Capítulo 61

La luz entra directamente por la ventana, tengo la cabeza que me va a explotar, no me acuerdo de prácticamente nada de lo que pasó anoche. Miro a mi alrededor, es una habitación que no he estado nunca.

Escucho el pomo de la puerta girarse, trato de taparme lo más rápido que puedo, no se quien es.

Entra Oliver a la habitación.

—¿Qué tal has dormido? —me pregunta mientras trato de recordar lo sucedido anoche.

—¿Qué ha pasado? —solo recuerdo ir con Elizabeth de fiesta y luego irme al London porque Luke…

No puede ser, ahora recuerdo algo, Luke se estaba enrollando con otra y me fui cabreada a la cafetería. Después de eso Oliver llego y empezamos a beber pero ya no recuerdo nada más después de eso.

—Ha pasado lo que tenía que pasar —añade mientras se acerca a mí a la cama.

—No… no puede ser… —niego rotundamente con la cabeza.

—Mía, ha sido la noche más bonita de mi vida —me mira y se le iluminan los ojos. Ojala Luke me mirase de ese modo y me cuidase así y no se enfadase.

—Mía tienes unos ojos preciosos y me encanta tu pelo —reconoce abriéndose de par en par.

—Ya, pero yo… —estoy hecha un lio, no se que hacer.

—Mira Oliver, ahora mismo estoy en una etapa de mi vida en donde no se muy bien si estoy preparada para algo o no —le reconozco.

—Ya… —se queda cabizbajo—. Si alguna vez lo estas avisame —el tono es entrecortado. Le cuesta pronunciar las palabras.

Me siento mal por haberlo dejado así pero es la más sincera realidad, no puedo engañarlo y no puedo engañarme a mi misma.

—¿Quieres que te acerque a tu casa? —no se muy bien donde se encuentra la casa de Oliver, pero viendo como iba ayer no creo que viniesemos aquí en coche y no creo que este muy lejos de la cafetería y así de mi apartamento.

—Creo que me iré andando —me acompaña amablemente hasta la puerta y me da dos besos en la mejilla antes de cerrar la puerta. No se le veía muy feliz, más bien triste.

Comienzo a bajar escalones mientras la culpa me reconcome por dentro, como he podido ser capaz de acostarme con Oliver cuando no hace ni veinticuatro horas que lo deje con Luke o más bien que me entere de lo sucedido, de toda la verdad. Lo pienso y sigo sin creermelo, parece que fue hace mucho más tiempo.

Bajo y enseguida identifico la calle donde vive Oliver. Está a un par de manzanas de la cafetería e incluso está más cerca de mi casa. No debe de salir mucho porque no lo había visto nunca antes por esta calle.

Llego hasta mi apartamento, no se a quien llamar para desahogarme, Elizabeth está con su empresa, James ha aprovechado para irse el fin de semana y mi madre está con sus cosas. Miro la lista de contactos, llamar a Luke sería caer en la tentación de nuevo. Cuando estas mal, sola y con problemas, cuando tienes realmente problemas es cuando te das cuenta de quien está a tu lado y quien no.

Y ahora mismo a mi lado no hay nadie. Anoche me tenía que haber quedado en casa, no tendría que haber salido, así no hubiera pasado nada y estaría todo bien.

¿Porque le haría caso a Elizabeth y su ridículo plan de salir a despejarse?

De nuevo el estómago se me da la vuelta y me tengo que marchar al baño corriendo, llevo así unos días, es una sensación bastante angustiosa.