ALISSA
. Pasan lo que parecen ser horas.
.Me despierto bruscamente por un fuerte cachetazo.
–¡Ay, Carajo!‐ Vocifero. Abro los ojos, Miro hacía arriba y veo a Selené mirándome fríamente.-¿¡Qué carajos te pasa!?-Le grito.
.Selené me vuelve a dar un cachetazo, esta vez con más fuerza. Mi cabeza se ladea y un sabor metálico invade mi boca. Sangre.
—Cállate. —Su voz es fría, implacable. Me agarra del cabello y me obliga a mirarla—. Se acabó la espera, princesa.
Mi mandíbula se tensa. No voy a llorar. No voy a darle ese placer.
—¿Qué querés? —escupo las palabras con rabia.
Selené sonríe, pero sus ojos están llenos de crueldad.
—Quiero respuestas, y si no las das por las buenas… —se inclina más cerca, su aliento rozando mi piel— …te las sacaré por las malas.
Trago saliva. No voy a ceder. No importa cuánto miedo tenga.
—No sé dónde está mi papá.
—Mentira. —Su tono es divertido, como si todo esto fuera un juego. Sujeta mi rostro con fuerza, clavando sus uñas en mi piel—. Pero está bien, tengo tiempo. Vamos a ver cuánto duras antes de quebrarte.
Cierra la puerta tras de sí.
Y el verdadero infierno comienza hoy para mi..
ELÍAS
Estoy en el pasillo, con los puños apretados y el corazón latiendo con fuerza. Oigo el primer golpe y sé que el tiempo se ha acabado.
Maldición.
Si no hago algo ahora, Alissa no saldrá de esta habitación caminando.
Miro a los lados. No hay nadie. Respiro hondo y saco la llave que tomé anoche del escritorio de Héctor. No puedo fallar.
No esta vez.
Inserto la llave en la cerradura y la giro con cuidado. El sonido es casi imperceptible. Abro la puerta lentamente.
La imagen me revuelve el estómago.
Alissa está en el la silla aún, se vé que no la desataron, está con la mejilla roja y sangre en el labio. Selené se inclina sobre ella con una expresión de pura satisfacción.
No pienso.
Solo actúo.
Antes de que Selené pueda reaccionar, la tomo del brazo y la lanzo contra la pared con toda mi fuerza. Un gruñido de dolor escapa de su boca cuando su espalda choca contra el concreto.
—¡¿Qué demonios haces, Elías?! —grita furiosa.
—Lo que debí hacer desde el principio.
.Levanto el puño y lo estrello contra su mandíbula.
Selené cae al suelo, inconsciente.
Respiro agitado, mis manos temblando. Me giro hacia Alissa, quien me mira con una mezcla de sorpresa y miedo.
—¿Estás bien? —le pregunto, agachándome a su lado.
Ella asiente débilmente.
—Tenemos que salir de acá. Ahora.
Alissa me mira a los ojos, y esta vez, no hay dudas en su expresión.
Solo determinación.
. Sin esperar más, saco las llaves de mi cadera y le quito las esposas de las muñecas.
–¡Ay..!Cuidado, Me duele...- Se queja ella.
.Trato de ser lo más suave posible.. Mierda, sus muñecas están muy mal lecionadas, Al rojo carmesí. Cuando logro quitarle las esposas le desato los tobillos. Su piel está pálida, Después de dos días su circulación se cortó un poco.
–Vamos..Tenemos que ir a buscar a tu hermano y salir de aquí. -Digo murmurando-
.Alissa afirma con la cabeza. Intenta ponerse de pie y se tambalea. La agarro de la cintura y la apoyo en mi.. Es más baja que yo, Qué tierna...
—No puedo mantenerme de pie.. No voy a poder caminar.– Dice Alissa. Su voz es casi un susurro, Levanta la vista y me ve a los ojos.
. Es tán bajita que apenas me llega hasta la mitad del cuello, Bajo la mirada y veo sus ojos color marrón claro.. Son tan endulzantes. Nos quedamos unos segundos mirándonos a los ojos. Hasta que rompo el silencio finalmente y le digo.
—Tenemos que irnos de aquí Alissa..vamos por tu hermano y los saco de aquí.. Ahora.-Digo sin quitarle la mirada de encima.
.Alissa afirma con la cabeza. La tomo en brazos. Ella envuelve sus piernas en mi cintura y sus brazos pequeños y fragiles brazos en mi cuello. Es mucho más ligera que una pluma. Sin más tiempo que perder, comienzo a caminar a la puerta. Tomo el picaporte de la puerta y La abro con una mano, Veo si hay alguien. No veo a nadie, Me apresuro y salgo de la habitación con Alissa encima mio. Camino por los pasillos con cuidado de no hacer ruido alguno. Alissa está temblando..
—Calmate..Estaremos...estarás..Bien. Te prometí que te sacaría de aquí y lo cumpliré.‐Digo murmurandole al oído.
. Ella no responde.
. Pronto...Escucho disparos en la sala principal del almacén. ¡Carajo!....Alissa se aferra a mi lo más fuerte posible. Apresuro mis pasos hacía la habitación del hermano de Alissa. Al llegar, Entro a la habitación y cierro la puerta con seguro. Ahí está el. Atado también..Dejo a Alissa en el suelo de pie y desato a Liam.
—Vengo a ayudarte, tranquilo.- Digo desatandolo.
.El asiente, Sin preguntarme absolutamente nada. Al terminar de soltarlo. Lo ayudo a levantarse.
—Gracias.– Dice él sin mucha felicidad en su voz.
. Liam corre hacia donde está Alissa sentada. Ambos se abrazan fuerte y lloran.. Es uno de los abrazos más sinceros que vi en lo que va de mi vida.. Ojalá yo hubiese tenido la oportunidad de abrazar a mi hermano.. Tener esa conexión, Ese sentimiento de querer protegerlo.. Él me arrebató ese sueño.. Y apenas era un niño.
.La puerta se abre bruscamente y Veo a un señor de unos 40 años aproximadamente. Siento...Un fuerte dolor en el pecho... El grito de Alissa me retumba los oídos y mis ojos se llenan de lágrimas...Llevo mi mano a mi pecho, Me duele..miro hacia abajo y veo mi mano llena de sangre..Me dispararon..Mis piernas se debilitan y caigo al suelo de rodillas, Alissa corre como puede hacia mi.
—¡¡Elías!!..–Grita ella con la voz entre cortada y sus ojos se cristalizan.-¡No, No, no..!¿¡Qué carajos hiciste papá!!?-Gira su cabeza y mira al señor qué me disparó-.
.No siento mi cuerpo... Mi vista se borronea... Siento un golpe en mi cabeza y el grito de Alissa de fondo..