—¡Finalmente encontré la escuela en donde ella esta! —pensé con emoción.
Con ayuda de mi padre pudimos descubrir la ciudad en donde se había mudado y fue solo cuestión de tiempo para que encontrara la escuela.
Parece ser una escuela privada y muy bien asegurada, comprendo realmente porque su padre decidiría una escuela como esa, para evitar conflictos como en el pasado…
Pero no importa, ya pronto volveré a reencontrarme con ella, le explicare las cosas y quizás… Todo vuelva a hacer como antes…
Decidí que iría pocos días antes de ingresar, para explorar la escuela y si era posible… Encontrarme con ella ¿Cómo reaccionaría? Mas bien creo que lo más adecuando es buscarla y explicarle absolutamente.
¿Aceptaría ir conmigo a comer algo mientras le explico lo que paso? Rina nunca fue muy rencorosa… Pero nunca había cruzado tanto la raya.
Estaba por concluir el segundo año y entraría al tercero, tal cual lo planeamos mi padre y yo. El grupo de esos chicos no volvió a cruzarse conmigo, o más bien, intente alejarme lo más posible de ellos después de ese conflicto.
Supongo que ahora se dieron cuenta de lo que soy capaz realmente. Sin embargo, Aida… Recibía notas anónimas, pero sabía que se trataba de ella, mandándome escritos o poemas escritos por ella donde refleja ese “amor” que sentía hacía.
Tire todos y cada uno de ellos, no los conserve, no importa que haya pasado un año desde entonces… Mis sentimientos por Rina no hay cambiando ni un poco y ahora que estoy guardando mis cosas para mudarme lo confirmo.
Siento cosquillas en el estómago, estoy sumamente nervioso y desearía que todo acabara lo más rápido posible para no seguir con esta incertidumbre.
Mi padre me acompañare, dice que de todas maneras hará un viaje de negocios, así que él se encargará el papeleo para inscribirme.
Mi padre había decidió comprar una casa en esta ciudad, totalmente innecesario, pero no podía importarme menos, en el momento en que dejé mis cosas en el lugar, quise salir a buscarla a la escuela.
—Alto —ordeno mi padre—. No pensaras dejarme con todo el equipaje aquí ¿No?
Gire los ojos.
—¡Papa! ¿En serio debe ser ahora? Yo—
—Si, tiene que ser ahora.
No pude continuar hablando, ya que el me interrumpió.
—No te preocupes, ya estás aquí. Dudo que se vaya a otra ciudad de nuevo —se burló.
Puede que tuviera algo de razón, pero un escalofrío recorrió mi cuerpo al imaginarme esa mínima posibilidad.
—Mañana iré a hablar con el director, si todo sale bien, quizás no tengas que esperar a que el ciclo termine —comento mientras desempacaba.
No pude responder por la inmensa alegría que sentía en ese momento, por más que deseara que fuera ahora, el dia de mañana estaría bien. Trate de hacer todo lo más rápido posible y así convencer a mi padre de que fuera hoy mismo.
—¿Y bien? —pregunte sumamente agitada.
—Pues… Hubiera preferido que las cosas estuvieran donde deberían de estar —respondió examinando el lugar.
Solo había sacado las cosas de las cajas, no las ordene ni acomode en sus respectivos lugares.
—Sin embargo, admiro tu determinación —mi padre tomo su llaves y cartera de la mesa de al lado—. Así que hagamos esto, yo iré por algo de comer mientras terminas de desempacar y pensare en ir más tarde.
Mi sonrisa se borró de mi cara al ver que probablemente mi padre solo me estaba usando para el no hacer nada, pero una pequeña probabilidad de que dijera la verdad me hizo hacer lo que pidió.
Incluso cuando llego, no comí con él, quise hacer todo lo mejor posible para que mi padre tuviera piedad de mí.
Digamos que me parezco demasiado a mi padre, más de lo que me gustaría, somos sarcásticos, sínicos y sobre todo bromistas.
Conforme han pasado los años, me doy cuenta de que mi egocentrismo crece enormemente… Eso sería un problema en general… Pero espero que eso no haga que Rina no pueda verme como siempre lo hizo en el pasado.
Mi madre no estuvo muy de acuerdo en que viniéramos aquí, ella pensaba que en realidad mi padre iba a fugarse con otra mujer y la iba abandonar. Ella estaba algo paranoica.
No sabría decir si mi papa realmente le ha sido infiel a mi madre y la verdad me aterra mucho averiguarlo.
Termine exhausto después de ordenar todo en toda la casa, respiraba agitadamente en el suelo mientras sentía como giraba.
—Es porque no he comido —me respondí en mi cabeza.
Trague saliva, estaba seca mi boca, así que me levante y fui al fregadero para tomar algo de agua, fue entonces cuando tome del vaso que me di cuenta de la sed que tenía.
Tomé la comida que estaba en la mesa y la calenté en el microondas, veía solamente como giraba lentamente.
No tuve un verdadero amigo desde hace tiempo, fue lo que pensé mientras veía la comida girar. No pude confiar en los demás, puedes llamarlo hipocresía, pues hablaba con demás compañeros de mi escuela, pero ninguna de esas conversaciones era… Honestas.