Lowtime

Lowtime

-¡Señor, te lo pido!-clamaba Lord Wallace-¡Líbrame de esta y no volveré a comer carne!

 

Como muchas cosas en aquella época de pasiones convulsas, la cuenta batalla que presenciamos era el resultado de un problema domestico más bien menor.

 

 

Hará quizás cuatro meses, Lord Wallace Himlin, ilustre señor del condado del mismo nombre, había salido a cazar ciervos, habito de ley para la pequeña nobleza, y en la emoción del momento persiguió al animal y le dio muerte en la parte del bosque perteneciente a su vecino, Lord Ebert, el guardabosques de este le pesco en el acto y en vez de quedarse callado con unas monedas, como una persona normal, fue de chismoso con su señor llevándole el cuento de que Lord Wallace estaba cazando sus ciervos en su bosque como si fuera el rey y no solo otro Lord cuyos derechos acababan donde empezaban los del siguiente.

 

Acabaron en el tribunal y no habiendo forma de determinar de qué parte del bosque procedía el ciervo del delito se quedo en que Wallace debía pagar el peso del animal en peniques de plata, pero su orgullo, del cual ahora renegaba, le impidió cortar por lo sano y ese fue el inicio de una serie de disputas que degenero en una guerra abierta entre ambos condados.

 

 

Lo más triste de todo el asunto era que se suponía que él iba ganando, solo por eso se apersono en el campo de batalla sin prever que Lord Ebert, viejo caballero que le doblaba la edad y siempre peleaba junto a sus hombres, al verle allí se volvería loco de ira y se le abalanzaría con tal ímpetu que ahora se hallaba en tan mal escenario: desarmado, sin escucho, bien lejos de donde había quedado la refriega y con el demente de Ebert pisándole los talones.

 

-¡Buen Dios, lo juro!, ¡Me dedicare a criar palomas!

 

De pronto tropezó y se fue de cara al suelo, era su fin, se dio la vuelta pensando que como mínimo no dejaría que lo mataran de espalda y vio con asombro como Ebert cruzaba aceros con un desconocido, ¡Dios debió atender a sus ruegos!, porque no era uno de sus caballeros ni de los de Ebert, vestía armadura entera, ropa verde  cota de malla, todo desde el casco a la brillante espada parecían recién estrenados y luchaba como nunca había visto luchar a nadie, con una mescla impecable de fuerza y gracia capaz de superar a un guerrero veterano; Ebert perdió la espada por un veloz mandoble y con otro le hicieron arrancado el casco.

 

-¡Me rindo!-exclamo-¡Tened piedad!

-Pídesela a tu enemigo-dijo, con una voz que sorprendió a ambos por sonar muy juvenil-mi señor, es todo suyo-y le entrego su espada a Wallace.

-Ebert…-se incorporo y viendo al otro se le vino de golpe el viejo coraje-maldita sea, viejo, ¡Todo esto por un ciervo!

-¡Tu empezaste!

-Y al final parece que me saldré con la mía.

 

No lo decía solo por verlo vencido, allí venían algunos de sus hombres a informarles que las fuerzas de Ebert habían sido derrotadas, Wallace les ordeno llevarse al viejo Lord como prisionero y que preparasen todo para volver a su castillo.

 

-¡Caballero!-este se había apartado un poco-has salvado mi vida.

-Fue el destino quien me puso en esta senda pero cometéis un error, no soy caballero.

 

Se quito el casco, y tal y como sospechara era realmente joven, con suerte tendría más de veinte años, y sin duda era un extranjero pero no lograba adivinar de donde solo por los rasgos.

 

-Me llaman Kay de Lowtime-se presento-soy mercader y de veras espero no haber abollado esa espada o me será imposible venderla.

-La comprare para que la conserves-se la devolvió-eres un guerrero habilidoso.

-Es fundamental en mi negocio el poderse defender.

-Acompañadme a mi castillo para que pueda recompensaros.

-Sera todo un honor-hizo una reverencia-dejad tan solo que vaya por mi carromato.

-Te esperaremos en el campo más adelante.

 

Kay hizo otra reverencia y se alejo, sigámosle, atravesó una leve faja de arboles hasta desembocar en un camino donde había dejado estacionado un carromato con un buen par de caballos y una impresionante zorra de tres cosas.



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En el texto hay: dragon, caballeros, castillos

Editado: 14.08.2018

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