Luces y sombras[completa]

Capitulo 21

Al día siguiente abro los ojos sin saber muy bien que hora es ni mucho menos donde me encuentro.

Mis ojos se encuentran con los de Luke y este se mantiene mudo observándolos.

—¿Qué hora es? —pregunto mientras enmarco una sonrisa.

—Son las siete de la mañana, tranquila estás a tiempo de llegar al trabajo —añade para mi alivio.

Me levanto y voy al baño para darme una ducha, aunque tengo el tiempo justo para ir al trabajo quiero pasar por mi apartamento para cambiarme de ropa.

Después de la ducha salimos directamente dirección Nueva York, ahora es Luke él que conduce y no va mucho más lento que yo al ir.

 Me da la sensación que fue hace mucho tiempo cuando llegamos a este lugar. Pero solo ha pasado un día.

Al llegar al apartamento rápidamente subo por las escaleras de dos en dos, escojo lo primero que encuentro en el armario y sin darme ni siquiera un respiro vuelvo a bajar por las escaleras esta vez más despacio porque no quiero acabar en el hospital.

Luke está esperando en el coche y parece hablar con alguien por teléfono.

Al entrar Luke de inmediato cuelga.

—¿Con quién hablabas? —pregunto cogiendo un suspiro de aire.

—Con nadie —responde dejando el teléfono apoyado en el soporte del coche y sin apenas mirarme, algo que a mi me estaba extrañado y me quedo pensativa.

Luke arranca el Lamborghini y pone rumbo a mi trabajo. Al salir a la carretera la pantalla de Luke se enciende. Soy de naturaleza curiosa y no puedo evitar mirar la pantalla. En el sale un claro mensaje que decía:

—“Al final hoy no puedo quedar, quedamos mejor mañana...” —recitaba el escrito, en el mensaje se mostraba una foto de una mujer y un nombre “Sophia”. Se me abre la boca hasta llegar al asiento y apenas puedo sacar de mi alma dañada palabra alguna. Luke rápidamente al ver el mensaje y sin que le llegue a dar tiempo a leerlo desliza el dedo por la pantalla para apartarlo.

—¿Qué significa el mensaje? —le respondo atónita ante lo que acababan de presenciar mi ojos.

—¿Qué es que Mía? —se hace el despistado muy bien. Algo que le sale como a nadie porque parece de verdad.

—El mensaje, ¿con quién ibas a quedar hoy? —trago saliva mientras el nudo de la garganta cada vez es mayor y no me deja respirar.

—No es nada Mía enserio, no le hagas caso —le quita importancia a algo que parece si tenerlo.

—Vete a la mierda Luke —le suelto mientras intento mantener las lágrimas del dolor que estoy sufriendo.

No entiendo como siempre las cosas van bien y en un momento ocurre algo que lo destroza todo.

—De verdad Mía... creeme, no es lo que parece.

—Cuando la gente utiliza esa frase sí que es lo que parece —contesto rápidamente.

—Joder Mía, no seas testadura y confia en mi, no es nadie importante —palabras vacias en medio de una discursión.

—De acuerdo Luke, lo que tu digas, total ya hemos llegado —nada más decir la frase Luke detiene el coche justo enfrente de mi trabajo y me bajo rápidamente cerrando de un portazo y sin mirar atrás.

Luke se queda mirando y dándose cuenta de cómo las tornas se han dado la vuelta veinticuatro horas después.

Al llegar a mi planta me está esperando James con un café en mano.

—Pero chica, la cara que traes no pareces haber follado —dice para ver si me puede sacar una sonrisa.

—No tengo ganas de bromas James —le explico encendiendo el ordenador y aceptando el café que tenía en la mano.

—Ya he visto lo que ha pasado —se apoya sobre mi mesa.

—¿Y? —le amenazo con la mirada y giro mi cuerpo en su dirección.

—No… que no parece que no estéis bien. No es por meterme en vuestra relación pero me da la sensación de que hay problemas en el paraíso y me da que es por una sesera que está mal formada.

—Meterte no, te has tirado directamente a la piscina sin agua.

—Lo siento —dice apartándose unos metros.

—Pero llevas razón, una cabeza que no tiene el windows actualizado y se ha quedado en el xp.

—¿Pero que ha ocurrido? —ahora va con precaución.

—Pues que alguien... una mujer “o una zorra” —pensaba lo último —le ha mandado un mensaje a Luke diciendo que iba a quedar luego con él —esto hace que James ponga los ojos como platillos chinos.

—¿Y que has hecho? —no se cree lo que escuchan sus oídos.

—Pues dejarle con la palabra en la boca —respondo.

—Me parece bien —me dice felicitándome.

—Vamos todos a trabajar —entra Oscar alertando a todo el mundo, seguramente observando desde la distancia a nosotros dos.

—Oye Mía, ¿hoy te puedes quedar una hora más? —me pregunta —. Necesito que hagas estos informes —me comenta mientras me extiende unas hojas.

Le afirmo con la cabeza, no me queda otra que aceptar, además de que no estoy para discutir y  mucho menos para dejar un trabajo.

Me siento correctamente en mi sitio y tomo un sorbo del café que me ha traído James.

—“Esta buenisimo” —pienso mientras cojo con la otra mano el teléfono para ver si tengo algún mensaje.

—“Quiero explicarte el malentendido” —es Luke el que me escribe al mismo tiempo que abro el chat. Parece estar observandome desde la distancia.

Inmediatamente dejo el mensaje en leído y cierro la conversación. No tengo ganas de contestar y mucho menos de discutir, trato de recordar el buen día que había pasado el día anterior con Luke en el Spa, pese al enfado estupido de él al fin de cuentas había disfrutado y me lo había pasado bien.

Las horas pasan mas lentas que rapidas, como se nota que no estoy en aquel lugar de relax y desconexión. El tiempo transcurre de manera diferente.

Al bajar por las últimas escaleras del edificio me está esperando Luke en la puerta apoyado en el coche. Cojo aire y pienso en que le voy a decir para no parecer una loca o algo similar.

—Hola Mía —se acerca para darme un beso pero me aparto, no quiero que Luke este cerca hasta tener una respuesta.

—Lo siento —agacha la mirada.




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