Y después de una buena comida toca volver al trabajo para presentar la entrevista. Luke amablemente decide llevarme hasta mi trabajo.
—Muchas gracias por la comida y la entrevista, no se como te lo voy a poder agradecer —se queda pensativo.
—Bueno, ya lo harás, nos volveremos a ver, ya lo veras. Además tienes mi numero —añade por último Luke antes de despedirse, la misma forma que la primera vez pero esta vez hay algo dentro de mi que me dice que no se tiene que ir, debe quedarse aquí. Pero no puedo hacer nada más y se baja, me despido y Luke se marcha.
Contenta de la vida continuo andando hasta la oficina que la tengo justo enfrente. Pero un encontronazo contra algo me lo impide. Golpeo fuertemente porque apenas he podido verlo y caigo al suelo.
Es un chico, un chico un poco más alto que yo. Tiene el pelo castaño oscuro, medio corto, ojos pardos y aparentemente se le ve una persona muy tranquila.
El choque ha provocado que se me caigan varios trabajos de fotografías al suelo. El chico sin darme tiempo incluso a reaccionar se agacha a recoger todas y cada una de ellas.
—Eres buena —dice mientras observaba cada una de las fotos.
En ese momento comienzo a ponerme roja, no todo el mundo ha valorado mi trabajo tanto como este chico.
—Gracias —respondo tímidamente.
—Tienes mucho potencial, eres realmente buena —el chico está totalmente asombrado ante todas las imágenes, parece entender de fotografía.
—Mi nombre es Olvier. Oliver Smith —dice mientras me da la mano y yo la acepto —y perdón por el golpe eh…
—Mía. Mia Miller, y no ha sido nada, la culpa ha sido mía que no sabía por dónde iba —me presento mientras me retoco el pelo.
—Trabajo en una empresa muy importante de la zona e igual necesito una fotógrafa para hacer unos trabajos profesionalmente, ¿me das tu número para poder llamarte? —sugiere él que no tiene pelos en la lengua y va directo.
Asiento con la cabeza y accedo a darle el número de teléfono.
—Bueno, no te molesto más que tendrás prisa ha sido un placer —y se marcha con la misma fuerza de cómo ha chocado conmigo. Me quedo pensativa de la extravagancia de aquel chico.
Pero a los pocos segundos reacciono y me meto para dentro, tengo que ir con urgencia a entregar los trabajos.
Oscar se queda sorprendido al comprobar que la entrevista va a ser una bomba para la agencia y sin esperar ni un segundo se pone manos a la obra para publicarlo al día siguiente.
A las pocas semanas la revista había recuperado el prestigio que tenía. Tanto era así que numerosos famosos habían elegido aquella agencia para promocionarse y hacer sus entrevistas, su seriedad como la calidad de sus entrevistas era su seña de identidad. Yo he podido conseguir al fin un ascenso que me ha ayudado para comenzar a sacarme el carnet de coche.
Es Septiembre. El calor del verano se va retirando lentamente. Me encuentro en la casa de Elizabeth. He quedado junto a James para ponernos al día con nuestras respectivas vidas.
—Buenos días ¿que os contáis? —nos pregunta Elizabeth a nosotros dos simultáneamente.
Los dos casi a la vez le explicamos a Elizabeth cómo está yendo la empresa y ella se alegra con cada buena noticia que sale de nuestra boca.
—¿Y tu Mía que tal con Luke? —James saca la pregunta, mientras Elizabeth pone en la televisión música.
—Pues hace ya un par de semanas que no lo veo ni hablo con él —y no será por todas las veces que he tenido el móvil en la mano para marcar su número pero a última hora siempre me arrepiento.
—¿Y por qué no le escribes? —me pregunta James harto de curiosidad.
—Porque me genera inseguridad, aún no se si soy la persona indicada para él, o si él es lo que yo necesito en estos momentos —esta duda es la que lleva rondando mi cabeza desde hace unos días.
¿Tendré que escribirlo? ¿tendré que intentar algo con él? ¿tendré que dejar de darle tantas vueltas a las cosas? son preguntas que apenas me dejan descansar desde hace días.