Me gustaría llegar un día con todas las canciones que los bohemios de los callejones nunca escribieron, y regalarte un siglo de latidos en un poema.
Me gustaría ser todo lo que te baste para estar tranquilo y sonreír; me gustaría tocarte y volverte un óleo, una acuarela o una utopía; tocarte y que al instante te conviertas en una sublime forma de arte.
Me gustaría que sintieras en los ojos el polvo de estrellas que me sale de las cicatrices y me gustaría, me gustaría que me quisieras tanto o igual como lo estoy haciendo en éste momento.