Él es la persona más común.
No es muy guapo.
No tiene la sonrisa más encantadora ni el rostro más reluciente pero...
Es mil veces más que eso.
Es el más amable y tiene los más adorables gestos.
Es el más sosegante y el más risueño.
Él es así, noble y bondadoso; atontado.
A veces serio, a veces el más payaso y con eso basta.
Con su humor, con su sencillez, con su luz puede sacarme mis mayores sonrisas.
Y con esas ganas que tiene de hacer reír al mundo es feliz.