Capitulo 20

Una vez preparados nos vamos en dirección al restaurante que está al final de todos aquellos apartamentos.

-¿Los señores Johnsons? -nos pregunta el metre mientras me quedo mirando a Luke.

-Si -responde mientras comenzamos a andar.

-¿Como que los señores Johnsons? me parece super antiguo utilizar ese tecnicismo además de que ni siquiera estamos casados -le reprocho.

-Si quieres te lo pido ahora... -me responde seriamente, hecho que hace que me ponga a toser con mi propia saliva.

-No es necesario señor Johnson, vamos a ir a nuestra mesa -le digo quitándole hierro al asunto y volviendo de nuevo a mi color de piel porque estoy en este momento más roja que un tomate..

El metre nos lleva hasta la terraza que está completamente vacía, sin embargo el cielo está completamente al revés. En él hay un manto de estrellas que cubre el cielo completamente.

-Es precioso -suelo mientras observo el paisaje.

-Ya lo sé, me lo dice mi abuela todos los días -responde irónicamente como si se lo hubiese dicho a él.

-Tu eres tonto -le doy un puñetazo en el hombro.

-A la, ya me la he llevado, ves como todo vuelve -bromea.

Los dos nos sentamos en la mesa del mismo centro. Corre una pequeña brisa pero apenas molesta.

-Que buenas vistas hay aquí -añado mientras miro alrededor mía.

-Me encanta este lugar -parece que no es la primera vez que acude a este sitio.

En ese momento el metre se acerca a la mesa.

-Saben ya lo que van a tomar los señores -con todo el despliegue de estrellas y vistas hermosas no me había dado tiempo de echarle un vistazo a la carta así que decido improvisar.

-Tomaré la especialidad de la casa -le respondo sin tener la menor idea de la especialidad de la casa y de lo que me podrían traer. Dejo caer la carta sobre la mesa.

-Lo mismo que ella -concluye y giña el ojo a la vez.

Después de una velada increíble apenas nos queda hueco para el postre.

-¿Te vas a pedir algo más? -le pregunto inocentemente.

-Si, pero me lo voy a llevar -dice con cara de perverso, rostro que no había podido llegar a apreciar.

-¿Para llevar? -añado sorprendida.

-Si, lo tengo delante, no se si llevarla andando o en brazos -consigue sacarme los colores.

Los dos nos levantamos y nos marchamos a la habitación, nos vamos sin pagar aunque supongo que la cuenta se la pasaran a la tarjeta de la habitación, pero es algo que prefiero no preguntar porque Luke va seguro de sí mismo.

Cuando nos encontramos en el pasillo Luke me coge de la cintura y me coloca hacia la pared.

-Me he quedado con ganas de ti antes -me musita en el oído mientras me coge un mechón de pelo y hace presión sobre la pared para que quede allí inmovil.

-Nos podría ver alguien -añado imaginando que alguien salga de algún lado y nos vea.

-¿No te gustaría? -me pregunta excitado porque eso ocurra.

Estaba sintiendo los músculos de Luke apoyados sobre mi y ya no escuchaba la pregunta.

Consigo rápidamente por suerte liberarme de Luke y llevarlo hasta la habitación.

Una vez dentro era Luke el que tomaba el control hasta llevarme a la cama y tumbarme sobre ella.

Comienza él dándome besos en el cuello, le agarro fuertemente de la espalda para acercarlo hacia mi.

En ese momento él se levanta rápidamente de la cama y comienza a moverse en dirección a la nevera.

-¿Que haces? -le pregunto extrañada.

-Cogiendo nata para comerme mi postre -me responde pícaramente.

-Venga ven aquí conmigo -no podia esperar mucho más.

Lo primero que hace Luke es rociarlo sobre mis labios haciendo todo el recorrido de los mismos. Acto seguido se va comiendo la nata arrastrando la lengua sobre todas las zonas.

Empieza a mirar más abajo y me quita la camiseta con la que me había examinado, es mi camiseta de la suerte.

Nada más hacerlo me levanta para llegar más fácilmente al sujetador y deja mis pechos al descubierto. Ahora vierte la nata sobre estos y empieza a relamerse. La frescura de la nata hace que todo mi cuerpo esté más sensible y por consiguiente que sintiera más placer de lo normal.

Ha acabado con toda la parte superior, ahora se viene un poco más abajo y me coloca sobre el cojín y me quita los pantalones y la ropa interior prácticamente a la vez, dejándome completamente desnuda.

Ahora echa lo ultimo que queda sobre mi sexo. Haciendo que me recorra un gran escalofrío por la espalda y consigue el objetivo de Luke, que no era otro que hacerme disfrutar. Ahora y después de unos minutos de placer es a Luke al que le toca y de nuevo vuelvo a tomar el control, le levanto y lo tumbo directamente sobre la cama sin antes quitarle la camisa que lleva. Una vez apoyado en el cojín empiezo a jugar rápidamente con sus pectorales, es algo que le encanta.

Después de pasar aquella fase empiezo a quitarle el cinturón para acceder directamente y sin ningún tipo de problema al pantalón. Ya está en su mayor furor y no puede subir más, así que no dudo en empezar a jugar.

Este no para de gritar mi nombre y de agarrar mi pelo por dentro. Y así es hasta que llega al clímax más absoluto.

Se queda tumbado durante un par de minutos hasta que coge fuerzas para seguir.

Así es hasta que los dos llegamos de nuevo al éxtasis y quedamos tumbados y abrazados sin apenas poder decir palabra alguna.