Lovers in Litnet.

Capítulo 3: El misterio del romance.

Tatiana seguía frente a la computadora que tenían en la habitación y que también compartían, seguía haciendo tareas. 


Ricardo le “supervisaba” mientras estaba acostado en su cama distraído en el teléfono. La idea de husmear en la aplicación de ícono morado le rondaba la cabeza. Sin embargo algo lo detenía. 


“Aunque… Sería una buena forma de tratar de no ser tan radical con el 'romance'. Y quizás, solo quizás, consigo un nuevo tema de conversación con Taty”. Pues desde que descubrió esas plataformas para leer gratis se la pasan solo en su celular. 


Sin dar el beneficio de la duda al género, presionó el pequeño libro blanco con fondo púrpura que dejó de acceso directo. 


Y no es que Ricardo nunca hubiera sido romántico en su vida, en realidad lo fue y mucho pero, a su manera. Y disfrutaba del romance y el amor de otra forma. Como una buena canción de amor de Guns and Roses, Coldplay, Nickelback, Evanescence, entre otros. 


Lo primero que encontró no le causó mucha ilusión. Muchas portadas sí. 'Variedad' pensaría alguien más. Pero Ricardo solo veía viñetas de +18 por todos lados. E imágenes de parejas y escenas con las que intuía cuan “encarameladas” eran las historias. Sin mencionar las que decían demasiado en la portada, sin dejar lugar a la imaginación. 


“¡¿Y esto lee Tatiana?!” se preguntó admirado de lo que su hermana menor de 16 años podía estar leyendo. 


Lo tranquilizó comprobar que esos contenidos estaban restringidos para los usuarios menores. 


“Aunque… Mucha gente falsifica sus datos en internet” pensó. 
Estaba por comenzar a buscarla cuando ella le llamó: 


—Oppa. ¿Cómo se dice esto? — preguntó señalando algo en la computadora. 


Era curioso que a Ricardo le encantara la ortografía y el inglés, y que Tatiana siguiera confundiéndose con el uso de la “s” y “c”, por mencionar algunas. Y que no le gustara el inglés. 


Después de asesorarle en gramática y pronunciación para la exposición de mañana, regresó a lo suyo. 


Un tanto decepcionado y con menos fe en la humanidad, comenzó el registro básico para poder buscar bien el perfil de Tatiana. 


No quería dar su verdadero nombre por supuesto, así que luego de una breve investigación en Google Traductor, se auto nombró: Argwöhnisch


Tecleó: Choi Eun Mi en el buscador de usuarios, pues era el nuevo seudónimo con el que ella se movía en internet. 

 

Efectivamente estaba ahí con una foto de perfil de uno de sus ídolos coreanos, de un grupo llamado: BST o BTZ o algo parecido que Ricardo había visto en los posters que tenía en la pared. 


Lo único que lamentó fue no poder ver los libros de su biblioteca. 


Regresó al inicio y la barra de: ‘Libros actualizados' le hizo torcer el gesto. 
“¡¿Porqué Señor?! ¿Porqué hay más romance que otra cosa? ¿Porqué no leen algo como Tolkien, o como mínimo Harry Potter? ¿Qué tiene de bueno ese género?”. 


Los siguientes 35 minutos se la pasó criticando el 90% de lo que encontraba. A excepción de uno que otro de fantasía, ciencia ficción, terror y novelas negras. 


No entendía porque la gente disfrutaba de ver y leer ese tipo de fantasías. Se preguntaba cómo es que no se cansaban de un final feliz cuando la realidad no era esa. Ya no había un: felices para siempre. Eso había quedado en los viejos tiempos cuando se dedicaban serenatas y se obsequiaban flores. 


“Quizás por eso es tan popular. Por que todos quisiera un final como ese. Pero eso es ser un iluso enamorado de un sueño, enamorado del amor y te impide ver la realidad”. 


Cuando volvió al inicio, listo para cerrar de una sola vez ese espacio que solo le había quitado tiempo y neuronas, una portada llamó su atención. 


Apareció entre los libros actualizados. Seleccionó el libro con un rostro y actitud de escepticismo que nada podría derrumbar. 


Al tener la portada más de cerca de percató en el título.


Para su sorpresa, desplegó el espacio para leer la sinopsis: 


Sigue los dictados de tu corazón”.
“No dejes escapar el amor”.
“Cuando amas a alguien, lo dices ahí en ese instante o el momento se pasa”.


Es lo que le dicen usualmente a las chicas. Pero, ¿Qué se le dice a un hombre cuando encuentra a la pareja correcta?


Uno cuyos sentimientos deben ser escondidos porque el amor de su vida tiene un novio celoso y solo puede hablar con ella los viernes en la noche.


Harry, el cajero de una pizzería del centro comercial de su ciudad, no vive una historia de cuento.




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