Los Xeronianos Del Universo - Libro I El Guerrero Del Sol

Capítulo XVII

    Demian apenas pudo escapar de la batahola derivada del enfrentamiento entre Homter versus Radgen. Aunque la energía cedida por el xeroniano del tigre alivió en parte las heridas y contusiones debido a las golpizas que recibió, su cuerpo aún estaba maltrecho sintiéndose además mareado y alicaído. Caminaba como si se encontrara ebrio sosteniendo apenas a su perro que chillaba producto de la patada propinada por Radgen, obligándose a esquivar las explosiones a causa de la lucha y soslayando a los soldados imperiales que merodeaban en los alrededores. 

     Cuando encontró un lugar donde esconderse junto a Nico, esperó un tiempo para que se despejase de guerreros imperialistas y sirvientes de Azim Orudam, quienes corrían de un lado a otro de forma urgente al sentir el despliegue de energía cósmica desatando la alarma. Los nervios del joven estaban muy tensos, mientras sus brazos acurrucaban a su mascota también asustada esperando un posible milagro para escapar de ahí. Quizá hubiese preferido que Homter lo sacara de aquella lúgubre estancia, pero el acoso del guerrero de la serpiente lo obligó a pelear contra un enemigo cegado por el dolor y la venganza. 

     Después de aguardar con paciencia un momento que parecía eterno, el joven y su perro aprovecharon la instancia cuando el lugar se desocupó de enemigos para avanzar por los tétricos pasillos que antes no pudo vislumbrar debido a que llegó vendado por sus captores, pero entremedio de las salas adyacentes, había una que llamó poderosamente la atención debido al letrero que la identificaba: «Sala de documentos de estado». Ahí Demian estimó que tal vez era la oportunidad perfecta donde podría encontrar la información que precisaba Sokaku, por cuanto entró con disimulo al comprobar que no había guardias gracias la distracción que supuso el enfrentamiento entre Homter y Radgen. 

     Al inmiscuirse entre las estanterías, Demian revisó durante largos minutos varios documentos sin hallar algo que significara un real aporte. Las explosiones y el ruido proveniente desde el exterior, impedía una búsqueda más tranquila y concentrada, sumándose al hecho de que su cuerpo aún estaba herido. Siguió el infructuoso hallazgo encontrando sólo información legal y de escasa relevancia, hasta que, en medio de la oscuridad, se percató de otra sala interior que poseía un letrero aún más esperanzador: «Sólo personal autorizado». 

     Detrás de aquella puerta se abría una nueva chance, sin embargo, también había una enorme dificultad: no tenía ventanas para entrar y estaba cerrada con un seguro electrónico. Demian sentía que la esperanza se le esfumaba creciendo la frustración en paralelo, hasta que inesperadamente, una descarga de energía cayó cerca de donde estaba, creando un inmediato incendio y destrozando la puerta de seguridad que impedía el avance. Al instante, un ruido lejano de soldados ordenaba que fueran a verificar los destrozos, por lo que Demian debió tomar una compleja decisión de ir a buscar la información en medio de las llamas antes de que lo capturen otra vez. 

     Demian y su perro, penetraron raudo saltando los muros destrozados para hallar los datos presionados por el tiempo. Echó un vistazo a su alrededor, y vio unas carpetas que decían «Confidencial» más unos computadores portátiles, por lo que tomó los papeles y el aparato, guardándolos en una amplia bolsa que afortunadamente había en el escritorio central antes de que se quemara. Almacenó todo lo que pudo con los guardias al acecho, debiendo coger a Nico y saltar unos metros hacia abajo por una salida que daba a la calle principal. Los gritos y disparos que sucedieron una vez que el joven escapó, no impidieron que triunfara en su objetivo, sobreponiéndose a las heridas y colmado de ansias por saber el contenido de su atraco. 

     Una vez ya alejado del enfrentamiento, el incendio y la fuerte vigilancia, Demian con su amigo Nico buscaron un refugio que los cobijara para revisar la bolsa. Al leer los documentos, vio algunas cosas interesantes como la información de los acuerdos entre Arkania y el Imperio de la Serpiente, autorizaciones que Azim Orudam firmó para traficar armamento y ejército con el Kahn, además de datos acusadores que involucran a las altas esferas de gobierno en oscuros negocios con los brujos del Caleuche. Pero lo que más llamó la atención, eran los valiosos planos que detallaban los pasos para atacar Cyrania y todas las bases xeronianas del mundo. 

—Esto a Sokaku le encantará —decía a su fiel mascota—, nos ganaremos el respeto de todos incluyendo al petulante de Arien que no quiso que yo viniera en este viaje... ¿y esto? 

     Dentro de los numerosos papeles, había un archivo antiguo que atrajo la atención del muchacho, y consistía en un listado de varios servidores al gobierno de Orudam que colaboraban con Daemon Kahn. Entre la enorme columna de nombres, había uno el que sobresalió por sobre el resto... su padre y madre adoptivos. 

—No puede ser, estuve todo el tiempo viviendo bajo simpatizantes del imperio y no lo sabía. 

     En el informe, Demian leyó que la pareja sirvió activamente durante varios años a las huestes imperiales ayudando a entregar datos a cambio de estipendios, hasta que las fuerzas xeronianas tomaron posesión de los lugares sospechosos de colaborar con el enemigo provocando que la familia adoptiva de Demian cayera en desgracia siendo arrastrados por el alcoholismo. El muchacho siguió ojeando hasta el punto de que decía «Situación actual», allí comprobó que los agentes del Kahn confabulados con el gobierno de Arkania, vigilan cada movimiento de sus secuaces al leer el estado «muertos en extrañas circunstancias». 




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