"Luces de navidad en el corazón"

Capítulo 3: Bajo el cielo estrellado

 

 

Iba caminando de regreso a casa, pero lo cierto era que me sentía abrumada, triste e incluso culpable por irme y dejar a mi abuela sola, le toco enfrentarse a esa situación sola. Quizás no quiso preocuparme, pero merecía la verdad. Ahora entiendo todo, el por qué me pidió ayuda. Cuando Alex me dijo enfermedad empecé a imaginarme miles de cosas, por un instante me senté en el parque porque me faltaba el aire, estaba totalmente agobiada y solo el hecho de pensar que la perdía provocó que empezara a llorar.

Paso un buen rato hasta que logre calmarme, ya era de noche, pase mis manos por mi rostro mientras caminaba con dirección a casa. Al llegar mi abuela estaba en el patio observando las estrellas, era una noche preciosa ¡un cielo estrellado!

-Qué haces abu. -Pregunte lo obvio, pero necesitaba crear el clima para la conversación que íbamos a tener.

-Miro la belleza, las estrellas. ¿Por qué tardaste tanto? -Pregunto.

Quería decir porque me enteré de que me has estado ocultando algo muy importante sin embargo aún seguía buscando mis fuerzas para enfrentar a mi abuela. -Es una noche hermosa, me encontré con Alex y me entretuve charlando un poco, es muy talentoso abuela.

-Alex es ingenioso, que bueno que lo encontraste. Además, nunca te ha olvidado. ¿Has pensado en recuperar el tiempo con él? -Cupido en acción, empiezo a reírme. - ¿De qué te ríes Emma? – Cuestiona con una leve sonrisa.

-Al parecer cupido aún sigue delegando funciones, ya me quieres buscar pareja. -me rio a carcajadas.

-No te hagas la chistosa, sabes que existe una historia inconclusa entre ambos. -Cuánta razón tenía, pero prefería no hablar del tema.

-Abu, Alex me dijo algo que me dejo preocupada. -Veo como abre sus ojos, creo que imagina a que me refiero. -Abuela, descubrí que has estado ocultándome tu enfermedad. ¿Por qué no me lo dijiste?

-Perdóname, no quería que te preocuparas. Pensé que podría manejarlo sola.

-Pero somos una familia, abuela. Quiero estar a tu lado y apoyarte. No tienes que cargar esto sola. Tal vez fui egoísta cuando me fui, pero enfrentaremos esto juntas. ¿Qué enfermedad te diagnosticaron?

-Hace un tiempo que estoy lidiando con el Alzheimer, poco a poco iré olvidando cosas, los recuerdos se desvanecen, pero nuestro amor sigue siendo fuerte. -Me toma de las manos. -Mi memoria no es lo que solía ser. A veces, las cosas se vuelven borrosas, y tengo dificultades para recordar.

-¿Por qué no me lo dijiste? -Digo con ojos llorosos.

-Quería decírtelo cuando volviste, pero a veces las palabras se escapan de mí. Tampoco queria preocuparte con mis cosas has pasado por mucho, mereces ser  feliz. 

-No estás sola, abuela. Estaré aquí para ti, pase lo que pase. -Con lágrimas en los ojos.

-Eso significa el mundo para mí, mi niña.  La magia de la familia es más fuerte que cualquier desafío. -sonríe débilmente.

-Aquí bajo este cielo estrellado te prometo que decoraré la plaza, quedará hermosa y será un momento que jamás olvidaras. -Dándole un beso en la frente mientras entre lágrimas sonreíamos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




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