Víctor Freddie, se encontraba en el departamento de dirección en donde exactamente esperaba algo intrigado por la reacción que tomaría el propio director que uno de sus estudiantes élites sea declarado culpable que no ha cometido, porque a Víctor es conocido como el mejor futbolista de toda escuela.
-Joven Freddie, ¿a que debo su visita? -dijo el hombre mayor llegando a su oficina para adentrarse a contemplar los nervios del muchacho. -Estoy seguro que no ha venido por gusto. ¿o me equivoco? -el director intimida con su mirada a Víctor.
-S...Sí así es. Vengo por un motivo importante, usted debe saber perfectamente. -al fin habló el moreno cerrando ambas manos formando puños en ellos.
-El asunto de la señorita Emilia. -mencionó el hombre sin dudar -Estoy al tanto que cuatro de mis estudiantes son declarados culpables de su ridícula muerte.
-¿Ridícula? -murmura víctor desconcertado.
-Esa mocosa se ahorca para que alguien pueda sentir lástima por ella -comentaba el director sin remordimiento alguno por la muchacha que hace un día falleció. -joven víctor no le voy a reprochar nada a usted y al joven Ángel Sanchez, aunque a las dos muchachas rebeldes como Zanya y Laerty, merecen un castigo permanecer en casa por 6 meses. -concluyó el hombre para dirigirse a la reunión que tenía con los otros administrativos de la institución, dejando al chico un poco trastornado por su tranquilidad en lo que comenta sobre el caso de Emilia; aquella jovencita que se había decidido tomar el final de su existencia.
-Es...Espere un momento! -el grito llama la atención del hombre.
-Señor Ramírez, esta siendo muy injusto con mis dos compañeras, porque ambas son inocentes igual que Sánchez y yo. -dijo persuasivo al director de la institución. lo había dejado sorprendido, jamás pensó que uno de sus mejores estudiantes se pudiera revelar de tal forma, era por una doncella que había fallecido. Le parecía muy ilógico que les tenga importancia a alguien así.
-Veo que relacionarse con gente innecesaria le ha perjudicado-parlamentó el tipo que es de mayor rango de este patronato. -Aunque solo por esta ocasión, tendré en cuenta su opinión y quizás pueda hacer algo por sus amigas. -dijo ya retomando para la departamento de coordinación, en donde se encontraba los demás administrativos y docentes de la institución.
Víctor solamente observa satisfecho por la consideración del director y regresa a la enfermería para dar la noticia a sus amigos.
-¿y que pasó? -Lida se desespera en saber la respuesta del hombre con mayor rango. -¡Vamos, dime! -tomando con ambas manos para estirarlo y le de toda la información.
-Pues...dijo que lo pensaría. -le aclaró Víctor serio.
-¿Sólo eso? - asiente el joven de piel morena dejando a sus dos amigas sorprendidas por las palabras de Víctor. -No es nada prácticamente, tu ida a la oficina del director fue en vano. -dijo molesta Lida. Víctor se voltea apenado por no tener la capacidad de hacerlo cambiar de opinión al propio dirigente de la institución.
-Entonces serán acusados por el suicidio de nuestra compañera, ¿no? -dice Kimberly asustada y algo confundida.
-No lo creo. Por lo que me comentó el señor Ramírez, más bien Lida y Odette serán castigadas. -aclara el chico mayor pelinegro. La gorda pequeña iba a protestar es detenida por su amiga de anteojos para no comenta una locura como tener que golpear al director de la escuela. -Aunque yo hablé con él sobre eso que sea estricto y pues como les había mencionado que lo tendría en mente en la reunión que estaba por ir con los otros ejecutivos de la escuela. -Lida hace un gesto molesto por no tener una gran respuesta de santificación.
-Entonces, lo único que podemos hacer es tener la paciencia mínima posible -comentó Ángel entendiendo un poco la situación en la que se encontraban a comparación de su amiga de estatura gruesa que tenía ganas de mandarle un buen puñetazo al que dirige esta institución.
-No tengas esperanzas, estoy segura que no harán nada -menciona una voz fría conocida para el grupo de cuatro de adolescentes y se voltean sorprendidos acercándose a la pelirroja que apenas podía levantarse por las heridas que abstenía en su espalda. -Además esta escuela es una mierda, jamás toman en cuenta a los perdedores como yo. Ahora involucran a ustedes por ser mis amigos. -ella miró un poco nostálgica a los cuatro jóvenes-Déjeme sola, ¿de acuerdo? -la pelirroja les advierte con una mirada amenazante para retirar del lugar dejándolos sin poder entender con exactitud las palabras que intenta decir con eso.
-¡Odette, espera! -dijo Lida tomándola del brazo.
-¿Qué?
-Te pasó algo nuevamente con tus tías, ¿no es así? -Odette se detuvo al instante pero sin voltear y permanece quieta -Hemos sido amigas desde la secundaria, lo poco que he podido conocerte estoy casi segura tu comportamiento se debe a los problemas que tienes con tu familia paterna. -dijo la chica gordita sin dejar esa mirada de determinación hacia a la carmesí.
-Ridícula. -sonrió por último para seguir su rumbo a la terraza.
-Nunca va a cambiar, ¿no? -dijo Ángel mirando a Lida y ella solo asintió un poco triste -Bueno debemos comentar a sus hermanos sobre esto. Ellos sabrían que hacer realmente. -sugiere el chico de piel blanca.
-Supongo. Aunque será bastante complicado hablarles, en especial, con el hermano mayor de los tres. -la gordita indicaba un poco aterrada de un rubio; aquel pariente adulto no era alguien con el que se pueda socializar normalmente.
-¿Por qué lo dices? -dijo Kimberly confundida -No creo que su allegado mayor sea mala persona -la rubia de anteojos no creer tal cosa como esa.
-No lo conoces para nada a ese chico. Anthony Laerty es un chico posesivo con su hermana menor, si descubre que no la protegimos nos mata.
-Estas exagerando, Lida -Kim la miró confundida. -Estoy segura que el hermano de Odette no es tan malo. -toma con la mano el hombro de la pequeña gorda para alientarla.