay una fiesta, pasa de media noche ya y aparezco en los jardines, para después caminar hacia la casa.

Hago que me vean diferente, adulta y muy elegante, en un momento le doy la mano al congresista y leo su mente, se lo que quiero y donde encontrarlo, tanto en su casa como en la de su amante y en su oficina, veo otra cosa en su mente pero no entendí que era eso, debo ordenar las ideas de los que extraje de su mente. Por lo que circulo por la fiesta por un rato, salgo a los jardines y me desvanezco, voy a la casa de su amante, quien para mi suerte está de viaje; como esperaba, en el despacho del congresista hay una computadora y un archivero con llave, hago lo de siempre con los archivos y la computadora, reviso un poco más y encuentro en su computadora información de algunas partidas financieras, dinero del gobierno que está siendo desviado a cuentas fantasmas y que terminan en una cuenta numerada a nombre de la amante del congresista, Susana Marx y de la cual solo él conoce su existencia.

También encontré en la caja fuerte unas joyas, las que se me hacen conocidas, por lo que debo pensar en donde las he visto, las observo por algunos minutos y descubro que son reales y muy costosas, busco en mi mente con más ahínco lo que se de estas joyas.

Segundos después lo recuerdo todo, estas joyas forman parte de una colección mucho mayor, que era propiedad de una dama de antigua fortuna, viuda y sola al perder a su hijo, nuera y nietos, en un lamentable accidente aéreo, dejo toda su fortuna a sus dos perros de raza y a la descendencia de estos, estipulando los salarios para sus sirvientes, a quienes heredo pequeñas cantidades; y si mal no recuerdo todo estaba bajo el manejo de quien fuera el abogado de la dama antes de morir a quien nombro fideicomisario, y ese joven abogado no es otro que el congresista

Supuestamente las joyas, están expuestas en la mansión así como todas las obras de arte, cristalería, platería y el resto de las antigüedades que durante su vida coleccionara la dama.

Al descubrir que este maldito no solo es un traidor, sino también un ladrón, comienzo a buscar información sobre el fideicomiso y encuentro documentos en los que descubro que más de la mitad de la fortuna de la dama ha sido transferida y a su nombre.

De igual forma ha estado saqueando las antigüedades y obras de arte, traspasándolas a su propiedad. De seguir así, en solo un par de años será propietario de todo lo que la antigua dama heredada a sus perros.

Tomo los documentos originales y las joyas y haciéndome pasar por su amante, llamo al FBI, y les hago entrega de todo, aduciendo que encontré esos documentos en el despacho de mi novio y que reconocí las joyas, por haber visitado la exposición en la casa, y que tras leer los documentos decidí llamarlos, pues yo no quería estar involucrada. Esto será un gran escándalo, y acabara con la carrera política del congresista.

Deje a los del FBI en la casa, les hice ver que dejaba la casa, que no quería saber nada más de él, quien a pesar de ser casado y por lo tanto inmoral, le creí al menos un hombre honesto, y decente, no un hombre corrupto y un ladrón.