Los Xeronianos Del Universo - Libro I El Guerrero Del Sol

Capítulo XXVI

    Bubba y Syria continuaron apresurados su ruta hacia las Catacumbas Secretas, luego de dejar atrás a la vigilancia xeroniana e internarse por unos ocultos pasajes que rodeaban la fortaleza. 

—¿Cómo sigue tu cuerpo Bubba? El golpe propinado por Dargorah fue muy violento. 

—Ya estoy prácticamente recuperado, la energía que me brindaste fue muy efectiva y reconfortante, así que te lo agradezco. 

—Entre más desarrolles la energía cósmica, mayor es su poder curativo. De todas formas, te debía una por compartirme tu brío. 

—Bien, estamos a mano entonces. Cambiando de tema, hay algo que aún no logro entender: ¿Por qué no usaste todo tu poder para derrotar a Dargorah y te arriesgaste en esa colisión? Pudiste haber perdido la vida. 

—Me expuse a ese choque porque sentí que debía terminar la pelea limpiamente después de la distracción que supuso tu intervención con el basilisco, decidiendo enfrentarme a él sin superpoderes y liquidarlo con mis propias manos. Su golpe no fue tan mortal, puesto que endurecí mi cuerpo resistiendo el impacto mientras destruía sus puntos vitales cayendo primero a tierra. 

—Por esa razón pensé que te había ganado al verlo aparentemente intacto. La próxima vez procura hacerlo fácil y no me hagas pasar otro susto como ese, ¿vale? 

—Ja, ja, ja, ja, está bien Bubba, te lo prometo. 

     Los jóvenes corrieron con sigilo debiendo apagar su energía para no ser descubiertos por otros vigilantes que merodeaban el entorno, hasta que llegaron a un furtivo pasadizo y unas viejas escalinatas que descendían varios metros accediendo directamente hacia las Catacumbas Secretas. 

—¿Cómo es que conoces el camino para llegar aquí? Se supone que este lugar es «secreto» —preguntaba Bubba. 

—Afortunadamente, indagué todo antes de escaparme de Cyrania. Cuando Sunprime murió, muchos de los que no creían en la versión oficial buscaron afanosamente la entrada que dé con la tumba del antiguo maestro, más no todos tenían la autorización , porque estas catacumbas están reservadas para los líderes y nadie puede acceder sin el permiso requerido, además, pocos sabían de la ruta verdadera, denominándose el calificativo de «secreta» al estar oculta para la mayoría de xeronianos. Por iniciativa propia, averigüé después de largo tiempo como se llega aquí, pero cuando decidimos junto a Arien ir hacia la tumba de Sunprime, enviaron guerreros a capturarnos y matarnos obligándonos al exilio sin poder recorrer el interior del lugar. 

—Fue una correcta decisión tuya el haber estudiado el recinto antes, de lo contrario, hubiésemos perdido mucho tiempo tratando de buscar el acceso. ¿Y qué hay de los otros xeronianos que mueren?, ¿Dónde son enterrados? 

—Hay un cementerio en la ciudad para los xeronianos que no son líderes, pero si el deseo del muerto es esparcir sus cenizas en un determinado lugar o volver a su tierra natal, entonces se le cumple su voluntad. Ya estamos llegando a la puerta principal, así que permanece atento. 

     Los jóvenes bajaron raudos en aquellas largas y oscuras escalinatas, hasta que se toparon con la elegante recepción tenuemente iluminada por unas escuetas antorchas. En ambos costados, se podían distinguir unos ángeles guardianes tallados en mármol custodiando el ingreso, mientras que, en la parte superior, un preponderante letrero contenía una frase en latín a modo de bienvenida para quienes entraban al enigmático lugar. 

—«Memento Mori» —leyó Bubba—, no sé qué quiere decir. 

—Significa «Recuerda que morirás», y tiene su origen en la antigua Roma. Es una frase que llama a la humildad cuando eres poderoso no olvidando que algún día dejarás de existir, por ello se implementó esta sentencia, para quienes fueron líderes xeronianos. 

     Ambos jóvenes se acercaron a la entrada bajo los ángeles avizores y se detuvieron ante las formidables puertas doradas sólidamente cerradas. Syria notó que la cerradura tenía algo especial ya que no se abría con una llave, sino que poseía una huella en forma de manos y un misterioso mensaje aparecía cruzando ambos batientes sobre el objeto. 

—«Et lux in tenebris lucet» —ojeó la mujer—, significa «Y la luz brilla en las tinieblas», esto sí que no entiendo. Mi conocimiento llega hasta acá, no pude averiguar cómo se entra. 

—¿Será acaso una advertencia? ¿Los antiguos patriarcas empleaban una forma especial de ingreso? 

—Quizás «la luz» se refiera a la energía vital que permita acceder a la oscuridad del lugar. ¡Entonces esa es la clave! Si proporcionas de tu energía a las huellas que hay ahí, pues podremos traspasar la arcada. 

     Syria colocó sus manos en la concavidad y encendió su energía al máximo esperando un resultado. Lo que sucedió a continuación fue que en el interior se escuchó un ruido mecánico, y en las afueras, los ojos de los ángeles se encendieron con un color rojo claro. Pese a lo anterior, los batientes permanecieron inmóviles. 

—Estamos cerca, pero no lo suficiente —decía Syria—, no imagino como abrir esta cosa. 

—Recuerdo algo que se me viene a la cabeza: es sabido que aquellos que entran acá, son los líderes reconocidos por sus antecesores... y por el Reino del Cielo. 




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