-Esa mañana desperté tirado en la cama con un dolor de cabeza inmenso -empezó el viejo-
-Para mí que era resaca- dijo entre risas Alejandro-
-No, no, el borrachín es aquel -dijo Mateo señalando al otro abuelo. Generando una risa de Federica que los escuchaba atentamente-
-¿Te crees muy gracioso Mat?-dijo Luke con una sonrisa escuchando su historia-
Cómo iba contando, ese día desperté tirado en la cama con un gran dolor de cabeza. La cicatriz de mi antebrazo había desaparecido, pero aún me dolía un poco.
-¿Cómo te encuentras onii?-preguntó la tierna Nai al acercarse a mi cama-
-¿Qué paso ayer?-dije confundido- Recuerdo que vencí en el torneo y después... nada.
-Te desmayaste, pero tranquilo sé medicina -aseguro Ako quién recien entraba a la cueva de los lamentos-
-¡Eyyy! -exaclamó en moreno- Hasta que despiertas M -dijo Luke mientras jugaba al pool-
-Nai, Luke, necesito que traigan esto del mercado, yo cuidare a M-dijo Ako mientras les daba una lista-
-Ok señorita -dijo Nai-
-Tssss venís a mi casa, me pedís quedarte a solas, con una cama con mi amigo, no sé -suspiró el chupa sangre- Algo anda mal -dijo el vampiro molestando a Ako-
-Ehhh, estoooo, yooo, emmm... -se sonrojo un poco mi ex-contricante- Solo vine por el bien de M, y estoy para ayudarlo, así que si quieres verlo morir, podes irte y dejarlo sin asistencia médica -dijo la diosa fastidiada-
-Nininini -rió un poco el moreno chupa sangre- Solo no me pinten de blanco las sábanas~ -dijo mientras se iba junto a Nai para cumplir con el encargo que le hiso mi amiga-
Ambos partieron a paso apresurado hacia el pueblo para cumplir con la lista de Ako.
Me levanté la manga izquierda y ako me empezó a revisar-
-Por favor, dime que no te mordió- dijo ella preocupada-
-El desgraciado casi me arranca el brazo con los dientes -le dije en un tono algo irónico-
-No sé como amortiguar la noticia -empezó- Asi que seré directa, te vas a convertir en licántropo siempre que te dé la luz de la luna.
-¿No era solo en luna llena? -pregunté medio alarmado-
-Esta es la vida real genio -dijo ako muy seria-
-Ok... Tengo que aprender a controlarlo -le dije mientras me levantaba de mi cama-
-Yo puedo ayudarte con eso si quieres -dijo Ako-
-¿Cómo? -pregunté-
-LUNARIOM -recitó y me lanzó luz de la luna, a lo que empecé a sentir el cambio en mi cuerpo-
Mi estatura crecía, había pasado de un metro setenta y cinco a casi dos metros. Mi cuerpo se empezo a llenar de pelos y mis músculos crecían. Mi mandíbula se deformo y ahora era más canina.
-¿Cómo te sientes M? -me preguntó la semidiosa-
Intenté responder pero no lograba controlar mi cuerpo. Podía ver a través de mis ojos pero mi cuerpo se movia plenamente por instinto.
Salí de la cueva bruscamente y corrí al bosque, escuchaba los gritos de Ako a lo lejos. Al alejarme más sentí un aroma muy peculiar, era un venado, mi cuerpo siguió ese edor hasta ver a su presa a lo lejos. Un hilo de saliba caía suavemente al clavar mi mirada en el pequeño animal que podía divisar a la distancia. Me deslizaba suavemente entre las hierbas entre verde y otras más amarillentas acercándome al rumiante. El pobre estaba tomando una pequeña comida separado de du manada.
-Un terrible error -escuché una voz en mi cabeza-
-¿Q-quién dijo eso? -dije algo asustado-
-Tú no me hagas caso, mientras estés en esta forma, quien da las ordenes... SOY YO -la voz era ronca, algo siniestra y muy atemorizante-
-MUEREE -gritó finalmente dentro de mi cabeza y sin más palabra se avalanzo a cuatro patas sobre el pobre hervivoro-
Lo enganchó por la retaguardia y logró clavarles en la garganta todos sus afilados y duros dientes. La presa se retorcía de dolor hasta que al final cayó rendida a la fría tierra del claro en el bosque. Al verlo caer ví cómo mis garras abrían su torax y empezaba a comer cada organo y cada pedaso de carne del venado.
-¿No sería mejor cocinarlo?... PEDASO DE ANIMAL, ESO NO SE COME -le decia a la voz-
-Talvez para un débil humano, pero ahora eres un poderoso licántropo, esto es sano para ti.
Al terminar su comida mi cuerpo volvió para la cueva de los lamentos y entró destrozando la puerta.
-M, relajate, puedes controlarlo -suplicaba Ako al ver mi imponente figura acercándose lentamente hacia ella-
-Qué bueno -dijo con su siniestra voz cararcterística- Ya tenia ganas de postre.
-QUE NI SE TE OCURRA MALDITO -le grité y traté de tomar el control de mi cuerpo, pero no pude.
Avanzó lentamente hacia ella sacando sus garras que crecían de la punta de sus dedos. Con cada paso que el avanzaba Ako temía lo peor. Al estar a solo unos pocos pasos la tomó de la camisa y levantó su brazo derecho de forma muy amenazante. Ya me temía lo peor.
Pero en ese momento siento una punzada en mi espalda. Era Luke, con uno de sus krambit, me había apuñalado en la espalda. Lentemente sentía cómo la perdida de sangre me hacía perder el conocimiento hasta que cai desmayado.