El Joven Bubba sintió un hondo pesar cuando se separó del señor Rashad, la señora Ghoneim y sus pequeños hermanitos; fue un largo proceso que tardó mucho tiempo superar y que aun así siempre tuvo que convivir con el cargo de conciencia por abandonarlos, pero era un camino que debía tomar y un destino que cumplir para un espíritu elegido por la deidad.
El solitario viajero recorrió varios lugares hasta llegar a Asia, allí conoció muchos pueblos y culturas donde en cada una fue aprendiendo nuevas experiencias prosperando su fama debido a que su nivel de carisma y sabiduría le hizo acreedor del cariño de la gente. Su largo viaje duró varios años pasando parte de la adolescencia ayudando a incontables personas haciendo que su notoriedad de nuevo mesías se extendiera por todo el continente, a tal punto que no pocos consideraban a Bubba como un emergente líder y una sólida esperanza para la Neotierra.
Pero, no fue hasta que llegó a la mayoría de edad durante una travesía por el Asia meridional que lo condujo a Nepal, cuando una noche mientras pernoctaba cerca de los montes Himalaya, un enigmático hombre encapuchado de blanco, de cabello dorado, rostro iluminado y de un aura misteriosa, se acercó al joven Bubba quien yacía tras una larga caminata.
—Duro ha sido el camino y penoso es el sacrificio que has hecho para el incipiente destino que aún espera, pero te acercas a tu primera etapa del gran entrenamiento.
—¿Xeron, eres tú? —preguntó Bubba medio somnoliento.
—No, él te esperará hasta cuando hayas evolucionado lo suficiente, ahora yo te guiaré mostrándote el camino que debes seguir. Yo seré parte de tu segunda etapa, pero por ahora conocerás a un legendario maestro quien te preparará lo suficiente, así como lo hicieron hace miles de años atrás con el primer mesías de la humanidad.
—¿Y quién eres tú? ¿Quién es esa persona que se dice ser un legendario maestro?
—No desesperes haciendo preguntas vanas, que todo tendrá respuesta a su debido tiempo. Espera hasta cuando cante el primer gallo al alba y luego sigue al místico animal que te guiará hacia él.
Bubba medio confundido y sonámbulo, se percató que todo había sido un extraño sueño, encontrándose arropado por el manto que lo cobijaba del frío y secundado por las estrellas que decoraban el hermoso firmamento sobre las alturas de los montes Himalaya. Desde antes de partir de su hogar, experimentó varios sueños y visiones que a menudo dificultaban su percepción con la realidad, lo cual conllevaba a aislarse de la gente viviendo una vida reflexiva y solitaria.
A la mañana siguiente, el viento soplaba tenue acariciando el castaño cabello del joven que aún permanecía dormido, hasta que desde los lugares circundantes un canto fuerte y claro de un gallo indicaba que un nuevo día comenzaba, por lo que Bubba inmediatamente recordó esa extraña visión que tuvo y se levantó esperando que algo sorprendente sucediera.
El aire matutino era fresco y en el cielo un sol dorado bañaba toda la inmensa cordillera que atravesaba gran parte del continente asiático. Alto, imponente y firme se mantenía el monte Everest a más de ocho mil metros de altura que estoicamente resistió los embates del cataclismo en la Neotierra y la furia de la Guerra de los Dioses al igual que sus otros vecinos como el Kanchenjunga, el K2, el Nanga Parbat, el Makalu y todo el resto de los inmensos colosos que rodeaban a los pueblos aledaños a esta enorme cadena.
El joven Bubba miraba atento los alrededores en favor de encontrar su próximo destino como parte del viaje de aprendizaje, incluso se detuvo en observar al gallo que permanecía ahora en silencio después de su canto madrugador y decidiendo si acaso era el «místico animal» que debía seguir para hallar al legendario maestro. Finalmente, el muchacho abandonó su lugar de descanso para ir donde estaba el ave en busca de las respuestas a tantas interrogantes que abundaban en su cabeza.
Mucho tiempo esperó desde el instante en que llegó junto al gallo, pero lo único que obtuvo fue un constante rechazo del ave quien solo estaba preocupado de comer el maíz que tenía cerca y de seguir cantando, por lo que Bubba consideró la posibilidad de que hubiera un error en aquel sueño y si tal vez fue un producto de su imaginación que debía ignorar por completo. Todo esto acaeció en alrededor de una hora, y cuando se disponía a desechar toda opción, de pronto ocurrió que un misterioso animal se quedó observando paciente desde una roca al joven quien después de unos minutos pudo percatarse de su presencia: era un gato, un felino negro de hermosos e intensos ojos verdes que se clavaron en los del joven quien pronto hizo contacto visual con el animal. Fue un careo breve pero que transmitió mucha comunicación sin necesidad de una sola palabra, por lo que el felino abandonó su posición para iniciar su marcha indicando a Bubba a que lo siga donde fuera.
***
En algún lugar del templo, estaba un viejo maestro en un profundo trance debido a su acostumbrada meditación pudiendo ver mentalmente que la profecía acababa de cumplirse y que pronto la llegada de un nuevo huésped marcaría para siempre el destino de la Neotierra.
- El libro sagrado no se ha equivocado y las nubes empezaron a difuminarse. El sol al fin apareció.
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Editado: 19.03.2024