Lovers in Litnet.

Capítulo 13: Mil años después.

De:  solsikke_kr@gmail.com 
Para: rc_lor_hp@gmail.com
Asunto: Mil años después. 


¡Hola! 
Creo que ya estamos en el siglo 24 y medio, los autos por fin volaron, y ya van como por la quinta generación de tu familia. Jajaja. 
Lamento la tardanza. 
(Una semana después para ser específicos). Pero la verdad no me animaba mucho a contactar. 
No lo tomes a mal por favor, solo… No me gustan las redes sociales (Aunque el correo electrónico no es red social). 
Complejos míos. No pongas atención. 
Y… ¿Qué tal? 

PDT: Gracias por dejar tu correo. Digo, pues puede que yo sea una asesina profesional que solo busca entrampar a chicos guapos e ingenuos a través del internet. ;) 
Feliz día. 

 

 

De:  rc_lor_hp@gmail.com 
Para: solsikke_kr@gmail.com  
Asunto: RE: Mil años después. 


¡Solsi! ¡HOLA! 
Que bien que te decidiste a escribir. Gracias por hacerlo. 
Tienes razón, puede que la asesina profesional y serial seas tú. Pues quien dio la idea has sido tu. 
Has plantado la posibilidad de un asesino entre nosotros para ocultar tus verdaderas intenciones. Haciendo que yo, la ingenua presa, crea que es broma. Siguiendo así tu juego. 
Pero no querida. No caeré. He visto El Mentalista y se lo que piensas. Jajaja. 
PDT: Gracias por lo de guapo. ;) ¿Cómo lo supiste? 
Cuídate. 

 

 

De: rc_lor_hp@gmail.com  
Para: solsikke_kr@gmail.com 
Asunto: RE: Mil años después. 


PDT#2. No te preocupes por lo de las redes sociales. 
Así que créeme que valoro mucho que hayas escrito. 
Bueno, que tengas buen día. ;) 

 

 

De:  solsikke_kr@gmail.com 
Para: rc_lor_hp@gmail.com
Asunto: RE: Mil años después.


Hola. 
Eso suena a Inception.  Buena película. 
Ah, sobre los capítulos, quería decirte que, bueno, los he borrado. Usé el chispazo de inspiración y pude escribir algo decente. 
Espero no te moleste. 
Lo subiré mañana por la noche. ;) 

 

 

De: rc_lor_hp@gmail.com  
Para: solsikke_kr@gmail.com 
Asunto: RE: Mil años después. 


Hola. 
Descuida. No me molesta, me agrada saber que has podido escribir. 
Que envidia ser tu inspiración. 
Esperaré el capítulo. Que tengas buen día. ;) 
Aquí llueve. ¿Y ahí? 

 

 

Aunque Solsikke y él siguieron intercambiando correos electrónicos, Ricardo no dejaba de pensar en “la inspiración”. 


Era sincero lo que había dicho, le tenía envidia. Y a pesar que no se conocían físicamente, que era probable que ni siquiera estuvieran en el mismo continente, algo en él estaba cambiando. 


“Aunque no he leído que use palabras que no sean de este lado del planeta entre los hablantes latinoamericanos” meditaba. 


Pero algo crecía en su pecho. Algo que le hacía sonreír al ver un correo nuevo, una notificación suya en Litnet y desde que ella se despidió con un corazón al final se sentía volar en las nubes. 


“¿De dónde serás?” se preguntaba ese sábado en la noche tendido en su cama. 
Sin embargo, si comenzaba a preguntar asuntos personales como: su nombre real, su lugar de residencia, su edad… “¿Cuántos años tiene?” inquirió en su fuero interno sentándose de golpe. Había leído de algunos autores que ellos eran menores de edad. 


Alarmado por la posibilidad de que estuviera entablando alguna especie de relación con una chiquilla como su hermana, revisó los mensajes. 


Cuando me paguen me compraré una.

 

Leyó. “Entonces trabaja” respiró aliviado. Pero eso no era mucha garantía. 
Él tenía 23 y si ella tuviera 18, que era la mayoría de edad en su país, se llevarían 5 años de diferencia. No es que tuviera algo en contra de la edad es solo que… 5 años se sentían como los años que lo separaban de su hermana. 
“¿Y si es mucho mayor que yo? ¿Y si es casada? O tiene a alguien. Aunque… Dijo que su inspiración es un amor imposible”. 
Las teorías seguían creándose en su cabeza. Retorciéndose y transformándose en todos los resultados habidos y por haber. 
Cuando leyó el nuevo capítulo titulado: La tormenta, se sintió en uno de esos momentos que la gente llama déjà vu. Todo lo que se relataba se parecía mucho, muchísimo a lo que ocurrió unos días atrás en la cafetería de la gasolinera. 

 


Era Miércoles y al salir temprano pasó por Tatiana al colegio. Fueron al supermercado y a la librería por unas cosas que ella necesitaba cuando la tormenta comenzó a caer sobre ellos.




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