(love &) Hate - Catradora

Salvada

Estaba con mis amigas, habíamos terminado el viaje. Nos habíamos inscrito en la universidad y estábamos buscando un trabajo. Yo estaba desesperada por conseguir un trabajo relacionado a mi carrera, ingeniería en sistemas. Pensaba en trabajar en alguna tienda de celulares o algo por el estilo, pero si no consigo, algo que me de buena cantidad de dinero y sea fácil.

Venía investigando en mi celular, pensando en los lugares cercanos en los que podría averiguar. No llegué a darme cuenta de lo rápido que estaba caminando, hasta que un cuerpo me tiró al piso.

¿Qué carajos acaba de pasar?

Miré mi entorno y pude ver una cabellera rubia junto a unos ojos celestes. Estaba tirada en el pavimento de la vereda, con el semáforo en verde. Conecté los cables y en seguida recapacite en que esta mujer desconocida me había salvado la vida.

—¡Oye! ¿Te encuentras bien? De verdad, gracias por salvarme. Fue mi culpa, no veía por dónde caminaba.— Me estaba arrepintiendo demasiado de haberme hundido en mi celular.

—Está bien, no te preocupes. Lo que importa es que estés bien.— Una voz con tonos amables y sinceros salió de su boca. La verdad, lo había hecho por reflejo y se notaba en su mirada. Creo que no podría estar más agradecida con la rubia.

—¿Segura? Amortiguaste mi caída. ¿Te duele la cabeza? Tal vez debamos ir al hospital..

—Tranquila, me encuentro bien.

Es entonces cuando veo a Catra y Scopia venir corriendo como si se hubieran unido a una maratón, las veía preocupadas.

Scorpia me ayudó a levantarme, preguntándome qué había sucedido y si me encontraba bien.

—Tu... tú eres la niña del orfanato..— Miré a Catra, parecía confundida y sorprendida.

—¿Catra?— dijo la joven rubia, quien parecía a punto de llorar. Yo intercambiaba miradas con Scorpia, no comprendíamos qué estaba pasando.

—¡Catra!— gritó, saltando a darle un abrazo a mi amiga. Catra no parecía cómoda en el abrazo, pero por respeto quiso devolverlo, como le habíamos enseñado con Scorpia.

De un momento a otro, los brazos de la joven se aflojaron y vimos como Catra hacía fuerza sobrehumana para sostenerla.

—Chicas... u-na mano...— El rostro de Catra se transformó. Miré con urgencia a Scorpia y corrimos a su ayuda.

—Se desmayó, déjenmela a mí.— Scorpia comenzó a revisarla—. Su pulso está uniforme, su respiración también.. chicas, necesito que tomen tiempo.

Torpemente, tomé mi celular del bolsillo y puse el cronómetro a andar.

Scorpia estaba calculando cuanto tiempo llevaba desmayada. Yo sólo podía mirar el cronómetro, notando los nervios de Catra.

—Okey, llamen una ambulancia. Puede que sea una leve lesión en la cabeza y que la conmoción la haya alterado.. —decía mientras apoyaba a la joven de su lado derecho, para que pudiera respirar libremente, según ella.

Una tos y una cabeza levantada nos hizo frenar a todas por unos segundos.

Se estaba sentando, una mano sostenía su cabeza.

—¿Dónde estoy?...

—¿Cuál es tu nombre?— exigió Catra.

—Adora... Razz...— Parecía un poco perdida, pero estaba consciente de sus sentidos.

—¿Cuántos años tienes?— Le siguió Scorpia.

—Diecinueve..

—¿Reconoces a alguna de nosotras?— dije, esperando alguna respuesta afirmativa.

—¿Debería...?— Pude sentir la puñalada invisible que le llegó a Catra. Una mueca de dolor se asomó por mi rostro, estaba segura de que eso no le había caído del todo bien. — Sólo reconozco a Catra..— un suspiro de alivio escapó de todas nosotras. Estaba segura de que estaba bien, pero Scorpia siguió con las preguntas.

—¿Sabes lo que sucedió?

—No recuerdo muy bien... ¿acaso me desmayé?

—Correcto. Se ve que estás bien, pero deberíamos ir a chequearte por si acaso.

Inmediatamente comprendí la indirecta y llamé a por un taxi.

Subimos las cuatro al auto, indicándole al chofer el hospital cerca de la universidad de medicina a la cual Adora asistía.

Catra se veía preocupada, pero estaba aliviada. En cambio, Scorpia parecía un poco alterada, pero el aire a determinación que ella poseía eliminaba cualquier duda al respecto.

Llegamos al lugar y fuimos a la sala de espera, sólo veníamos por un chequeo, y si bien conocíamos a esta muchacha hace muy poco, ella salvó mi vida y, para colmo, parecía ser una vieja amiga de Catra, lo cual sumaba puntaje para ella.

No la íbamos a dejar tirada.

El doctor nos llamó, fuimos a su oficina y le hizo un chequeo a Adora.

Pupilas, oídos, estómago, garganta, pulso.. lo típico.

Luego le comentamos lo sucedido y, con un masaje, detectó un leve moretón cerca de la nuca de Adora.

Scorpia se tensó completamente, parecía ser un lugar peligroso para lastimarse.

—Tuvieron mucha suerte. De haber sido más abajo el golpe, podría haber muerto. Con un ungüento bastará. Aplícalo sobre el cabello, bien en las raíces en la zona del moretón. Mantenlo media hora o más, antes de bañarte siempre.

Adora asentía.

—Esa idiota..- escuché murmurar a Catra, parecía igual o aún más tensa que Scorpia. Yo no entendía nada.

—Seguro estuvo inconsciente. ¿Cuánto tiempo fue? —Dijo el doctor mirando a Scorpia.

—Entre 36 y 40 segundos.

—Bien. Si una persona supera el minuto inconsciente, llamen una ambulancia en seguida. Podría ser algo grave. Señorita Scorpia, gracias por su ayuda. Sus estudios están cobrando frutos.

¿Eh? ¿Scorpia conoce a este señor?

Un leve rubor se asomó en las mejillas de la peliblanca, cosa que me confirmó el que ellos se conozcan.

—Muchas gracias, señor. Hice mi mejor esfuerzo.

Flashback

—Scorpia, ¿Qué haces? Estamos en vacaciones, suelta ese libro.

—Dijimos que íbamos a salir mañana, ¿qué dices?— Scorpia no levantó la mirada ni un segundo de su libro, cosa que me alteró un poco.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.