Capítulo 8: Respuestas.

El lunes por la mañana Ricardo revisó brevemente su cuenta en Litnet. Dos comentarios nuevos. 

La prisa por salir de la casa con su hermana lo hicieron guardar el teléfono en el bolsillo y correr. 

—¿De qué te ríes? — preguntó su hermana. 
—¿Qué? 
—¿Qué estás viendo? Quiero ver — dijo intentando mirar en su teléfono. 
—Nada. 
—Y ¿Porqué estabas con una sonrisa medio rara?
—Ah. Por un mensaje. 
—¿De quién? — Inquirió con una sonrisa torcida. 
—De alguien. 
—U. Oppa tiene novia — le susurró con una risa. 
—No niña. Es… Una amiga. 
—Ajá. Así decís. 

Se aferró a su brazo y se apoyó contra él. 

—Sería bonito que tuvieras novia — le dijo unos segundos después de mirar por la ventana. 
—¿Ah sí? — preguntó extrañado. 

Movió su brazo y la rodeó con el para acercarla. 

—Sip. Ya no serías tan amargado — respondió riendo. 
—Vos y tus locuras Tatiana — habló retirando su brazo. 
—No. Oppa. No te enojes conmigo. La verdad… — hablaba jugando con el reloj en la muñeca de su hermano—. No me gustaba cuando andabas con Marilyn. Ya casi no me hablabas y no querías estar conmigo — explicó con la cabeza gacha. 
—¿De veras? 
—Sí. 
—Y ¿Porqué no me dijiste eso antes? — preguntó abrazándola de nuevo. 
—Porque a ti te gustaba y… Pues. Que le iba a hacer yo. 
—Taty… Perdón. Pero es cierto, esa muchacha loca no era buena ni como amiga. Debiste rescatarme antes — bromeó. 
—¿Y si te enojabas conmigo? 
—No Taty. También es tu obligación cuidarme así como yo te cuido. Así que la próxima, tenés el deber y derecho a darme tu opinión. 
—Ok — respondió sonriente y le entregó un beso en la mejía antes de acomodarse a su lado. 

Ricardo cerró los ojos apoyando la mejía contra su cabeza y aspirando el aroma de su cabello. Dulce y con unas gotas de aceite de argán. 

Tatiana era su hermana favorita aunque fuera la única. Nunca habían sido de esos hermanos que discutían siempre. Al contrario, eran muy cercanos. 

Todos decían que cuando Tatiana nació, Ricardo siempre fue un niño muy cariñoso con ella. Su padre se encargó de inculcarle la responsabilidad que implicaba ser su hermano mayor así que con los años los abrazos, besos y caminar de la mano fueron costumbres que no dejaban atrás. 

—¿Dijiste próxima? 
—¿Eh?
—Dijiste: A la próxima, tenés el deber de decirme tu opinión. Entonces, ¿Ya tenés a alguien por ahí? — quiso saber con ojos llenos de curiosidad. 
—No. Yo solo lo dije por lo que hablábamos. 
—¿Seguro? 
—Sí. 
—Pero ¿Te gusta alguien? 
—No. 
—Jmmm. Ya voy a averiguar quién es — dijo entornando los ojos y mirándolo con sospecha mientras se tocaba el mentón.  
—Ajá. Al Bryan y a la Brittany no les digás que ellos no saben nada. 
—¿No saben nada? ¡Oh! Entonces es cierto. 
—No.
—No te creo.
—¿Y vos? ¿Ya tenés novio? Ya sabés que pienso de eso. Aunque mi mamá diga que sí tenés permiso ya te dije que hasta los 20 podés tener novio y si es que a mí me parece. 
—Oppa — protestó haciendo un puchero y cruzándose de brazos —. Yo no tengo novio. 
—¿Segura?
—Sí. 
—Pero ¿Alguien te gusta? 
—Sí. Ese cantante que vos decís que es chino sureño — respondió mirando por la ventana. 
—Bueno. El que sea cantante no significa que es bueno para vos — dijo sonriendo. 
—Oppa. 
—¿Qué? 
—Sos feo y por eso no te quieren. 

Ricardo sonrió y le abrazó de nuevo. 

—Mentiras. Soy tan guapo que les da pena hablarme. Pero ya sabés. Tenés que decirme. ¿Ok?
—Sí Oppa. 

Cuando tuvo unos minutos a solas al final del día, sacó el teléfono para responder a los mensajes pendientes de la autora con gustos nórdicos. 

Pero decidió seguir la plática en su propio perfil pues la conversación quedaría expuesta en la caja de comentarios del libro. 

[Hola Solsikke. 
Me quedé dormido. 
¿Te gusta el chocolate? Debes añadir ese detalle en tu perfil en la lista de 'alimentos altos en calorías pero que amo comer' Jajaja. 
Con gusto te traduzco las tablas nutricionales e ingredientes. 
La serie es buenísima. Estoy viendo El mentalista. 
Ese Red John es mi personaje preferido (Aunque sea el asesino serial). Y Patrick, es un cínico. 
¿Y tú? ¿Patrick o Red John? 
Un saludo.]