(love &) Hate - Catradora

Tormenta eléctrica

No tengo la menor idea de cómo terminamos así.

Estaba todo bien. Catra pasaba las tardes y algunas noches en el departamento de Adora, iban juntas a la universidad, la acompañaba a su trabajo y volvían juntas. Parecían llevarse bastante bien, mucho mejor que los momentos tensos que pasaban los primeros días luego de reencontrarse.

Y luego, repentinamente, un día Adora calló en el departamento, destrozada, para irse y no volver.

Flashback

Adora había llegado repentinamente, estaba parada en la puerta de entrada mirando el piso. Inclusive cuando me habló no me miró a los ojos, fue cuando supe que algo había pasado.

—¿Adora?

—¿Está Catra en casa?

—No, no la veo desde esta mañana que pasó a buscar ropa para cambiarse, pero seguro viene para la cena en una hora...—. Su rostro parecía... ¿enojado? No, no es eso. ¿Furioso? Menos.. ¿Decepcionada?¿Preocupada? No sabría describir su rostro. Parecía seria, como si fuese a hacer algo de lo que se llegue a arrepentir—. ¿Quieres pasar y esperarla adentro?—sugerí. No creo que pueda hacer mucho más que eso, pero su reacción me sorprendió... para mal.

—Gracias...—dijo sonriendo. Odio las sonrisas falsas. Sé que seguro lo hizo por cortesía, por ser amable conmigo porque no tenía la culpa de que ella esté así, o porque no quería que me preocupase por ella, lo que me preocupaba más.

 

Adora entró y se sentó. Vestía unos jeans holgados y un top suelto rojo y mangas largas con converse. El tema no era qué ropa usaba, sino lo demacrada que esta estaba. El top tenía cortadas en las mangas y en la parte del cuello, los jeans tenían barro seco y ni hablemos de las zapatillas.

Se quedó sentada en el sillón mientras yo terminaba de preparar la cena. Parecía tener una mirada perdida y decaída, como si no hubiese dormido bien —además de que sus ojeras la delataban—.

Al paso de una hora y media, escuchamos las llaves resonar en la puerta del departamento. Yo fui dos segundos al lavadero a dejar el delantal para lavar y los repasadores sucios que había utilizado para cocinar.

—Al fin en casa, que día de mier...—. Fue todo lo que escuché, hasta que pasamos a un pleno silencio—. ¿Adora?—. Catra se escuchaba arrepentida y desorientada—. Pensé que te habías ido a lo de Mara, que-

—Mara no es lo que importa ahora, Catra—.  Adora sonaba destrozada, su voz entrecortada anunciaba el llanto a punto de desbordarse—. ¿Dónde estabas?

—¿Yo? Tuve que ir donde Weaber...

—¿Con quién?

—Adora, eso no es nada importante para noso-

—¿¡Con quién, Catra?!—. Me asomé y pude ver la situación. Catra seguía parada cerca de la puerta del departamento, la cual estaba cerrada. Estaba parada como si estuviese indefensa, mientras que Adora... ¿Temblaba?

—C-Con Rogelio..

—¿Y qué hacías con Rogelio en la casa de esa bruja?

—Adora..

—¡DÍMELO!—. Adora había perdido toda la paciencia—. ¡DIME! ¿FUI ENGAÑADA TODO ESTE TIEMPO PARA SER TU JUGUETE DE DIVERSIÓN? ¿UN PELUCHE PARA AYUDARTE A DORMIR? ¿TE DIVERTISTE APROVECHÁNDOTE DE MÍ? 

—Adora, me dejas explicarte... No hay nada de lo que debas preocuparte...

—¿Nada? ¿Eso es el matrimonio para tí?...—. Adora había comenzado a llorar. Lloraba a mares, sus piernas habían comenzado a temblar una vez más y sólo se dejó caer, llorando con grandes y sonoros sollozos—. Con que nada, ¿eh?... Pierdo a mi mejor amiga, a mi novia, para volver y encontrarla casándose con la persona que decía ser sólo un amigo, que decía repudiar sus besos y toques fuera de lugar... Ya no sé que hacer—. Catra parecía querer ayudarla, querer abrazarla pero por alguna razón, se detenía cada vez que el impulso se le presentaba—. Ya no sé qué hacer, Catra... Razz falleció hace unos días, dejando solas a Mara y a mí, Mara se entristeció, dañando a su bebé sin darse cuenta y se mudó con su marido, dejando todo en mis hombros. Glimmer decidió irse con su padre, quién decidió hacer aparición y Bow se fue a visitar a sus hermanos. Pensaba que estarías conmigo, que... me amabas... que esperarías a que la farsa se termine con Rogelio para poder librarte de Weaber. ¿Y me encuentro con esto? ¿Qué hice para merecer todo esto? Yo no hice nada malo y aún así... ¿Por qué, Catra?—.Catra ya había empezado a llorar desde tiempo atrás. Apenas Adora mencionó algunas palabras, Catra se había roto, viendo cómo mis advertencias de descuidar a Adora habían sido más que advertencias, sobrepasando sus límites y consumiendo su felicidad. Me sentía muy mal, y me sentía peor poniéndome en los zapatos de Catra, quien se debe estar culpando por ser una idiota en estos momentos. 

Catra se acercó, se agachó a la altura de Adora y extendió sus brazos para abrazarla, los cuales nunca llegaron. Adora había empujado a Catra, la cual cayó sentada y confundida.

—¡Aléjate! Sólo hazlo...—. estuvo minutos mirando el suelo, arrodillada, tapando sus oídos como si alguien estuviese gritándole—. Tengo que salir de aquí...—dijo finalmente, para salir por la puerta del departamento corriendo, sin mirar atrás.

Fin flashback.

Pasaron 2 meses desde entonces. Catra hace una semana comenzó a salir del departamento otra vez, luego de estar encerrada en su habitación sin salir por días, y no volví a saber de Adora. Bastantes personas vinieron a buscarlas a ambas. Al parecer, no había vuelto ni a su trabajo, que tanto amaba, ni a la universidad.

Se iba temprano a la mañana y volvía tarde en la noche. No sé si comía algo durante el día o dónde estaba, sólo sé que permaneció con esa mirada fría y perforadora luego de la desaparición de Adora. Volvió a la personalidad que tanto nos habíamos esmerado Entrapta y yo en moldear para que pueda sentirse mejor con ella misma y llevarse mejor con las personas que querían formar parte de su entorno. Había vuelto a ser la persona fría, cruel con quien se le cruce, la que creía estar por arriba de todos, la insoportable versión de Catra que nadie soportaba.




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