†love of enemies†

Capitulo 5

Pasaron apenas dos semanas desde aquel encuentro en el bar, pero para la familia Villalba, fue el comienzo de la ruina.

La cosecha —la más grande en años, el sustento principal de sus tierras— fue arrasada por una plaga que nadie vio venir. Se extendió como fuego en la maleza, como si alguien la hubiera soltado a propósito, con cálculo quirúrgico.

Los informes fueron claros: pesticidas vencidos, irrigación manipulada, y un lote entero de maquinaria que “casualmente” falló al mismo tiempo. Nadie decía nada, pero todos lo sospechaban: no fue un accidente.

—Nos están atacando —había dicho el señor Villalba con el rostro más envejecido que nunca—. Desde las sombras, como ratas.

Y Stefany, de pie al borde del porche, con el celular en la mano y la mirada perdida en los campos arruinados, solo pudo apretar los dientes y jurar en silencio.

—Juro que voy a encontrar al responsable. Aunque me lleve el alma.

Pero lo que ella no sabía, lo que nadie sabía…
es que ya lo había encontrado.

Mauro Duarte miraba los titulares del diario local mientras se servía otro vaso de whisky.

“Cosecha Villalba en crisis: se pierden millones y peligra la estabilidad de la región agrícola.”

—Qué lástima —susurró con cinismo, tirando las cenizas del cigarro en el cenicero de acero—. Una lástima tan útil.

su abogado, asomó por la puerta con una carpeta.

—Todo va según lo planeado. Las inversiones de los Villalba están congeladas, el banco retiró el préstamo y los empleados piden compensaciones. ¿Seguro que no quieres comprar las tierras ahora?

—No. Quiero que vengan a mí —respondió Mauro sin quitar los ojos del diario—. Quiero verlos tragarse el orgullo. Quiero ver a ella volver… pero esta vez, pidiendo más que tierras.

Si abogado lo observó en silencio.

—¿Y si no vuelve?

—Volverá. Ella no es como los otros. Stefany Villalba no huye. Pelea. Y eso... —sonrió, oscuro—, eso la hace perfecta para destruirla.

—Nos arruinaron, Stefany —la voz de su madre temblaba mientras contaba los números del desastre—. Esta familia nunca tuvo enemigos. ¿Quién haría algo así?

—Alguien que nos conoce —respondió Stefany con la mirada fija en los papeles—. Alguien que quiere vernos caer.

—¿Y qué vas a hacer?

Stefany se levantó lentamente, tomó su chaqueta, y respondió con una voz tan firme que dolió escucharla:

—Lo voy a encontrar.

Y lo que ella no sabía…
es que ya lo había hecho.
Que ya lo había tocado, enfrentado, desafiado.
Que el enemigo que busca con furia… lleva el nombre de Mauro Duarte.
Y él… ya eligió su próximo movimiento.



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En el texto hay: ranchos peleas, emociones y mas, nitanbueno

Editado: 20.08.2025

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