Los verdaderos monstruos: ellos vienen.

Capítulo 4: Aún somos niños

Habían estado caminando por alrededor de tres horas o quizás más, es difícil decirlo cuando no se usan relojes, pero se podía más o menos presumir por la posición actual de sol. En este pequeño lapso de tiempo las cosas estuvieron bastante bien; aunque Hector no paraba de quejarse de todo y por todo, estaba levemente amortiguado gracias a Emmanuel y David que parecían estar atentos a que el muchacho no se pusiera demasiado denso o causara demasiado revuelo que atrajera atención indeseada. Selena, por otro lado, estaba pegada a él, lo que limitaba su movimiento y lo irritaba a cada segundo; Laura había intentado, muy insistentemente, en que ella se separara y viajara a su par, pero la niña estaba renuente abandonar la protección que su líder podría otorgarle. Las cosas podrían ser peores, sabía, pero también mejores. Había aprendido de los errores del día anterior, todos lo hacían cuando el moreno era un constante recordatorio al hacer muecas de dolor por la herida recibida al reír o tener que moverse para ocultarse en algunos lugares específicos. Había, indiscutiblemente, una atmosfera sofocante entre temor y culpa que los agobiaba.

Las cosas en el mundo no estaban tan tranquilas, aunque podría parecer lo contrario. En este lapso de tiempo debieron de ocultarse de una manada de canimut, luchar contra un chipmut (esta criatura era una ardilla mutada, que no tiene un gran tamaño (podría asemejarse a un gato doméstico gordo y particularmente grande) pero que poseía unos frontales bastante dañinos y una necesidad casi robótica de masticar todo lo que se cruzara frente a este; la dificultad de luchar contra estos era que al ser pequeños son escurridizos y podían volar) y adentrarse a lo que se podría considerar una selva (plantas mutadas que crecieron sin que nada las detuviese abarcando gran parte del vecindario que tenían que cruzar). Este último lugar es donde se encuentran actualmente cruzando, mientras que David no había puesto ninguna traba o queja real ante las elecciones del líder, en este momento no pudo aguantar su argumento. Era difícil comprender cómo pensaba el muchacho, pero nadie se puso a intentar hacerlo dado que lo preferían tan extraño como era. Él literalmente y citamos dijo: “hay tanta humedad aquí que mi cabello está electrificado, te culpo, Martin, por parecerme a una escoba de paja”. Aunque su propio argumento siguió un rato más mientras tocaba su cabello y se comparaba con otros elementos semejantes, nadie se atrevió a discutir o corregir sus palabras, demasiados absortos por la espontaneidad y hasta narcisismo de este. Esto produjo un momento para liberar algo de tensión, mientras reían y el mismo Emmanuel le daba un codazo a David recordándole que no fuera gracioso, ya que le dolía reír, pero sin parar de hacerlo. Casi, por milagros de este mundo extraño, podrían parecer jóvenes adultos normales en una simple excursión. Desgraciadamente no lo eran.

Hector rompió la atmosfera mientras, intentando ser aceptado por el grupo o mismo tener el mismo valor que David, tomaba una de las plantas cercanas para hacer algún acto divertido (que nadie comprendió por qué o cómo se le ocurrió siquiera pensar en hacerlo). Las risas se cortaron tan abruptamente que parecieron jamás existir, mientras Martin se lanzaba sobre el muchacho en espera de alejarlo de la mutada planta carnívora que este parecía interesado en usar como sombrero. Laura contuvo su aliento, sin poder reaccionar lo suficientemente rápido para tomar su arma y hacer algo; todos se movieron, tan lento que parecería una mala película de acción, pero tan rápido que sus cerebros realmente no llegaron asimilar que debían de hacer. La planta no dudó un instante, mientras sus hojas se separaban, las espinas puntiagudas que conformaban sus “dientes” se abrían paso y en un parpadeo contenían la cabeza del joven. El muchacho gritó amortiguadamente dentro de la mandíbula de esta, mientras sus manos y piernas se agitaban discordantes; Martin tomó su cuchillo de caza y comenzó a intentar cortar el gran tallo que podría conformar el “cuello” del mutante. El tiempo era demasiado lento, mientras la misma Laura se acercaba a socorrerlo en el intento de cortar tan rápido como pudieran y Emmanuel junto a David intentaban sostener el cuerpo casi convulsionante del chico. Fueron segundos eternos hasta que la última fibra que unía la cabeza con el resto del cuerpo de carnimut al fin se separaba. Y en un acto de un parpadeo ambos cuerpos cayeron inertes en el suelo.

— ¿Él…? —, la voz de Selena los sacó del pequeño trance al que ingresaron al ver ambos cuerpos inmóviles en el suelo; dudosa y con un “está muerto” aún en la punta de su lengua. Martin, tercamente, negó con su rostro y haciendo señas mudas, con ayuda de David abrieron las mandíbulas de la planta. Aunque la cabeza de Hector no fue arrancada y las marcas de las espinas -que parecían dientes sobre la piel- comenzaba a sangrar, no hubo movimiento de este. Contuvieron su propio aliento, mientras la mano temblorosa del líder se acercaba a buscar el pulso del caído, temeroso de saber la verdad de lo sucedido. Su extremidad, fría y húmeda, se posó sobre el cuello y cuando su piel rozó la ajena este se agitó violentamente, respirando y jadeando. Hubo una risa nerviosa colectiva que no pudieron reprimir.

— Rápido, Selena, las vendas —, instruyó el líder, notando que la sangre fluía cada vez con más rapidez y que, si bien no había muerto aún, cabía una gran posibilidad si lo dejaban desangrarse. Con torpeza ella comenzó a rebuscar en su mochila, tardando demasiado, y fue la misma Laura que impaciente la sacó del medio y consiguió ella misma el elemento deseado. Comenzó el trabajo de parchear, acostumbrada por curar a David cuando se ponía muy físico con Emmanuel (y siempre perdía, irónicamente). Aunque pronto la recubrieron, la sangre se filtraba con rapidez y no parecía tener muchas intenciones de cesar, siseando bajo y maldiciendo, el equipo sopesó sus posibilidades hasta que la voz de la médica en entrenamiento salió dudosa.



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En el texto hay: apocalipsis, monstruos, drama

Editado: 21.06.2021

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