Loveless

Esas palabras que rompieron su corazón no dejaban de rondar por su mente, el chico que ella alguna vez amó se cruzaba por sus recuerdos. Pero ella ya se sentía cansada de recordarle, su mente, su virtud y corazón estaban cansados. Sus ojos recorrían las calles desde su ventana, viendo el tibio viento de verano rozar los árboles.

Suspiró y guardó el último marco en la caja que correspondía. Dejando la caja en el piso, movió una caja más chica hacia la mesa de vidrio que habían comprado juntos. El rencor invadió su mirada. 

Cálido viento entra por la ventana, y por debajo de una caja, vuela un pequeño sobre blanco hasta sus pies. Con destinatario a “Erika”, a ella. Agachó la mitad de su cuerpo y levantó la carta, tocando con los dedos la tinta plasmada donde estaba su nombre. Un escalofrío recorrió su espina dorsal, sintió su sudor volverse frío y su cuerpo por dentro hirviendo. Reconocía esa letra. Algo dentro de ella decía “abrelo", pero su demonio interno le susurraba que no lo hiciera. 

Su corazón dejó de latir y sus ojos de llorar, sólo observaba la carta entre sus dedos. Iba a ponerle un fin a esto.

Lentamente dejó la carta sobre la mesita, cogió la caja sobre la mesa y girándose salió de la habitación, dejando la caja de recuerdos que alguna vez tuvo. Y la carta, esperando por se abierta, ahí fue abandonada. 

Y, al final, ella no se atrevió a abrir la carta.