Capítulo 58

Hace dos semanas desde que me despidieron, los primeros días fueron duros, James y Elizabeth me han visitado para apoyarme y me han animado bastante. Luke me ha conseguido una entrevista en la mejor empresa de telecomunicación de Nueva York, creo que es una buena oportunidad laboral, no tiene nada relacionado con la agencia de fotos pero creo que más adelante me podré buscar algo similar y mientras tanto para salir del paso con mis gastos este es un buen empleo.

No he hablado con él de lo de Oliver pero no me veo con fuerzas para hacerlo.

—¿Mía Miller? —me dice la secretaria mientras permanezco sentada en una de las sillas incómodas de recepción esperando a que me llamen para entrar.

A mi lado un chico joven que no llega a la edad de diecinueve años, es delgado, y tiene cara asustado. No le he preguntado pero seguro que no tiene mucha experiencia y a falta de pruebas seguro que está nervioso.

—Si, soy yo —contesto saliendo rápidamente del pensamiento.

Paso para dentro, atravieso un pasillo largo y estrecho, voy siguiendo las indicaciones que me ha dado la secretaria hasta que doy con el despacho que me ha descrito. La puerta está cerrada con lo que es algo negativo, ya tengo que llamar y entrar siendo el centro de la mirada.

Pero lo hago, llamo y una voz de aguda me responde.

—Pase pase —dice con un buen tono.

—Usted debe de ser Miller ¿verdad?

—Luke nos ha hablado muy bien de ti. Observo que has estado durante prácticamente dos años en una agencia de fotografía.

—Si, poco tiempo, me hubiese gustado estar más —no se muy bien que respondo, debe de ser fruto de los nervios. Ya no me quedan uñas para morderme.

—Bueno, tu horario será de ocho de la mañana a tres de la tarde de Lunes a Viernes. —es la entrevista más surrealista que he ido en mi vida.

—¿Pero ya me habeis cogido? —le pregunto confundida.

—Si, empiezas este mismo Lunes, ¿algún problema o alguna duda?

—Si —la detengo en seco.

—Dime... 

—¿Cuánto voy a cobrar? —se que en una entrevista de trabajo no le debo de preguntar pero ya que me ha dicho que estoy contratada tengo curiosidad.

—Dos mil quinientos dólares —el dinero sale claro y conciso, voy a cobrar mucho más de lo que lo iba hacer en Seattle siendo jefa. Es increíble.

—La semana que viene la primera será de realizar un curso formativo y luego ya la siguiente empezarás a tope.

No puedo irradiar más felicidad, estoy deseando contárselo a Luke.

—Bueno, pues el Lunes a las ocho te quiero ver aquí… —me confirma el día, la hora y el lugar a la vez que me acompaña a la puerta para que pueda marchar.