Love forever (versión 1)

Capítulo 14: ESPERANZA

Sebastián mantenía sus labios junto a los de Julissa, estaba con los ojos cerrados y parecía no querer alejarse, ella estaba sorprendida pero aún así no se movió para nada y mantuvo la vista firme en el. El beso solo duró 7 segundos pero para ellos fué como en camara lenta, finalmente el abrió los ojos y se dió cuenta de lo que estaba pasando, se alejó y agarró las bolsas dispuesto a irse.
Sebastián: Vámonos ( dijo cuando ya estaba a 2 metros de Julissa).
Julissa: (la emoción la invadía pero aún así caminó después de el) Estoy yendo. 

Hasta llegar a la casa de Rubén ninguno miró al otro, ya en la puerta Sebastián le entregó las bolsas sin decirle una sola palabra, ella ingresó a su habitación y después de encerrarse con llave, sonrió nerviosamente y la sensación de alegría estaba en su estómago.
Sebastián realmente le gustaba, entre tanto alboroto, se estaba enamorando. 
Ahora Sebastián y ese beso no salían de sus pensamientos, se miraba al espejo y sonreía nuevamente, hasta que tocaron a su puerta. Emocionada corrió pensando que era Sebastián...
Julissa: (abrió la puerta seriamente)Pasa Luis.
Luis: (la abrazó rápidamente) Te extrañé.
Julissa: (estaba sorprendida) ¿Estás bien?,¿Que pasó con tu cita?.
Luis: (se alejó de ella) Todo terminó.
Julissa: ¿Y todo bien?. 
Luis: Si, necesitaba eso para dejarla en el pasado. 
Julissa: ¿Que pasó con ella?.
Luis: Ahora te contaré.
Julissa: (señala el mueble) siéntate.
Luis: Hace años viví con la familia de Miguel, Tamara era mi madre. 
Julissa: ¿La bruja que ayudó a Miguel con el conjuro de Victoria y sus padres?.
Luis: Si, hasta el momento no sabemos de la existencia de más brujos en el planeta. 
Julissa: Lo siento, continúa.
Luis: Mi madre se suicidó hace 60 años al no aguantar más con la culpa de haber ayudado a Miguel. 
Julissa: Lo siento muchísimo Luis. 
Luis: Descuida, todo bien. Mi madre nunca me dijo la verdad, yo pensaba que Rubén fue el asesino de Victoria y por eso Miguel lo estaba buscando. Al suicidarse mi madre dejó una carta donde contó que fue Miguel el asesino y que ella lo ayudó, no quice creerlo porque siempre lo ví como un padre además el me apoyó en todo, pero esa misma tarde escuché una conversación entre Axel y Miguel, ahí confirmé que era cierto lo que decía mi madre. Esa misma noche me escapé de la casa y fui a vivir a la ciudad, me hice pasar por una persona recién llegada de la Sierra y oculté mi ubicación para que ningún vampiro rastreador pueda encontrarme. Después de seis años conocí a Kiara, ella aún era humana, trabajamos juntos en una panadería. Nos llegamos a enamorar y después de algunos meses le pedí que se case conmigo, ella aceptó pero me dijo que tenía cosas que contarme además que su familia era algo distinta. No me importó, igual yo también tenía un gran secreto, soy un brujo. Un día solo dejó de comer y la piel se le puso pálida, pensé que estaba enferma pero en realidad había sido convertida. Yo aún no sabía que le estaba pasando pero confíe en ella y le conté que soy un brujo y que podía ayudarla con magia, ella solo me vió y salió corriendo.
Ella ya vivía en casa de Miguel y sabía que era yo el brujo al que buscaban, obviamente le contó todo sobre mi pero decidieron mantenerme cerca por algún tiempo más, así pasaron 3 meses y Kiara finalmente me confesó que era un vampiro y que pertenecía a la familia de Miguel. Yo estaba completamente enamorado de ella que no me importó y le dije que podríamos irnos a otro país juntos y ser felices ahí, ella aceptó pero ya tenía el plan de acabar conmigo pensando que yo era alguien malo que solo buscaba venganza por la muerte de mi madre, Axel la envenenó contra mi y casi me mata. Esa noche cuando yo fui atacado conocí a Sebastián quien me ayudó y llevó a su familia. 
Julissa: Vaya, si que es algo...
Sebastián: ¿Interrumpo?(abre la puerta de golpe).
Luis: No, justo terminé de contarle a Lissa lo de Kiara.
Sebastián: ¿Cómo te fue con eso?(camina hacia el mueble dónde están Luis y Julissa sentados).
Luis: Salió bien, todo quedó en el pasado.
Sebastián: (se sentó en el mueble) Me alegro mucho. 
Luis: ¿Cómo les fue a ustedes con las compras?.
Julissa: Todo bien, aunque casi me asaltan. 
Luis: ¿Que pasó?,¿Estás bien?(la mira angustiado).
Julissa: Si, Sebastián me salvó de nuevo. 
Luis: Eso es lo bueno de tener amigos vampiros (mira a Sebastián) ¿Pero porqué no se hablan ustedes dos?, ¿Pasó algo? , ni siquiera se miran. 
Sebastián: Ella está asustada con el asalto, eso es todo. 
Luis: Tengo que irme, mañana haré algo importante (se levanta y camina hacia la puerta) nos vemos Lissa, hasta mañana Sebastián.
Julissa: Descansa (sonríe).
Sebastián: Que duermas bien. 

Había un gran silencio en esa habitación, ambos estaban sentados en el mueble pero ninguno miraba al otro. 
Julissa: ¿Que pasa?(dijo tímidamente).
Sebastián: Lo que pasó allá, nose que decir. 
Julissa: Me sorprendiste. 
Sebastián: Me gustó (la miró).
Julissa: (lo miró) no se que responder.
Sebastián: ¿Te incomodé?.
Julissa: No, solo es algo nuevo para mi.
Sebastián: Descubrí que las punzadas en el estómago son por tí.
Julissa: ¿Por mi? (lo miró rápidamente).
Sebastián: Si, incluso están pasando en este momento.
Julissa: ¿Pero que hice yo?.
Sebastián: No lose, la sensación llega cuando te veo y fué más intensa cuando nuestros labios chocaron. 
Julissa: ¿Te gusto?(se sonrojó).
Sebastián: No se cómo es eso. 
Julissa: Intentas jugar conmigo(dijo en todo serio).
Sebastián: Lo digo en serio.
Julissa: ¿Quieres que te crea eso?.
Sebastián: (sonríe) Pues si, ¿Acaso soy un mentiroso?.
Julissa: (sonríe con sarcasmo) mejor vete de mi cuarto (señala la puerta).
Sebastián: ¿No vas a creerme?.
Julissa: No, nadie creería eso, ¿Cómo sería posible que un vampiro de 200 años no se haya enamorado jamás?.
Sebastián: Es posible, es la primera vez que siento algo así. 
Julissa: Creo que mejor hablamos mañana, ya es algo tarde y debo dormir.
Sebastián: Recién son las 9:00pm.
Julissa: Siempre duermo a las 8:00pm.
Sebastián: (sonrió y caminó hacia la puerta) eres tan terca. 
Julissa: (sonríe) descansa bien. 
Sebastián: Tu también (cerró la puerta).

Un nuevo día llegó, el clima era perfecto no hacía frío y tampoco calor. Julissa se despertó tranquila, pero aún así le dolía el saber que sus padres estaban en el poder de Miguel. Ella sabía que tenía que hacer algo para salvarlos, ¿Pero que podría hacer?, jamás encontraría el libro y Rubén no le entregaría el anillo, además la policía no podía hacer nada porque todos eran vampiros. 
De pronto una idea llegó, si ella pudo ubicar el anillo, talvez podría ubicar el libro también, solo necesitaba una imagen de cómo era. 
Emocionada llamó a Luis, al parecer la idea no era tan mala solo necesitaba confiar. 

Luis: ¿Tu crees que funcione?.
Julissa: Talvez, solo quiero tener esperanzas. 
Luis: Pero hay un problema.
Julissa: ¿Cuál es?.
Luis: Yo nunca eh visto el libro, solo Rubén y Miguel saben sus descripciones.
Julissa: ¿Crees que Rubén quiera dibujarlo para mí?.
Luis: Nose, deberías hablar con el, no creo que se niegue. 
Julissa: Si, iré a pedirle. 

Julissa caminó nerviosa por los pasillos, sabía que existía un 50 % de posibilidades de que Rubén acepte su pedido y un 50% de qué la rechace, solo tenía que ser positiva y tener confianza.

Julissa: (toca la puerta) Buenos días, ¿Podríamos hablar?.
Rubén: (al otro lado de la puerta) En 5 minutos estaré en la azotea, espérame ahí. 
Julissa: Muchas gracias. 

Camino a la azotea sentía las piernas temblar, al llegar se sentó en un sillón grande y muy cómodo, espero algunos minutos hasta que Rubén apareció y se sentó junto a ella. 

Rubén: Buenos días Julissa.
Julissa: Buenos días, quería pedirle un favor. 
Rubén: Dime, ¿De qué se trata?.
Julissa: Es sobre el libro inmortal.
Rubén: (la miró y con un tono serio dijo) Sabes que no conozco su paradero. 
Julissa: Lose, pero ¿Podría usted dibujarlo para mí?.
Rubén: ¿Vas a ir a buscarlo?,¿Crees que lo encontrarás?.
Julissa: No, solo intentaré ubicarlo igual que a mí pulsera ¿Recuerda?.
Rubén: Si lo recuerdo, pero ¿Crees que funcione?.
Julissa: Nose pero me gustaría intentarlo, ¿Podría ayudarme porfavor?.
Rubén: Está bien, creo que fui duro contigo la última vez que hablamos, me disculpo y te haré el dibujo del libro. 
Julissa: No sabe cuándo le agradezco.
Rubén: (asintió con la cabeza) Te lo entrego al atardecer, Ve a desayunar con Luis (sonrió) es el único que puede comer como humano. 
Julissa: (sonrió) muchas gracias. 

Las horas pasaron rápidamente, Julissa estaba emocionada pero también era consciente que la invocación podría no funcionar. 
Rubén cumplió con su palabra, al atardecer le entregó un dibujo coloreado de un extraño libro, tenía el forro marrón y en la portada decía "elementum immortalem".
Rubén: Este es el dibujo (le entregó un cuadernillo).
Julissa: Muchas gracias (observa el dibujo) ¿Que significa el texto de la portada?.
Rubén: Elemento inmortal.
Julissa: Está bien, lo intentaré en un momento. Luis fue a traer unas flores cuyo aroma hace que los pensamientos sean más nítidos.
Rubén: Muy bien, estaré en mi habitación (camina lentamente por el pasillo).
Julissa: Muchas gracias sotra vez.
Sebastián: (interrumpió) Buenas, no te vi todo el día.
Julissa: Si, me di cuenta (lo observa).
Sebastián: Luis me contó lo del dibujo, vas a ver qué todo saldrá bien. 
Julissa: Gracias, ¿Que estabas haciendo en la mañana?.
Sebastián: Algunas cosas.
Julissa: Oh, entiendo (sonríe).
Sebastián: ¿Porqué?, ¿Me extrañaste?.
Julissa: No digas tonterías.

Ella golpeó el brazo de Sebastián suavemente y el le respondió el gesto abrazándola, fue un largo abrazo...

Sebastián: Contigo me siento tan bien. 
Julissa: Yo también, muchas gracias por todo.
Sebastián: No lo agradezcas.
Julissa: Me has salvado varias veces sin ser nada. 
Sebastián: Lo haría mil veces más, solo por tenerte así.
Julissa: (se aleja un poco de el) Hace días dijiste que por mi culpa...

Sebastián la interrumpió con un tierno beso, ambos cerraron los ojos dejándose llevar por el atardecer. Los segundos pasaron lentamente, el finalmente se apartó de ella y le dijo...

Sebastián: Nunca me arrepentiré de nada respecto a ti. 
Julissa: Eso fue...
Luis: Llegué (interrumpió) Lissa, estas son las flores (le entrega unas flores color azul cálido) te ayudarán muchísimo.
Julissa: Tienes razón (huele una de las flores) ahora mismo intentaré ubicar el libro.
Sebastián: Luis, es mejor apartarnos un poco (retrocede unos pasos).
Luis: Si, tienes razón (se acerca a Sebastián).

Julissa se quedó a cierta distancia con el dibujo en una mano y la flor en la otra, cerró los ojos y pidió con todas sus fuerzas que apareciese una imagen en su mente, una sola imagen de algún lugar para que pueda tener una pista de dónde buscar.

Julissa: (finalmente abrió los ojos y observó a Sebastián) No puede ser. 

Continuará...




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