Love forever (versión 1)

Capítulo 25: CORAZONES ROTOS

Julissa y Sebastián caminaban victoriosos hacia donde se encontraban los señores Mendoza, en el corto camino encontraron a Eduardo y Kiara besándose, la inmortal quiso intervenir pero luego recordó que esa era la despedida de su amigo, entonces solo siguió de la mano con el vampiro, caminaron un poco más y ahí estaban ellos, los padres de Julissa estaban de pie y con una gran sonrisa en sus rostros.
Cuando la inmortal llegó junto a sus progenitores no pudo evitar abrazarlos nuevamente, su corazón estaba feliz por verlos, pero ahora tenía que dar muchas explicaciones, ¿Qué pasará?.

Danna: ¿Qué pasa Julissa?, ¿Qué ha sido todo esto?.
Mauricio: Danna, no la atormentes, ella nos ha salvado. 
Julissa: Mamá, te daré todas las explicaciones que me pides, pero primero debemos ir a un lugar. 
Danna: ¿A dónde iremos?, ¿Cuánto tiempo pasó?.
Julissa: Un poco más de tres semanas (observó a Sebastián) les presento a Sebastián, él ayudó mucho para poder rescatarlos. 
Mauricio: Muchas gracias por ayudar a nuestra hija. 
Danna: Estaremos eternamente agradecidos con usted. 
Sebastián: No se preocupen por nada, Julissa, iré por Luis. 
Julissa: Está bien, aquí te esperamos.
Sebastián: Regreso pronto (se fué).
Danna: Ahí viene Eduardo, se quedó hablando con esa señorita, la que nos trajo aquí. 
Julissa: Si, ella es Kiara.
Mauricio: ¿Sabes que fecha es?.
Julissa: (sonríe) si papá, hoy es 18 de abril, hoy cumplí 18 años. 
Danna: Mi amor (abrazó a Julissa) feliz cumpleaños, ya eres mayor de edad. 
Mauricio: (se unió al abrazo también) feliz cumpleaños hija.
Eduardo: ¿No me invitan al abrazo?.
Julissa: Claro que sí tonto, ven aquí. 

Julissa y su familia esperaron a que lleguen Luis y Sebastián para hacer el portal y regresar a España, la inmortal estaba muy pensativa, tenía que decirles a sus padres lo que estaba pasando, para ellos era muy nuevo todo. 
Después de varios minutos estaban todos juntos, Julissa levantó su mano derecha e hizo un círculo invisible en el aire, esto provocó que se realice un portal, el rostro de los señores Mendoza era indescriptible, no parecían muy convencidos de lo que estaban viendo.
Julissa les sonrió tímidamente, asintió con la cabeza y los invitó a pasar tomándolos de las manos, esto les provocó confianza y accedieron a pasar por dicho portal.
Después de cruzar el portal los padres de Julissa estaban más que sorprendidos, había oscurecido rápidamente en cuestión de segundos.

Julissa: papás, yo les explicaré todo después pero deben saber que estamos Sevilla, en el país de España, por eso está oscuro aquí, son aproximadamente las 8pm y en Perú debe ser la 1pm, acabamos de cruzar un portal que nos lleva a todos los lugares que querramos. 
Danna: Está bien hija, después nos explicas todo, pero ¿Qué hacemos aquí?.
Mauricio: Julissa, esto ha sido muy extraño, no parece real. 
Julissa: Lo sé papá, pero todo es real, y mamá, estamos aquí porque nos quedaremos en casa de un amigo hasta regresar a la nuestra. 

Esa noche fué algo corta, Julissa no quería nada más que estar al lado de sus padres, los señores Mendoza se quedaron en la habitación de Julissa, ahí descansaron los tres juntos, todo parecía tan irreal. 

El amanecer de un nuevo día había llegado, ya eran las 8 de la mañana cuando Julissa despertó y se dió cuenta que no había sido un sueño, sus padres estaban con ella, ambos la estaban viendo dormir. Los tres sonrieron al darse cuenta que estaban juntos, y ya nada podría separarlos de nuevo. 

Después de desayunar la inmortal regresó sola a su habitación dejando a sus padres en la cocina, cuando llegó a su habitación se sentó a escribir, necesitaba dejar una nueva carta, solo le quedaban dos días para tomar una decisión, olvidar todo acerca de los vampiros, o prepararse para asesinar a alguien. Entonces lo decidió, no dejaría que nadie muriese por ella, era muy cruel tan solo pensar en algo así, no podría asesinar a alguien que ama solo por obtener la inmortalidad.
Pero ¿Qué pasaría una vez que ella regrese a Lima?, ¿Sus padres y Eduardo también olvidarán todo?, ¿Sebastián la buscará?, Todas esas preguntas pasaron por su mente y para la última si tenía respuesta, Sebastián iría por ella y le exigiría una explicación, ¿Cómo podría hacer que él no la busque?.
Después de pensar por algunos minutos finalmente se dió cuenta, solo había una forma para que él la deje ir, tenía que romperle el corazón.

***CARTA A SEBASTIÁN**************
Sebastián,
Soy yo Julissa, perdón por esto pero tengo que decirlo, no te quiero, no me gustas y tampoco creo que pase en el futuro, sé que soy algo cruel pero en realidad me importa muy poco, solo te usé para recuperar a mis padres, nunca llegué a perdonarte que me hayas tratado mal cuando te conocí, fuiste muy malo conmigo, solo estuve esperando la oportunidad perfecta para hacerte pagar cada palabra que me dijiste. 
Si estás triste ahora he logrado mi cometido, lo único que quice de tí fueron tus habilidades como vampiro y tú protección. Ahora que recuperé a mis padres, me iré con ellos, soy un ser inmortal, ya no te necesito así que te pido por favor, no me busques ya que estaré protegida por mi magia y nunca podrás encontrarme, ahora soy superior a todos ustedes, eres alguien insignificante para mí, y si te enamoraste, lo siento mucho por ti, tendrás que olvidarme, gracias por tu ayuda y hasta nunca.

Julissa.
********************************

Julissa terminó de escribir esto y su corazón se rompió, no pudo evitar soltar varias lágrimas por él, ese vampiro le había robado el corazón, estaba completamente enamorada de él y ahora tenía que dejarlo, ¿Por qué le pasan estas cosas a ella?, ¿Qué hizo para merecerlo?.
Guardó la carta en un sobre y cuando estaba a punto de guardarla juntos a las otras 2 en el cojín, alguien tocó la puerta haciendo que ella se ponga nerviosa y lance el papel debajo de la cama.

Sebastián: (abrió la puerta) Hola humana, buenos días. 
Julissa: Buenos días. 
Sebastián: ¿Qué pasa?, ¿Has estado llorando?.
Julissa: Un poco, pero de felicidad, no te preocupes.
Sebastián: Bien, pero no me gusta que llores, haces que me sienta triste, no lo hagas más. 
Julissa: (sonríe) está bien, no lo haré más.
Sebastián: (caminó hacia ella y la abrazó) celebremos hoy tu cumpleaños.
Julissa: ¿No es pregunta verdad?.
Sebastián: No, ya tengo todo listo. 
Julissa: Está bien, ahora será hermoso celebrar, tengo a todos los que quiero cerca.
Sebastián: Bien, entonces a las 7pm en el balcón.
Julissa: Ayer me citaste a las 6pm ahí, ¿Para que era?.
Sebastián: Pues quería darte una sorpresa por tu cumpleaños pero todo cambió y de un momento a otro nos encontrabamos junto a tus padres. 
Julissa: (se alejó) Si, lo sé, fue un hermoso cambio. 
Sebastián: Claro que si, por cierto, ¿Qué pasará si los vampiros intentan salir más allá del kilómetro que les permitiste?.
Julissa: No les pasará nada, hay círculo invisible que no los dejará pasar pero eso es todo.
Sebastián: Pensé que ibas a poner fuego o algo así. 
Julissa: No, no podría estar tranquila haciendo algo así. 
Sebastián: Los perdonaste a pesar de todo lo que hicieron. 
Julissa: No quería nada más que estar con mis padres. 
Sebastián: Ví a tu amigo con Kiara. 
Julissa: Lo sé, no he podido hablar con él aún, pero de lo que si estoy segura es que le gusta ella, y no creo que ella tenga buenas intenciones.
Sebastián: Lo sé, ella no es de fiar. 
Julissa: Espero que Eduardo no piense en regresar por ella. 
Sebastián: No creo, igual debe estar vigilado, aunque caminando es imposible que llegue. 
Julissa: (sonríe) Lo sé, no te burles.
Sebastián: Lo siento, ¿Ya te han dicho hoy que estás muy hermosa?.
Julissa: No, debo ir a la cocina (sale rápidamente de la habitación).
Sebastián: (sonríe y la sigue) ¿Por qué huyes ahora?.

Las horas pasaron y Julissa ya estaba dentro de un hermoso vestido dorado, era algo casual pero se veía espectacular, la magia hacia maravillas, con tan solo mover la mano derecha tenía todo tipo de vestidos y zapatos en su habitación, sus padres ya estaban esperándola en el balcón, la pequeña fiesta estaba a punto de comenzar. La inmortal recordó la carta, era el momento perfecto para entregársela a Sebastián y huir de ahí, aprovecharía la distracción y se alejaría rápidamente.
Caminaba nerviosa hacia el balcón y al llegar ahí observó a sus pocos invitados, todos tenían sonrisas en sus rostros y vestían para la ocasión.
Sebastián la recibió y la llevó con él, después de mirarla por unos segundos decidió hablar. 

Sebastián: Atención a todos, está hermosa niña que está aquí parada, es mi novia y ayer cumplió años, no pudimos celebrarlo por motivos que ya conocemos pero hoy tenemos que aprovechar y bailar todo lo que podamos (se dirige a Julissa) te quiero muchísimo, feliz cumpleaños.
Julissa: Muchas gracias Sebastián, y muchas gracias a todos por estár aquí conmigo, este día lo recordaré siempre como el día más feliz de mi vida, mis padres están aquí y ya no corremos peligro, nadie de esta familia tiene que huir otra vez, todos están a salvo. 
Rubén: Y eso te lo debemos a ti, también quiero agradecerte por salvarlos a todos en nuestra familia.
Julissa: No sé preocupe Rubén, es algo que tenía que hacer. 
Sebastián: Señor Mendoza, ¿No desea bailar con su hija?.
Mauricio: Claro que si (caminó hacia Julissa) Hija, ¿Bailamos una canción?.
Julissa: (asintió con la cabeza) por supuesto papá.

Julissa se encontraba bailando con su padre, era tan bonito que parecía un sueño, dos días antes no lo imaginó así, pero ya era momento de hacer algo más, se acercó al oído de su padre y le susurró unas palabras a las que Mauricio reaccionó sosprendido pero finalmente lo aceptó y asintió con la cabeza.
Después de unos segundos Julissa invitó a bailar a Sebastián, y Mauricio regresó junto a Danna.

Julissa: (sacó la carta y se la entregó a Sebastián) Es para ti. 
Sebastián: ¿Una carta de amor?.
Julissa: Tal vez creas que soy anticuada, pero no la leas hasta la media noche. 
Sebastián: ¿Y eso por qué?.
Julissa: Solo te diré eso (sonríe) te quiero.
Sebastián: Yo también te quiero humana. 

Al terminar el baile Julissa se alejó de Sebastián y caminó hacia sus padres, su corazón estaba roto y quería llorar pero tenía que mantenerse fuerte o la descubrirían.

Julissa: Atención a todos, mis padres, Eduardo y yo haremos un baile en esta oportunidad, pero tenemos que cambiarnos, así que regresaremos en unos minutos. 

Julissa se llevó a sus padres y amigo a su habitación, con lágrimas en los ojos levantó su mano derecha y abrió un portal para segundos después atravesarlo y dejar atrás esa casa llena de vampiros.


Ya habían pasado veinte minutos desde que Julissa y sus padres fueron a cambiarse y no regresaban, el más impaciente era Sebastián quién no aguantó mucho más y fue a buscarla. Al llegar a la habitación se dió cuenta que no había nadie ahí, pensó que se trataba de una broma pero tenía un mal presentimiento, algo le decía que esa noche iba a ser distinta. 
Sebastián caminó lentamente hacia el balcón donde todos estaban esperando, en sus ojos se veía una profunda tristeza, en sus manos traía la carta fuera del sobre, ya había leído el contenido, ya tenía el corazón roto.

Rubén: ¿Qué pasa Sebastián?.
Luis: ¿Dónde está Lissa?, ¿Tardarán mucho?.
Sebastián: No.
Luis: ¿Dónde está entonces?.
Sebastián: Ella no llegará, se ha ido. 

Fin.




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