Luces y sombras[completa]

Capitulo 11

Me estaba preparando para la cena, quiero generar buena impresión ante los empleados de Luke y dicho sea de paso sorprender al Romeo.

Me queda solo pintarme la raya del ojo cuando de repente el timbre del telefonillo suena. Es Luke, no quiero hacerlo esperar así que le digo que ya bajo. Algo que está claro que es mentira pero nada raro que parezca siempre tener la respuesta para todo.

Bajo y abro la puerta del portal, allí justo enfrente está esperando Luke apoyado en el coche. Lleva otro de sus trajes, cada día parece utilizar uno distinto y visiblemente parecen hasta nuevos. Me fijo en su marcada camiseta que no le sobra ni un centímetro y eso hace que se marque sus lujosos músculos.

—Estas muy guapa —dice mirándome de arriba a abajo con una media sonrisa.

—Muchas gracias, tú tampoco estás mal —digo dignamente, hecho que provoca que Luke comienze a reírse sin parar.

Los dos nos subimos al coche, esta vez es el McLaren P1 naranja, no es de mis favoritos pero aun así me encanta y por dentro es más cómodo que los otros dos que he probado hasta ahora.

En apenas unos minutos llegamos al restaurante donde ha organizado la cena y nada más aparcar Luke se queda mirándome con su sonrisa seductora que tanto me gusta.

—¿Qué pasa? —me quedo sorprendida porque no para de mirarme sin decir ninguna palabra.

—Abre la guantera —me ruega.

Acto seguido la abro y me encuentro con una caja pequeña de terciopelo de color azul, no puedo imaginarme lo que puede contener la caja.

Es un colgante. En él se muestra una medialuna plateada, es el colgante más bonito que me han regalado nunca.

—Es precioso, muchas gracias —le respondo mientras no paro de mirarlo mientras Luke aprovecha para bajarse del coche e ir a la puerta para abrirla.

—Señorita Miller… le espera su cena —me dice con tono cortés mientras me ofrece la mano.

Cojo encantada esa suave mano. No quiero soltarla, me encanta esa sensación, ese tacto que me hace sentir en el cielo. También su olor, su fragancia me hace soñar y estoy deseando que se quede impregnado en mi propia ropa para ponerme a olerla después de marcharse.

Accedemos al salón del restaurante, es una zona única y reservada para la cena y cuenta con dos zonas. Una donde se encuentran todas las mesas que son más de cien y la otra donde hay preparado un banquete con comida y una fuente con todo tipo de bebidas. Además en cada una de las salas cuenta con los suficientes camareros para ofrecernos una noche espectacular. Hay uno que me llama la atención a mi.

Es George. No es raro ya que el restaurante es el “Atera” pero destaca por encima de los demás. Parece que es el que lleva la voz cantante en los camareros y a cada uno le ordena lo que debe hacer.

Nosotros nos sentamos en la mesa principal. Estoy bastante nerviosa, no se que decir ni como actuar así que se lo dejo todo a la improvisación de Luke que está totalmente al contrario que yo. Relajado y hablando con la mayor parte de los empleados.

Acto seguido y después de una pesada cena con sobremesa comenzamos con la fiesta. El salón cuenta con un equipo muy bueno de sonido y ponen las mejores canciones del momento.

Aprovecho para ir al baño, llevo un buen rato aguantándome. Comienzo a comprobar todas las puertas del baño para ver si hay alguna libre. Al llegar a la última esta se abrió sin que me dé tiempo a reaccionar haciendo que me de un portazo en todo el rostro y quedo desorientada. Pero las ganas de mear son tan grandes que no puedo ni mirar que lleva y entro rápidamente dentro esquivando a la persona que me ha golpeado.

—Lo siento mucho —dice una voz a través de la puerta, es la persona que me ha golpeado.

—No pasa nada, estoy bien —respondo quitándole hierro al asunto.

Acto seguido escucho la puerta de afuera abrirse y cerrarse. Seguramente la persona que segundos antes me había golpeado se ha marchado. Término y comienzo a retocarme delante del espejo.

Horas más tarde la fiesta se está empezando a terminar, apenas queda gente y la cara de los camareros se nota ya con cansancio.

Luke se da cuenta de este detalle y manda a todo el mundo a sus casas. Este me coge a mi que también se me nota cansada y me lleva al coche.

—Puedo... andar yo… solita... —digo mientras me ladeo continuamente. A parte de tener sueño he bebido un poco de más.

—Claro que sí, pero te voy a llevar para tu casa que tienes que descansar —me dice con tono exigente.

—A sus órdenes mi capitán —digo mientras me subo a una de las mesas. Algo que a Luke le hace gracia pero no quiere que monte más el numerito.

Después de una dura batalla para meterme al coche llego a mi apartamento. Ya estoy un poco mejor. Recuerdo continuamente el numerito que he montado al final en el restaurante.

—Bueno, ya hemos llegado —le miro, tengo ganas de darle un beso. Solo pensar en la posibilidad es algo que a mi me hace sentir mariposas en el estómago.

Me acerco lentamente. Estoy convencida de querer hacerlo. Pero algo en el último segundo hace que me arrepienta y solo le doy dos besos en la mejilla.

Me bajo del coche y me quedo mirando.

—Nos veremos pronto —Luke también parece tener ganas de besarme. Tartamudea al decir las últimas palabras.

Le respondo afirmativamente con la cabeza y Luke se marcha en la oscuridad de la noche. Pero me quedo pensando en la situación y en porque no le he besado. ¿Habrá próxima vez? y hay otra pregunta que también me hago, ¿es la mejor opción para mí?

De todas las parejas que he tenido Mía. Luke es el más guapo y él que más me llama la atención. Pero la primera cita. Toda la información que tenía y él hecho de decir que era un chico difícil son cosas que me echa para atrás.

 




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