Capitulo 14

Narra Helen:

Sabía que estaba mintiendo, pero por ahora ya había tenido suficientes problemas que soportar. Además, estaba cansado; lo mejor sería tomar “prestado” el cuarto de alguien.

Definitivamente en ese cuarto no me iba a quedar; si ese cuarto había sido ocupado por otro creeppy, el único que quedaba era Nolan, así que lo mejor sería salir de ahí rápido.

—Helen —susurró una Elli entre mis brazos.

—Oh, sí, perdona —dije soltándola.

Ella rió y me miró.

—No importa... Pero hay algo que me está preocupando —dijo bajando la cabeza.

—Genial, más problemas.

—¿Qué es? —pregunté, agarrándola suavemente de la barbilla y haciendo que me mire a los ojos.

—Es... bueno, ya sabes, desde que eso ocurrió, mi familia no sabe dónde estoy...

—¿Planeas decirles que estás aquí… o matarlos? —mi voz salió baja, medio en broma y medio en serio.

—... Sí.

—Mmm... Lo que me estás diciendo... ¿estás segura? —dije dudoso.

—Helen, llevo años conviviendo con esas personas y te juro que desde que te conocí, nunca tuve tantas ganas de matarlos —dijo mirándome fijamente.

—... De acuerdo, pero no podemos causar mucha molestia, recuerda que el Moderador quiere que te vayas... Bueno, y a mí primero debe castigarme —dije, y por primera vez me di cuenta de lo mala que era esa situación.

—Cierto, si el Moderador me castiga por todo lo que hice... como mínimo, con un poco de suerte me mata... Si no, me arrepentiré de haberme escapado.

—¿Cómo que castigarte? —pregunta Elli incrédula—. ¿Él... castiga a los creepys por lo que hacen... mal?

—Más o menos... sí... Y por lo que yo hice, no creo que me pueda escabullir de esta.

—Pero... ¿qué has hecho? ¿Revivirme? ¿Eso es... tan malo?

—Mira, Elli, no solo te traje hasta aquí y te reviví, sino que también... Dios, esto es algo complicado. Mejor planeemos cómo mataremos a tu familia. En general yo no planeo estas cosas, pero en tu caso, mejor sí —digo tratando de evadir su pregunta.

La escucho gruñir, pero al final accede.

—De acuerdo, pero luego me explicarás todo, ¿ok?

—Ok, vamos a descansar —dije sonriendo.

Le besé la frente y la agarré de la mano, guiándola por los pasillos del segundo piso hasta un cuarto.

—Perfecto, entra y descansa, ahora vuelvo —dije abriéndole la puerta para que entre.

—Pero... ¿de quién es este cuarto? ¿Puedo quedarme?

—Sí, claro, no te preocupes, yo me encargo de su propietario —digo mientras le guiño un ojo y me alejo escaleras abajo.

El aire olía a savia y a metal; se oía el crujir de la corteza mientras ellos trabajaban en el árbol.

Empiezo a buscar a Hoody y a Masky evitando a los otros creepys. Al final los encuentro fuera de la casa, haciéndole no sé qué a un árbol.

—¡Hey, chicos! —los llamo desde lejos. Ellos se dan vuelta y me miran, luego se empiezan a acercar.

—¡Hola! ¿Qué pasa, Bloody? —dijo Masky sosteniendo un pedazo de rama de árbol con savia.

—¿Quieres consejos de amor para tu novia? —dice Hoody; esta vez él estaba sosteniendo un cuchillo con el que habían cortado la rama.

—¡NO! —grité algo fastidiado.

—Wow, amigo, cálmate, solo era una broma —me tranquilizó Masky, sabiendo de qué tan mal humor estaba—. ¿Qué es lo que quieres?

—Solo venía a pedirles que me prestaran su habitación por un rato —dije—. Es más, no se molesten en responder, ya la tomé.

Ellos se miraron por un segundo y luego Hoody “sonrió”.

—Claro, quédatela, pero a cambio nos debes un favor —dijo pícaramente.

—De acuerdo, ¿qué es? —pregunté.

—Debes recibir nuestro castigo con el Moderador en vez de nosotros —dijo Masky.