ALICIA
Juro que mi intención era ponérsela difícil a Leonardo, pero como podría resistirme verlo arrodillado frente a mí y por si fuera poco me pidió matrimonio y prometió nunca dejarme sola sin importar lo que pasara.
Amo a ese hombre y no puedo rechazarlo más, en especial con lo tierno y cariñoso que es y si a eso le sumamos que desde que me embarace de Sheila nada de nada, pues no iba a poder resistirme ante semejante ejemplar.
Sin contar lo bien equipado que está mi Leonardo, posee una tropa de elefante entre sus piernas, por eso me dolió un poco más el estar con él, pero solo un poco del resto disfrute muchísimo de esa trompa de elefante, que no se cansa y yo tampoco.
Si hubiera sido por mí no salimos de la cama en todo el día, pero debíamos cenar y descansar, pues, aunque amo a Leonardo, tengo una hija, que debe estar haciéndole travesuras a su madrina y eso me alegra, se lo merece por traidora.
Ja, ja, ja al día siguiente él me despertó de la mejor manera que puede, siendo él y su trompa de elefante, mi desayuno y mi despertador, nos duchamos juntos y preparamos el desayuno, él se pegó a mí y no quiere separarse de mí lo cual me encanta.
Después del desayuno creí que podríamos descansar, pero no fue así, Leonardo me subió encima de la pequeña mesita de la cocina y comenzó a quitar mi ropa nuevamente, no sé por qué presiento que con él no usaré mucha ropa, ja, ja, ja.
—¿Oye no te cansas? — indagué con una gran sonrisa que ya no puedo ocultar.
—Han sido cinco años deseándote y ahora que te tengo no voy a perder ningún segundo a tu lado —confiesa para continuar quitándome la ropa
Yo como también lo sigo deseando a pesar de que pasamos horas en la cama, también lo ayude a quitar su ropa y terminamos teniendo sexo salvaje encima de la mesita de la cocina, la cual creí que se rompería o lo haría yo porque las embestidas de Leonardo y su trompa de elefante eran fuertes y creí que me rompería en dos o a la mesa jajajá.
Agotado pase el reto del día durmiendo en los brazos de mi ahora prometido, me sentía agotada y mis piernas no respondían, además que cada que despertaba ese hombre quería más y más de mí y terminaba más cansada que antes, por lo que mejor duermo de corrido o moriré de placer.
Pienso que necesito una silla de ruedas con urgencia, mis piernas no aguantan tanto y menos con tan buen equipamiento, definitivamente Leonardo quiere recuperar estos cinco años lejos, en un día y una noche, lo cual no creo posible, pero estoy feliz con que lo intente amo ser suya jajajá soy una golosa de lo peor que aunque esté cansada no le puedo decir que no mis piernas se abren por sí solas, le pertenezco y ya de eso no hay duda.
—Quiero que nos casemos antes de que terminemos este viaje —me comenta Leonardo mientras estoy en su pecho después de la vez 1000 que me hizo suya y estoy por quedarme rendida.
—¿Tienes miedo de que huya?, bromeo con los ojos a punto de cerrárseme
—No, y aunque lo hicieras, te perseguiré hasta traerte de vuelta, es simplemente que quiero que al volver tú y Sheila se miden conmigo —Leonardo deja un beso en mi frente y sé que le respondí, pero estaba tan agotada que no recuerdo lo que dije y me quedé rendida entre sus brazos.
Si así van a ser los días y las noches con Leonardo creo que pasaré todos los días agotadas por su culpa y la de su trompa de elefante.
ANGIE
Mi amiga a de estar pasándoselo de maravilla y yo estoy prácticamente dormida en el cine, pero todo sea por ella, por qué mi hermosa ahijada tiene tanta energía que mientras yo camino ella corre junto a Bryan.
—Creo que alguien quiere irse a dormir ya —comenta mi Henrycito quien acaricia mi trasero y yo lo miro molesta.
—Estoy agotada y es tu culpa y culpa de tu anaconda —respondí sin pensar y él comenzó a reír.
—Ja, ja, ja, y ni piense que porque los niños están con nosotros no comeré postre esta noche —Me dio un beso en la boca y se fue con los niños a la pizzería.
Yo me quedo viéndolo como tonta, ¿por qué como pretende seguí comiéndose a este bombón, si estamos cuidando dos niños? Que le pasa no se cansa?
Recupere mi postura y camine hasta alcanzar a esos tres que ya habían pedido las pizzas y las bebidas.
Sheila y Bryan se devoraron todo y pues yo los apoye, este hombre consumió todas mis energías y pues necesito recuperarla y más porque parece que va enserió con que esta noche quiere postre el muy descarado, no ha dejado de provocarme, Dios parece que no cansa nunca.
Luego de la pizza, Sheila por fin parecía haberse quedado sin energía, así que Henry la llevo en sus brazos hasta la casa rodante, la acostó en su cama y Bryan se acostó a su lado, el cerro, la pequeña cortina de la habitación y los dejo dormir a los dos mientras ya yo estaba casi dormida en pijama en la cama de Alicia.
—Tú no te duermas aún, recuerda que eres mi postre —mi henrycito comenzó a besar mis hombros y yo abrí mucho los ojos.
—Contrólate nos pueden escuchar los niños — comenté nerviosa.
—Entonces controlarte y no grites —me respondió en cuanto quitaba mi tanga con facilidad, ya que traía puesto un camisón de seda, no le costó mucho trabajo.
—Henry —dije con tono de súplica cuando él introdujo sus dedos en mi humedad.
—Recuerda no gritar mi bombón —él con una sonrisa malévola siguió jugando en mi zona íntima mientras yo me estremecía y evitaba hacer cualquier ruido.
El muy idiota sonría al verme sufrir por no poder gritar, pero esta me las paga por idiota, dejé que estemos solos y los niños vuelvan con sus padres, él será el que sufra y supliqué.
Editado: 19.09.2024