Capítulo 2: Entre recuerdos

Finalmente tome valor para afrontar y termine abriendo la puerta de la habitación, gire la perilla y entre. Las paredes  guardaban secretos y recuerdos que han estado ocultos durante demasiado tiempo. La habitación estaba impregnada de nostalgia. Cajas llenas de fotografías.

Parece que el tiempo se detuvo aquí. -Me dije a punto de llorar, pero no quería hacerlo.

Me sumergí en el mundo de los  recuerdos. Encuentre un  álbum de fotos  de momentos de mi  infancia, cartas que mi abuela guardó con amor, son tantos recuerdos, cada objeto parece resonar con la risa y las lágrimas que una vez llenaron la habitación.

Quería seguir explorando, pero estaba muy cansada, dejé mi equipaje en una esquina mañana organizaba, me di una ducha rápida y me acosté, mi abuela entendería , fue un viaje largo, aunque lo que mas me agoto fue el pasado, el pasado siempre vive en los recuerdos que elegimos preservar.

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No me di cuenta cuando me quedé dormida sin embargo pude descansar, me desperté con los toques de mi abuela en la puerta.

-Emma, levántate es hora de desayunar.

Abrí mis ojos lentamente, tomé una ducha rápida y me dispuse a bajar, la señora Emilia se veía resplandeciente.

-Buenos días, señora Emilia. -quería hacerla enojar prefería que la llamara abu o abuela.

-Emma para ti soy abuela nada de  Emilia, ¿Lo olvidaste? Porque un pequeño pellizco te lo puede recordar. -Ambas reímos, finalmente desayunamos en silencio solo con miradas cargadas de dulzura, reconozco que extrañaba todo lo que estoy viviendo.

Pase el día organizando mis cosas además converse un poco con mi abuela, empecé a coordinar todos los detalles de la decoración de la plaza del pueblo, si quería hacerlo antes de nochebuena necesita comenzar a estructurar todo, la verdad es que no tenía intención de hacerlo, pero como le decía a mi abuela que no, cuando  la señora Emilia quiere algo siempre lo consigue, tampoco pretendía arruinar la época que ella más  disfrutaba y si pidió mi ayuda es porque la necesita.

Decidí dar un paseo por Invierno Luz, tal vez me surgían ideas en mi recorrido. Hice un desastre en mi closet y eso que recién había organizado, pero es que  todo no me terminaba de convencer al final opte por un abrigo negro a juegos con mis botas, guantes blancos y gorro del mismo color  , me mire al espejo y me gusto lo que vi. Baje la escalera emocionada como niña chiquita cuando la invitan a comer helados  -Abu, iré a explorar quizás me surgen ideas para la decoración.

-Perfecto mi niña, veo que te esta empezando a gustar la idea. Me haces muy feliz. -Le di una sonrisa acompañada de un abrazo y Sali a mi recorrido.

Era una fría tarde de diciembre, mientras caminaba observaba las calles, algunas decoradas con muchos detalles otras no se sentían que fuese navidad era como si hubiesen secuestrado la navidad, seguí caminando hasta llegar al mercado navideño de Invierno Luz, donde las luces titilan y el aire se llenaba de aromas festivos. Mientras admira las artesanías locales, mis ojos se posaron en una colección de esculturas en madera que transmitían una profunda historia.

Sin dudarlo, me adentre  al taller, la campanilla sobre la puerta sonó suavemente, llamando la atención de alguien que trabajaba meticulosamente en una escultura, posando sus ojos sobre mí. Un destello de reconocimiento, creo que lo conozco, cruzamos  miradas, se me hacía familiar sin embargo lo escuche decir ¿Emma?

-¿Emma? -Su voz, la forma en que pronuncia mi nombre, resuena con familiaridad, desatando recuerdos que yacen en lo más profundo. Sonrió y me acerco es ¡Alex! Nos dimos un fuerte abrazo, ese momento se convirtió en una conexión instantánea entre dos almas que han llevado caminos separados pero que, de alguna manera, siempre estuvimos  destinadas a cruzarnos nuevamente en Invierno Luz.

-Alex, nunca imaginé que te encontraría aquí, en Invierno Luz. -con  sonrisa nostálgica.

-La vida da giros extraños, ¿verdad? Siempre he estado aquí, esculpiendo entre estas cuatro paredes. Lo cierto es que siempre imagine volverte a ver, creo que ya puedo morir en paz. -Dice riendo a  carcajadas.

-Sí ,la vida siempre nos termina sorprendiendo,  que dramático, tus creaciones son increíbles. Cada pieza parece contar una historia profunda.

-Trato de capturar lo que a menudo no puede expresarse con palabras. -Hace un pequeño silencio. ¿Y tú? ¿Cómo has estado todos estos años?

Suspiro -Ha sido un camino largo, lleno de altibajos. Pero algo me trajo de vuelta a Invierno Luz.

-Supongo que ha sido la enfermedad de Emilia -Lo dice en un tono muy triste-

-¿Que enfermedad?  -No sabía nada, sé que mi abuela tiene achaques de la edad, pero no me hablo de una enfermedad. Alex se queda callado unos minutos.

-perdóname, Emma, creo que no soy la persona que deba contarte esto, cometí un error. -Bajando la cabeza.