— Pensé que no te agradaban los humanos
— Y no me agrandan, son unos seres inferiores a nosotros — ahora su mirada era distinta con un destello de maldad — Pero no rechazaría a mi ziel por nada del mundo
— Soy humana aunque sea tu ziel — le decía enojada Nyoko
— Y no por esa razón te voy odiar — el demonio se veía algo molesto pero sobretodo algo frustrado — Ahora solo quiero disfrutar este momento contigo
Tomoe se acerco lo mas que podía a su ziel sujetándola de la cintura, aquel toque y cercanía ponía nerviosa a Nyoko pues ella conocía a un Tomoe mas tranquilo por así decirlo de alguna manera y esta versión era mas atrevida cosa que no le desagradaba.
— ¿Que.. que haces? — la voz de la humana se notaba nerviosa y mas con sus mejillas color cereza
— Quiero percibir mejor tu aroma — coloco su cabeza a lado del cuello de Nyoko — No pensé que te encontraría — Tomoe paso su lengua saboreando su piel y acelerando el corazón de la chica
— Tome... — decía la chica para pararlo pero en su voz se notaba mas a una invitación de seguir con lo que estaba
El momento se intestificaba y a ninguno de los dos les importaba la presencia de la chica desmayada en la habitación.
Ambos estaban disfrutando de su cercanía, Tomoe empezaba a soltar mas de su aroma para incitar a su hembra de más y la chica, Nyoko, disfrutaba de las caricias que le eran otorgadas.
Pero este momento no podía durar mucho tiempo, el tiempo tenia que seguir su ruta.
— ¡Señor Tome! — se oyó una voz masculina que provenía afuera de la cabaña
— Somos Kasumi y Ryu — pero esta ya no era una voz masculina si no una mas delicada la cual desprendió cierta amargura en Nyoko la cual de inmediato sintió Tomoe — Nos mando el rey demonio por usted
— Guarda esos celos — besó el cuello de Nyoko — Ahora solo soy tuyo
— No estoy celosa — decía Nyoko pero su cara decía otra cosa
— Necesito que te escondas junto con... — su mirada se desvío a la otra chica de cabello castaño — con ella... pero antes..
Tome se quito parte de su kimono el cual era de un tono azul violeta que lo representaba a él, lo coloco sobre el cuerpo de su ziel tapándola por completo pues aquel vestido no dejaba nada a la imaginación.
El demonio cargo el cuerpo de la humana desmayada colocandola en una habitación que estaba completamente sola y atrás de él venia Nyoko pues no sabia que hacer en este momento y no quería pasar otra situación de comida con otros demonios.
— Señor Tome ¿Esta bien? — pregunto la misma voz femenina
— Volveré en unos momentos, no hagas ruido y por tu olor no te preocupes hueles completamente a mi — su sonrisa era mas que de satisfacción
— Si no contesta entraremos — le dijo el demonio el cual al parecer era Ryu
Tomoe cerro las puertas dejando a las dos chicas solas para así atender sus asuntos por otra parte nuestra chica, Nyoko, se sentía completamente incomoda por la presencia de la otra humana pues sentía ciertos celos, el saber el porque Tomoe la tenia con él.
— ¿Que es tan importante que interrumpen mi diversión? — se escuchaba la voz de Tomoe desde afuera de la habitación
— Si de diversión se trata... tu y yo nos podemos divertir — aquella voz femenina hacia que le reventara la bilis a Nyoko pues no le gustaba que coquetearan con él y menos frente a ella
"Maldito Tomoe" era el pensamiento de la chica, su ziel, aquella frase fue escuchada en la mente del demonio haciendo que su animo creciera mas, en poder sonreír frente aquellos demonios pero su sonrisa tenia que ser ocultada.
— Y ahora... ¿Como saldré de aquí? — hablaba lo mas bajo posible para no ser escuchada por ninguno de los demonios ahí presentes
Pasaron algunos minutos pero aquella visita inesperada aun no se retiraba y lo que aumentaba de poco a poco los nervios de ella era que las voces ya no se escuchaban tan claras, era como si se hubieran alejado de aquel lugar.
Era hora de que Nyoko empezara a idear un plan aprovechando la lejanía de ellos para así encontrar a la serpiente y de salir de este tiempo para que ella estuviera de nuevo a salvo donde pertenecía.
— Tu... ¿Quien eres? ¿Por que te trajo aqui? — le preguntaba a la chica que tenia entre sus piernas la cual no contestaba, pues a pesar del tiempo trascurrido no despertaba algo que tenia la tenia nerviosa pero que ello era eliminado por la respiración neutra de la chica — Perdona por no poderte ayudarte en salir...
— Nyoko — se escuchaba una voz algo muy baja pero también algo familiar para ella — Nyoko — se volvía a repetir
La chica volteaba a todo su alrededor pero no tuvo éxito en encontrar la fuente de esta.
— Nyoko — el tono de esta ahora era mas fuerte — Aqui abajo...
Nyoko dirigió su vista al suelo de su lado izquierdo encontrándose a una serpiente color blanca, su instinto era gritar pero se detuvo de inmediato pues aquella hablaba y la única razón un poco lógica para ella era de que esa serpiente fuera su nuevo amigo.
— ¿Mizuki?
— Si, soy yo. Hay que irnos de aqui, nuestro transporte esta afuera
— Pero hay tres demonios allá afuera... ¿Crees que podamos salir? ademas... ¿Que haremos con ella?
— La chica no puede ir con nosotros, las cosas deben seguir su flujo y no te preocupes con la huida, confía en mi
— Ya lo hice y mira como termine serpiente tonta — le dio un ligero golpe con su dedo en la cabeza de la serpiente
— No le digas nada de esto a Tomoe — la serpiente la veía con sus ojos llorosos los cuales la conmovieron — Me matara si se entera que estuviste en peligro
— Vayamos a casa Mizuki...
Mizuki ayudo a Nyoko para que salieran sigilosamente sin dar sospechas a nadie que estuviera cerca. Estaban de nuevo montados en aquella serpiente gigantesca regresando a su presente.
El camino que tomaron de regreso ya no era el humo del incienso si no algo parecido a un túnel el cual era construido por fragmentos del pasado de Tomoe, uno a uno pasando ante la vista de Nyoko.