Los Xeronianos Del Universo - Libro I El Guerrero Del Sol

Capítulo XXXIV

    Y hubo celebración en toda la Neotierra, apenas se esparció la noticia del triunfo xeroniano sobre las fuerzas del Kahn, provocando que las personas de los seis continentes salieran a las calles a festejar después de años de represión y persecución por parte del maligno imperio. El mundo estaba expectante de lo que sucedía en la fortaleza de Cyrania mientras era sitiada, pero una vez que se supo del renacimiento de la Torre de la Luz, el júbilo mundial no se hizo esperar.

    En casa de la familia de don Roberto en Puerto Natales, Mateo, el menor de los hermanos, comunicó a sus seres queridos de la derrota imperial, mencionando además que el joven hospedado en su hogar y que derrotó al Aillepeñ, era el nuevo líder xeroniano salvando a Cyrania del ejército de Daemon Kahn, haciendo que todos en la humilde casa festejaran la hazaña de aquella ilustre visita que cobijaron.

—¡Viejita mía e hijos queridos! —decía don Roberto—, almorcemos cordero al palo y brindemos con licor de calafate por el nuevo líder xeroniano.

—¡Sííí, viva Bubba! —respondió toda la familia y raudamente prepararon la mesa en la casa ubicada en la Ruta del Fin del Mundo.

     En la lejana Nepal, Tathagata llegó corriendo a informar las buenas nuevas a su maestro y su hermana en medio de las celebraciones que se desataban en el templo.

—¡Maestro Feng Li, hermana Manjari! ¡Prajña o Bubba ha encendido la Torre de la luz y es el nuevo líder xeroniano!

     El viejo maestro respondió con serenidad la noticia que ya intuía.

—Prajñā es el líder que los xeronianos necesitaban, él los guiará hasta el final de los días. Nuestra ayuda cósmica ha resultado.

—Es cierto —contestó el joven emocionado—, ¿no estás contenta, Manjari?

    La inefable Manjari estaba tan dichosa que sólo atinó a mirar el horizonte, pero en el fondo de su corazón sabía que había sido partícipe del milagro del joven, sintiendo ahora un brío de tristeza al pensar que nunca más lo volvería a ver por su flamante responsabilidad.

—Cuídate mucho, Bubba, sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras. Siempre estaremos conectados el uno para el otro, aunque sea a través de los pensamientos y emociones —dijo la joven mientras miraba las alegres manifestaciones callejeras.

—No estarás sola, querida Manjari —dijo al anciano maestro—, porque además de nosotros, Makalu nos acompañará en la fiesta.

—¡Makalu! Qué alegría verte, pequeño gatito —respondió la muchacha levantando y acariciando el animalito.

    Los tres monjes y Makalu se quedaron disfrutando de la algarabía cercana al templo, mientras los ojos de Manjari se perdían en la lejanía tratando de buscar con telepatía a su querido Bubba.

    Por último, en Egipto un joven halló rápidamente al señor Rashad y a la señora Ghoneim para entregar las novedades desde Cyrania. Cuando por fin pudo ubicarlos, el muchacho con el corazón acelerado habló al matrimonio.

—¡Nuestro querido Bubba ha salvado la Neotierra y es el nuevo líder de los xeronianos!

    La señora Ghoneim no pudo contener las lágrimas de alegría y se acurrucó en el pecho de su marido. El señor Rashad, por su parte, estaba tranquilo y satisfecho mientras abrazaba a su mujer e hijos pequeños, por lo que respondió al joven.

—Muchas gracias por la noticia, ¿pero sabes qué? Ya lo sabía de antemano, porque estuvimos con él en el momento más importante de su vida. Nuestros rezos fueron escuchados, y gracias a ello, lo ayudamos a cumplir su misión.

     El joven se abrazó con el matrimonio y los pequeños hermanitos para recordar al querido Bubba, quien los apoyó en los primeros años de su vida. El señor Rashad y la señora Ghoneim miraban agradecidos los gestos de cariño de la gente que salieron a expresar su felicidad al saber que uno de ellos los protegerá del mal.

—Hasta que cumpliste tu sueño, mi niño —decía la señora Ghoneim—, ayudaste a los oprimidos tal como lo deseaste. Ahora eres el sol que trajo luz al mundo.

    Y así, en todos los rincones del mundo, la gente vitoreaba al nuevo líder de Cyrania, quien será el encargado de proteger a la humanidad de todo el mal que le acecha.

***

    Los ojos de Demian se abrían con lentitud, como despertándose de un largo y pesado sueño en una confortable cama. Estaba desorientado y algo débil después de todo lo que padeció, sintiendo el cuerpo adolorido y convaleciente debido a las múltiples heridas, pero cuando recobró completamente la conciencia, pudo vislumbrar a unos hombres que alegres esperaban su recuperación, en donde uno de ellos se adelantó para abrazarlo de manera efusiva.

—¡Hasta que despertaste, bello durmiente, ja, ja, ja! —gritó Sokaku rascándole la cabeza—. Me alegra mucho reencontrarme contigo, querido Demian.

—¡Sokaku! —respondió con lágrimas en los ojos —pensé que nunca más volvería a verte... ¡Homter, Mick, Kenji, Akira, Arien, capitán Andemioun, teniente Kevin y Gibson! Gracias por venir a verme.

    Homter, Mick, Kenji y Akira se colocaron alrededor del joven para abrazarlo y luego Arien se unió a las felicitaciones.




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