Los zapatos de Cenicienta

Capítulo XXIV


_Quería mirarla a los ojos y que me dijera alguna palabra que me hicieran entender lo que hizo y así poder perdonarla algún día. Todos tenemos en la vida alguna debilidad, algún punto ciego,y el mío es mi hermana,con quien compartí el vientre y los senos de mi madre,pero ya pasó, ella no merece mi amor ni mi perdón, y yo no merezco vivir rodeada de tanto odio y mentiras.Comencemos nuestra vida con nuestros propios hijos ya que los dos hemos quedado solos.Nuestro amor sabrá compensarnos por todo el sufrimiento_concluyó la hermosa Beatriz con el dolor goteando intermitente desde sus lágrimas.

 Al escuchar tan hermosas y a la vez tristes palabras de su amada,el príncipe la abrazó:

 _Tienes razón mi amor,eres tan bella por dentro como por fuera,no vale la pena que nada ni nadie empañe nuestra felicidad, lo importante es que estás aquí conmigo sana y salva,ya me encargaré de encontrar a la malvada de tu hermana,y esta vez nadie podrá salvarla del hacha del verdugo.

Beatriz posó su mano sobre la de su prometido:_ déjala ir,ya nunca más volverá, al final ella está sufriendo lo mismo que sufrí yo cuando andaba fugitiva.No te preocupes, su final será terrible,nadie que haya hecho tanto mal termina impune.

El príncipe asintió y depositando un beso en la frente de la joven,se retiró dejándola al cuidado del médico.Nunca más supieron de Margaret.

Algunos pobladores de la aldea del señor Hugo contaron días después despavoridos, acerca de una muchacha vestida con ropas reales,que al anochecer cruzó a través de los sembrados,de pronto, un remolino de estrellas apareció sobre el lugar haciendo que las calabazas comenzaran a crecer monstruosamente.Desde sus ventanas,los aldeanos contemplaban aterrorizados cómo las gigantescas calabazas persiguieron a la espantada chica a través de la oscuridad con sus ojos y bocas vacíos y hambrientos hasta perderse de vista.La pobre gente del lugar se encerró en sus chozas rezando y temblando de miedo,ninguno se atrevió a salir en ayuda de la joven.Al día siguiente se asomaron con cautela a través de las hendijas.Afuera reinaba un silencio sobrecogedor, luego de los gritos,gruñidos,crujidos y ruidos espeluznantes que invadieron la noche.Los aterrados pobladores se atrevieron por fin a salir de sus casas para encontrar un paisaje escalofriante,  completamente distinto al habitual.En medio del campo,un siniestro espantapájaros vestido con los jirones sanguinolentos del ropaje que llevaba la infortunada chica,arrojaba su sombra fantasmal sobre el sembrado de calabazas, que en lugar de su hermoso color dorado, habían tomado un extraño tono rojizo a pesar de haber recobrado su forma y tamaño naturales.Los humildes campesinos se acercaron cautelosos,para descubrir con espanto creciente,que el tenebroso espantajo no era otra cosa que el cadáver descarnado de la joven fugitiva de la víspera, mientras los redondos vegetales parecían sonreir satisfechos desde su tallo.Sobrecogidos por el terror,decidieron marcharse de aquel lugar maldito,dejando la aldea completamente abandonada.Nunca más, nadie se atrevió a pasar por aquel lugar embrujado y la leyenda pasó de generación en generación para ser contada en medio de susurros en las noches sin luna.
Beatriz y el príncipe se casaron luego de la coronación del joven, en una bella ceremonia efectuada a la vista de todo el pueblo en el balcón principal del palacio.Miles de rosas multicolores fueron arrojadas en medio de aclamaciones jubilosas por parte de los presentes.La bella pareja real gobernó con justicia,amor y sabiduría durante muchos años.Para colmar su amor,tuvieron unos preciosos gemelos,pero al contrario de Beatriz y la atribulada Margaret,éstos se amaban y se protegían como si fueran uno solo.Cuando ya fueron mayores,los jóvenes príncipes compartieron por igual las responsabilidades del reino,estableciéndose por vez primera una doble coronación por deseo explícito de ambos,que no querían ser reyes si su querido hermano no lo era también.Beatriz,con la aprobación de su esposo, formó una fuerza élite compuesta por mujeres de todo el reino,nobles,plebeyas,todas se sumaron con inmenso entusiasmo queriendo ser tan aguerridas y admiradas como su adorada reina.Por vez primera también, se dictó una ley donde las mujeres podían tomar parte en los torneos...



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Editado: 14.12.2023

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