Capítulo 50

Me encuentro en la cafetería de siempre, trato de asimilar lo sucedido mientras Luke habla con Trevor para saber si han encontrado algo.

—Nada, Trevor ha revisado todas las cámaras de diez manzanas alrededor y en ninguna se muestra nada. Son buenos, quien lo ha hecho lo tenía todo calculado, ¿le debes dinero a alguien? —dice mientras se acerca a la mesa y me pregunta llegando a ofender.

—Si, al camarero este por el refresco no te jode, ¿pero a quién voy a deber yo dinero? —le miro con una mirada desafiante.

—Entonces ha sido alguien que viene a por mí —dice con total tranquilidad.

—¿Vienen a por ti? —le pregunto con la boca abierta.

—Hace unos meses recibí una carta amenazandome, por eso doble la seguridad, jamás pensé que fueran a ir a por ti —se explica lanzando un puñetazo al aire y resoplando por la impotencia.

—¿Estamos en peligro? —le pregunto ante mi seguridad.

—No, mi seguridad que ha investigado cree que es un grupo inversor que está haciendo fuerza para aceptar un trato pero llevo meses rechazándolo por las condiciones —poco a poco se va abriendo el cajón de la verdad.

—¿Qué hago? —me tiemblan las piernas más que un estudiante antes de recibir los exámenes corregidos.

—Lo mejor es que te vengas a mi casa —me coje de las manos.

—Luke, creo que lo mejor es que me vaya a Seattle a vivir —la decisión está tomada, tengo un mes para que abran la nueva agencia y todavía no he cogido vacaciones este año. Es la oportunidad y aprovechar para mudarme y salir de todo esto.

—Mía, pensándolo mucho he decidido irme contigo, lo dejo todo aquí y me marcho allí, voy a trabajar desde casa con el ordenador, pero me tienes que dejar tiempo para prepararlo —no puedo creerme que al final haya decidido venirse conmigo.

Salto de alegría pero en el fondo temo que alguien intente hacerme algo.

—Te voy a poner a Trevor y dos personas mas de seguridad para que te protejan. Tranquila... no te va a pasar nada durante estas semanas que nos quedan —me mira con esa mirada tan dulce que tiene.

Asiento con la mirada y le dedico una sonrisa. Comienzo a tomar el refresco que tengo delante.

—Mía, voy enserio, y para demostrártelo te voy a presentar a mi madre —suelta de golpe y porrazo provocando que me llegue a atragantas con el refresco.

—¿Como? —le pregunto recuperándome del susto.

—Pues que te voy a presentar a mi madre, ¿no te alegras? —cuidado Mía, es una pregunta trampa.

—Si si, solo que me lo has soltado de repente.

Luke saca una sonrisa de oreja a oreja.

Esta noche cenamos con ella, ya he hablado con ella y le he hablado estos días muy bien de ti —Luke Johnson presentándome a su familia, esto es un nuevo nivel en el videojuego “Luke Johnson y los misteriosos secretos”.

Acepto y me voy a mi apartamento corriendo para arreglarme, necesito causarle una buena impresión, será crucial en mis intereses de seguir al lado de Luke o no.

Estoy algo nerviosa, de su familia tan solo conozco a su hermana Susan y no tuve el placer de compartir mucho rato a su lado además de que el poco tiempo que estuve a su lado me genero más sombras que luces. No quiero hacerme una idea errónea de su madre así que decido no pensar.

Me encuentro ya en el apartamento terminandome de arreglar.

—¿Te queda mucho Mía? —me pregunta Luke a la vez que golpea bruscamente la puerta como si fuera a tirarla.

—Si, cinco minutos —mentira porque es de todo sabido que cuando una mujer dice que le quedan cinco minutos al menos le quedan veinte.

A los veinte minutos salgo y Luke ya está desesperado en el salón sin saber dónde colocarse.

—Casi tengo que pedir una orden de registro para entrar al baño a por ti —me responde con un tono algo irónico y picantón.

—Hubiera sido lo mejor —le guiño el ojo y paso por delante de él para que me vea y así provocarlo.

Me doy la vuelta y me doy cuenta de ello, me encanta cuando me mira el culo e intenta disimular de que no lo hace pero la inocencia se le va enseguida.

Me subo al coche y nos ponemos en marcha, en apenas minutos llegamos, la casa es gigantesca, parece que sus padres tienen dinero, pero espera un momento. Luke nunca me ha hablado de su padre, y ahora solo lo ha hecho de su madre, ahí algo que no encaja y no quiero meter la pata.

—Luke, ¿vamos a conocer solo a tu madre? —Luke desde el principio siempre ha sido muy reservado para su vida privada y no ha mencionado nunca nada, siempre ha sido muy hermético con su familia.

—Eh sí, mi padre falleció cuando tenía dieciocho años —le cambia completamente la voz, aprieta el puño y se le marca la vena del brazo.

¿Qué me está ocultado?

—Lo siento —intento remediarlo.

—No pasa nada, son cosas que pasan —da la sensación de que se está mordiendo la lengua pero prefiero indagar en otro momento, ahora tengo ganas de conocer a su madre.

Desde fuera la casa es gigantesca, tiene cientos de ventanas y la fachada está completamente nueva, cuenta con una piscina en la parte de atrás. Es una pasada.