Love Sonets

Capítulo 3. Inesperados reencuentros.

Carol.

–¿Ya llegaste a Corea? –preguntó Lauren al contestar la llamada de teléfono, mientras entraba al coche que pedí, para ir al Hotel en el que me hospedaría.

–Sí, estoy entrando al auto.

–¿Cuándo regresas?

–No lo sé, depende que tanto se alarguen las conversaciones.

–Ojalá no sea mucho.

–¿Qué? ¿Me vas a extrañar? –pregunté divertida.

–Por supuesto, ¿quién va a ir de compras conmigo?

–Yo. Iremos el fin de semana.

–Aw, eres muy linda.

–Ajá –murmuré, pasando una mano por mi largo cabello, jugando con las puntas de este –. ¿Cómo va el negocio?

–Todo bien, no hay ningún problema.

–Perfecto.

–¿Cómo van tus pinturas?

–Sigo seleccionando.

–Ya falta poco para la inauguración, debes apresurarte.

–Sí, lo sé –dije en un suspiro, viendo que habíamos llegado al Hotel –. Voy a colgar, he llegado al Hotel, quiero descansar un rato antes de mi junta.

–Está bien. Cuídate, suerte en tu reunión –deseó Lauren, colgando la llamada.

Guardé el celular en mi bolso, tomándolo y saliendo del auto. Tomé mi maleta, y luego de agradecer de manera vaga al conductor, entré al Hotel. En recepción, les hice saber de mi reservación, haciendo que me dieran una llave electrónica.

Caminé al ascensor, donde marqué el número de piso, donde se suponía, estaba mi habitación. Algunas personas entraban y salían, conforme subíamos los pisos, hasta que finalmente, llegué. Eché a andar por el pasillo, llegando a mi habitación.

Pasé la llave electrónica, abriendo la puerta. Ignoré todo, hasta llegar a donde estaba mi cama, donde dejé la maleta a un lado. Tomé todo lo necesario para darme un baño, encerrándome en la ducha. La tibieza del agua me relajó, haciendo que ya no me sintiera tan estresada.

Al secarme, mi vista cayó en el tatuaje de mi clavícula, cercano a una fina cicatriz rosada, evidencia de mis antiguos maltratos y abusos. La acaricié un poco, mientras los recuerdos volvían a mi mente. Cerré los ojos y sacudí la cabeza, no era tiempo para hundirme en eso.

Salí del baño, secando un poco mi cabello y echando la maleta a la cama, buscando mi pijama y la ropa adecuada para la reunión, y así, asegurar lo que podía ser el mejor proyecto de mi vida. Después de dejar la ropa en una silla, me cambié y sequé mi cabello con la secadora, acostándome en la cama para dormir un poco, y así, descansar mi mente por algunas horas.

♣♣♣♣♣

Los rumores sobre esta empresa son ciertos: el lujo y poder se ven desde fuera. Admiré la arquitectura de semejante edificio, antes de ir a la entrada y anunciarme, para que me llevarán de manera directa a la oficina de Kim SeokJin, el CEO de esta empresa. Me pidieron que esperará, y así lo hice, sentándome en un sillón cercano.

Revisé mi agenda en mi celular, organizando las citas que tenía esta semana y la próxima, para asegurarme de no dejar nada de lado, y así, cumplir con este ambicioso proyecto, pues requería de toda mi atención.

Unas risas llamaron mi atención, y al alzar la mirada, me congelé. No podía creer lo que mis ojos veían. Frente a mí, a una considerable distancia, se encontraba Angelina Nicolette Jensen, la hermana de Jhoath.

¿Qué hace Angelina aquí? ¿Jhoath estará con ella? ¿Me reconocerá? ¿Qué es lo que está pasando aquí?

–Señorita González, un placer verla de nuevo –dijo Kim SeokJin en inglés, llamando mi atención.

Me levanté de mi asiento con fingida firmeza, esperando no caer por el leve temblor en mis piernas. Todo esto era demasiado que procesar.

–Señor Kim, un gusto verlo –mencioné, estrechando con firmeza su mano.

–Déjenme presentarlas. Ella es Lina Jensen, Jefa de Equipo del grupo de finanzas y contabilidad. Lina, ella es Carol Gonzales, CEO de Paradise Garden.

–Un gusto conocerla, señorita González –respondió Lina con una sonrisa amable, estirando su mano para estrecharla con la mía.




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