ALICIA
Después de enterarme del viaje de mi jefe y el señor Henry Carvajal, trate de investigar con algunas agencias de viaje que sé que son sus favoritas o con el piloto de su Jet privado.
Pero no uso ninguna de las agencias de viaje que normalmente usa y tampoco viajo en su Jet, así que no tengo ni idea a donde fueron ese par.
También investigué si uso las tarjetas de la empresa o transfirió dinero de esas cuentas, pero tampoco lo hizo, lo cual me deja con la intriga de saber a donde se fueron.
Aunque sé que no tengo derecho a reclamar nada, pero igual él no debió irse y dejar la empresa sola si ni siquiera estoy yo allá, ni Henry, si pasa algo y necesitan a algún representante presente, que van a hacer.
Yo no podía hacer nada, él es el jefe y si se quiere ir lo puede hacer, por algo es el dueño de todo, ya que no podía hacer nada para saber de ellos, pues con Sheila y Angie, nos fuimos a un parque acuático cercano, de donde estacionamos la casa rodante Así que nos pusimos nuestros trajes de baño, ropa de piscina y nos fuimos a disfrutar de un día maravilloso.
En cuanto entramos al parque acuático los ojitos de mi Sheila se iluminaron y sonrió ampliamente, buscamos un lugar para nosotras y luego entramos a una de las piscinas a nadar.
Mi pequeña Sheila, parecía una pequeña sirena, Angie y yo le enseñamos a nadar y no quería salir del agua ni para comer, pero la convencí al final, pues volvería a entrar más tarde y ella accedió al final.
Después de comer, descansamos un rato, tomamos el sol y seguimos disfrutando de las piscinas, los toboganes y del magnífico lugar, ya al final de la tarde volvimos a la casa rodante, donde prepare algo ligero de cenar y Sheila se quedó dormida muy rápido estaba agotada de tantos toboganes y nadar.
—Oye, mañana pasaremos por donde vive tu ex, ¿iras a hablarle? —interrogó Angie y yo me quedé mirando a mi niña dormir.
—Iré a verlo, pero no tengo la idea tensión de hablarle, quiero ver por lo que me dejo a mí y a mi hija. Según él, no dañaría su vida con un hijo, que tenía un futuro brillante para él y que no quería hijos
>quiero saber si lo logro y tal vez, si le hable y le pregunte si valió la pena abandonar a su hija, por el futuro que tiene ahora, la verdad de él solamente tengo su dirección, no sé si se casó o que fue de su vida luego de que me abandonará —respondí sin dejar de mirarla a mi hermosa bebe.
—Bueno, si me autorizas yo podría darle una paliza, claro únicamente si tú quieres —Angie y sus locuras, me hace sonreír siempre.
—No, no vale la pena. No quiero que ensucies tus manos, mejor veamos que más podemos hacer en este viaje que recién comienza —Propuse y ella hizo como si aplaudiera, pero no lo hizo, pues Sheila duerme.
Salimos un momento de la casa rodante para revisar las diferentes actividades que podríamos hacer en nuestra siguiente parada y pues nos encontramos con varias opciones.
Podíamos ir a una excursión por un sendero cerca del bosque, según la reseña, es una experiencia única, pues el recorrido dura tres horas. Es en bicicleta, pero es hermoso, puedes ver conejos, algunas aves, ardillas y muchos animales más, además puedes acampar al final del lugar donde está instalado un zoológico y un par de restaurantes donde puedes pasar el día tranquilo.
En ese lugar se reúnen muchas familias y pues entre las opciones que hay, esa es la mejor para ir con Sheila. Hablamos un rato más mi amiga y yo antes de irnos a dormir, además debíamos conseguir bicicletas para nosotras, pues Sheila irá en la mía, porque se puede cansar en el paseo y no quiero terminar con ella en mi bicicleta y arrastrando la suya.
Yo como cada noche me acosté abrazando a mi hija, no sé ni para que busque una casa rodante con tres camas cuando solamente usamos dos ja, ja, ja supongo que me gusta más dormir con mi hija que sola en mi cama.
A la mañana siguiente continuo nuestro viaje después del desayuno, conduje un par de horas más, hasta nuestro destino, primero fuimos por las bicicletas, algunas botellas de agua y algo para comer en el camino, después dejamos la casa rodante en un lugar seguro y nos fuimos a emprender el viaje al sendero.
El sendero era hermoso, disfrutamos mucho viendo los animales y recorriendo la naturaleza, a Sheila lo que más le gustó fueron los peces que vimos a mitad del paseo en un pequeño lago repleto de peces.
Afortunadamente, todo salió a pedir de bocas, llegamos a tiempo al final del recorrido para la hora de la merienda y merenderos en el restaurante al final de todo, no quisimos quedarnos a acampar porque Sheila quería noche de cine para chicas, así que veremos una esta noche en la casa rodante.
Pero primero iremos pro un proyecto que Angie se empeñó en ser ella quien lo comprara, así que nos pusimos en marcha al lugar.
Cuando veníamos de regreso reconocí la dirección de una casa frente a nosotros y me detuve por un momento.
—¿Por qué te detienes?— preguntó Angie en vos baja y yo volteó a morar a ver que está haciendo Sheila, pero está lejos de nosotras con su tablet y sus audífonos
—Mi ex vive aquí — respondí y entonces ella también volteó a ver el lugar. Unos segundo después llego un hermoso auto deportivo y de él sé bajo mi ex, pero lo que me sorprendió fue lo que paso después.
—¿Estás viendo lo mismo que yo? —pregunte por qué creo que estoy alucinando
—Si y te juro que lo mato —Angie bajo del auto muy enojada y yo la seguí, Sheila seguía concentrada en su tablet y sus audífonos no le permitieron escuchar nada.
Editado: 19.09.2024