Luces y sombras[completa]

Capítulo 52

Hace una semana del accidente del coche y de la reconciliación con Luke por undécima vez. En apenas dos semanas nos marchamos a vivir a Seattle, Luke y Walter están comenzando a empaquetar todo para irnos para allí, aun no me creo que eso vaya a pasar de verdad.

Por extrañas circunstancias Oscar ha cerrado hoy la agencia y Luke se ha dado el día libre, me ha preparado una sorpresa que aun no logro averiguar que es lo que es.

Lo único que sé es que me ha hecho madrugar, el no tener que ir a trabajar no me ha librado de eso. Son las siete de la mañana y aun es de noche, me replanteo seriamente si marcharme de nuevo debajo de las sábanas pero Luke sale del baño y me niega rotundamente las intenciones que tengo.

—Nos marchamos enseguida nena, prepárate y ponte cómoda —me sugiere, realmente no sé para él lo que es ponerse cómodo porque igual me pongo un chandal y me lleva a un desfile. Paso de imaginar distintas posibilidades y decido ponerme lo que más a mano tengo y lo que yo considero cómodo. El tambien lleva un chandal negro, es la primera vez que lo veo en chandal y se me hace raro verlo.

Nos montamos en el Ferrari, no entiendo como no se le quedan los demás coches sin batería, la mayoría de coches ni los utiliza, de hecho llevan en el mismo sitio desde que llegue el primer día.

Llegamos hasta el aeropuerto, esto promete.

Nos montamos en su jet privado, lo tenía ya preparado, comenzamos a despegar, el comandante seguro que tiene orden de no decir ni el lugar a donde nos disponemos a ir.

Me sale en el asiento donde se encuentra el Jet, vamos hacia abajo directamente.

A las tres horas de ir volando el comandante nos avisa de que vamos a despegar, estamos encima de Florida, no se que hacemos aquí y decido preguntar.

—¿Que hacemos aquí? —voy a tener que insistir un poco más para que me diga algo.

—¿Tu te acuerdas de la tarde en el balneario?

Parece que fue hace varios años pero realmente fue hace menos de dos meses, es increíble cómo pasa el tiempo.

—Más o menos —no recuerdo exactamente qué quiere que recuerde, pasaron tantas cosas allí.

—¿Te acuerdas que te dije que mi sueño era visitar todos los parques de atracciones del mundo? —Ahora lo entiendo.

Llegamos hasta el “Magic Kingdom Park”, siempre he escuchado que este es uno de los mejores parques de atracciones del mundo, es la primera vez que voy a uno.

Llegamos hasta la puerta, está prácticamente vacío, es raro para esta altura del año, a esta hora no caberia ni un alfiler aquí.

Llegamos hasta las filas, en ella se muestra un cartel de que no hay entradas disponibles, es raro porque desde fuera no parece haber mucha gente, espero que Luke haya pagado ya las dos con antelación. 

¿Pero a quién voy a engañar? 

Es Luke Johnson, él lo tiene todo pensado.

Llegamos hasta las taquillas y de la parte de atrás del pantalón saca un par de hojas, enseguida la mujer nos deja pasar. No hay nadie en las colas de las atracciones, el día nos da para montarnos en prácticamente todas y varias veces, el día es genial.

La sensación de soltar toda la adrenalina, de todo lo que llevo dentro y de todo lo que nos ha pasado. Salimos nuevos del parque. Llegamos hasta el Jet, en apenas dos horas y media estamos en Nueva York.

Saco de mi bolso una foto que nos han hecho en el parque de atracciones, es la primera foto que tengo de él. Y la primera que tenemos los dos juntos, la pongo en la misma entrada, queda perfecta.

Luke viene por la parte de atrás, me abraza fuerte mientras observa la foto que acabo de poner.

—¿Vamos a la habitación? —me pregunta mientras me besa la parte de atrás.

—¿Que me vas a hacer? —le pregunto con tono picarón.

—Lo que tú me digas —añade.

Me coge de los brazos y me sube hasta la parte de arriba, están todas las luces apagadas, Walter seguramente se haya acostado ya.

—Te he echado mucho de menos —me dice musitando al oído, me encanta cuando lo hace.

Me lleva hasta la habitación, me tumba sobre la cama.

Lo primero que hace es quitarse la camiseta y quedarse con el pecho descubierto, desde mi posición puedo observar la cicatriz que por fin se porque y donde se la hizo.

Se tumba encima de mí y me sube lentamente la camiseta, noto como sus labios se posan sobre mi piel húmeda, noto como el calor comienza a subir poco a poco.

—Tengo ganas de sentirte de nuevo —me reconoce al oído.

Yo no puedo evitar soltar un gemido. Lo acerco mas aun a mi, ya no hay ningun centimetro que nos separe.

—Hazlo —le suplico mientras suspiro.

Se pone de pie y en pocos segundos se quita el pantalón y la ropa interior y se queda completamente desnudo.

Desde el espejo de la pared puedo observar sus jugosos glúteos, esos que quiero apretar en cuanto se tumbó sobre mi.

Me empieza a bajar el chándal y las bragas, me quedo completamente desnuda de la parte de abajo, para los dedos lentamente sobre todas mis partes provocando de nuevo un gemido.




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