(Julio 11, 2013, Nueva York, N.Y.)
(Ahmanet)
Como Happy se quedaría nos llevaría otro chofer, precisamente en que nos había traído del aeropuerto y nos fuimos en la limusina. Para mi sorpresa, Pepper no se quedó en el auto, ni tampoco Natasha, mucho menos Anubis, sino que me siguieron a mi oficina en donde la que supuestamente era mi asistente me dice.
-Todos sus clientes han llegado, como no cabían en su oficina los lleve a la sala de juntas grande, les he atendido como he podido, pero el Señor Jensen está muy molesto, porque no le aviso que los clientes habían sido convocados.
-no te preocupes, y gracias por tu ayuda.
-Está en problemas Señorita Prince, lo pregunto porque han venido los de la Comisión y también la policía.
-no es nada, Sandra lo arreglare en un minuto, pero será mejor que me sigas. – voy a mi oficina y veo que todos los documento y la computadora no están.
-perdón Señorita Prince pero los de la Comisión se llevaron la computadora. – me dice la asistente. Me siento y saco de mi portafolios un talonario de cheques y hago uno por diez mil dólares. Lo firmo y se lo doy.
-toma tus cosas y vete, no vuelvas más por aquí, tratare de abrir mi propia oficina y te llamare si puedo.
-Toma mi tarjeta, preséntate en recursos humanos y di que yo te envié, que te busquen un lugar. – interviene Pepper. Dándole una tarjeta firmada por ella con una nota atrás que pone “asígnenle un puesto de trabajo secretarial”
-Porque la despediste? – me pregunta Nat sorprendida
-porque no creo que Jensen & Smith Financial, sobreviva más de seis meses después del escándalo. – le respondo y meto mi chequera al portafolios y salgo de la que fuera mi oficina.
Entro en la sala de juntas grande con Anubis a mi lado, seguida de Natasha y de Pepper, esta última muy conocida claro está. Y todos los presentes se quedan callados y me observan. Al fondo de la sala está el señor Smith, socio de la firma hablando con uno de mis mayores clientes.
-esta mañana les he llamado a todos para enterarles de los problemas que hemos estado teniendo con sus cuentas, desde que me contrataron en Jensen & Smith Financial he tratado de ser lo más asertiva posible en mis movimientos, y como bien saben algunos yo no me la paso aquí encerrada en estas oficinas, trabajo desde casa y viajo mucho a fin de proporcionarles a ustedes, mis clientes las mejores inversiones con las mejores ganancias posibles por… - me vi interrumpida por la entrada del señor Jensen a quien seguían unos Hombres de traje y también unos uniformados.
-usted ha estado cometiendo fraudes y por eso será arrestada en este momento. – grito Tobías Jensen.
-un momento. – Aquí se cometieron fraudes pero no fue Ahmanet Prince quien los cometió, y tenemos pruebas de ello, por lo que dejaran que Ahmanet termine de hablar del porque nos encontramos todos aquí; así que siéntense todos y escuchen. – interviene Pepper molesta. La veo tomar el teléfono y hacer una llamada mientras salía de la sala.
-por favor señorita Prince continúe lo que decía – me dice Gustav Petrov
-como decía cuando fui interrumpida. Siempre he tratado de investigar todo lo posible antes de ofrecerles una inversión riesgosa, y es por eso que viajo mucho. Todos ustedes habían recibido informes por medio del correo electrónico y por servicio postal de los movimientos y ganancias o pérdidas de sus respectivas cuentas. Por desgracia yo no era la única que podía mover los fondos de sus cuentas, por lo que mantenía una constante vigilancia de sus cuentas, descubriendo que se realizaban transacciones no autorizadas por ustedes ni por mí; por lo que me di a la tarea de revisar las transacciones, si estas no eran riesgosas y producían un mínimo de ganancia las dejaba, pero si constituían un riesgo de pérdida; daba marcha atrás inmediatamente. Por desgracia hace unos días estando en Washington caí enferma de gravedad, una bronconeumonía muy fuerte, que me tuvo en cama inconsciente y con fiebre toda una semana. El caso es que lo primero que hice al permitirme los doctores trabajar fue revisar sus cuentas para ver los movimientos que hay y descubro que se han perdido cientos de miles de dólares de sus cuentas en movimientos que yo no realice, pues estaba por decirlo fácil, en coma.
-toda la historia es muy triste pero la responsable de las cuentas y por lo tanto de las perdidas es usted señorita Prince. – dice Tobías Jensen
-yo creo que no, si bien me asignaron las cuentas, también se le dio acceso a más personal, y fue dicha persona, la que cometió los errores que han producido las perdidas. He realizado un seguimiento para saber de qué terminal o clave salieron las órdenes para dichas transacciones y no me sorprende en lo absoluto de sea su clave de autorización la que se usa, Señor Jensen, dado que cuando descubrió que Ahmanet Prince era una mujer y por demás muy joven, se molestó mucho e intento correrme, pero para su desgracias los cinco dueños de las cuentas que me asignaron, me recomendaron y en poco tiempo tenía más clientes, lo que beneficiaba a la empresa. Usted le dio autorización a su hijo Mathias y a su sobrino Joseph para realizar transacciones no autorizadas, si había ganancias las comisiones eran de ellos, pero si había pérdidas la responsabilidad seria mía. Pero lo que olvido es que como niña genio de las finanzas, también soy una magnifica programadora por lo que cada cuenta estaba programada para informarme de los movimientos hechos, y por quien. Dado que cada transacción debe ser autorizada por el analista. Con su número clave. Por cierto mi clave, yo la cambie, por eso tuvieron problemas para acceder a las cuentas seguras donde están las ganancias de mis clientes, como también para hacer efectivos los seguros contra perdidas que me asegure de obtener para cada cuenta. Fue ahí su error, el tratar de cubrir sus fraudes con mi trabajo. Señores a todos ustedes les llame para informarles lo que pasaba, y también les envié un expediente bastante extenso con las pruebas de todo por si desean demandar a Jensen & Smith Financial, claro que esta empresa puede pactar el restituir las perdidas y evitar demandas, pero no el que yo presente una queja por corrupción, negligencia, abuso de poder y nepotismo y que entregue una copia de todas las pruebas a la Comisión. – dicho esto abro mi portafolios y saco un pen drive y lo pongo en la mesa junto a una carpeta.