—Últimamente, me he sentido muy ansioso, he tenido mucho trabajo, cerré un proyecto de un hotel, al cliente le gustó mucho, —le digo entrando al consultorio de la tía Paola.—Eso es bueno, —me contesta y tomando su café de mis manos, —dime y que tiene de malo que hayas cerrado ese contrato, es lo que a ti te gusta, para eso te has preparado, como estás con la dirección de la importadora, —me pregunta.—Está bien, estoy haciendo una evaluación de todo el personal, han estado haciendo algunos manejos raros, estamos viendo cómo mejorar y retener a los antiguos clientes, —le digo y tía Paola me sonríe.—Hay algo más que te tiene inquieto, cuéntame —dice y me hace pasar a la sala que tiene en el consultorio.—Bueno, tuve pesadillas otra vez, volvieron recuerdos de cuando era niño, y ayer la vi, hoy también, — le digo y tía Paola me quedo viendo.—A ver a quien viste, tienes un brillo en tu mirada, Luciano, hay cosas que yo como tu psicóloga no puedo tratar contigo, dime a quien viste, —me dice con una sonrisa, no entiendo porque sonríe.—Tía Paola, porque sonríe, no entiendo, —le digo, —el proyecto del hotel es para el señor Urrutia, papá de Minerva, pero la dueña de ese hotel es Clara, su hermana, pero hay algo en ella que, —me quedó callado y tía Paola interrumpe.—Y ¿está bonita? —me pregunta y la volteo a ver confundido, —a ver dime cómo es clara, hablaste con ella, eso es bueno, te puedes dar la oportunidad de conocer más personas y quizá hacer amigos, —me dice poniéndose de pie y me toma de la mano.—No sé cómo es, bueno, si es bonita, pero hay algo en ella que no entiendo, creo que es especial, —le digo cerrando mis ojos recordando el bello rostro que se me quedó grabado.—Te gustaría salir con ella— me dice y aún sigue sonriendo, la miré y sonreí, tía Paola se acercó —¿me dejas darte un abrazo?— me pregunta y asiento levantándome para aceptar su abrazo.Recuerdo que Mine me platicó que tenía una hermana con una condición similar a la mía, pero que ella es más aislada de la sociedad, es callada y tímida, eso sí, es muy inteligente. Nunca la vi porque yo no iba a su casa, no me gustaba, era ella quien iba a mi casa a hacer las tareas o nos veíamos en clase.—Luciano— me habla mi tía no Paola y levanto mi mirada hacia ella, — Ya habíamos hablado de diferentes emociones en las personas, el querer y el amar a una persona diferente a tu familia¿verdad?— me dice a lo cual asiento y ella sigue hablando. —bien has crecido dentro del seno familiar protegido y has demostrado que puedes hacer muchas cosas que no afectan ese círculo de amor, no has experimentado otro tipo de amor, tienes dos amigos que son los únicos con los que te juntas y una de ellas es Minerva, y la quieres, pero como amiga, no has conocido a otra chica que puedas compartir con ella o más bien que te haga hacer cosas por ella, — me dice tomándome de la mano.—Es extraño, desde ayer no dejo de pensar en ella, y hoy que la Vi en la cafetería, estaba leyendo un libro, hay algo diferente en ella, no lo sé, su mirada y anda con su papá quien es quien habla, pero le pide su aprobación en todo, bueno así lo hizo con este proyecto del hotel, —le cuento lo que observé ayer en la reunión con ellos en la constructora, — pero hoy estaba sola sin nadie a su alrededor.—Y la saludaste— me interrumpe a lo que niego, —hiciste bien, y ¿te gustaría conocerla?— me pregunta.—Sí, me conoces, yo no me atrevo, y si me rechaza, o lo peor, ¿le hago daño?, — le digo con mucha tristeza, Mine se puede enojar conmigo y ya no ser mi amiga.—No pienses así, ahí tienes una aliada, Minerva podría ayudarte para que la conozcas, habla con ella, dile que la invitas a comer un helado y lleve a su hermana, no sé talvez al cine, verás que Minerva lo hará, y más si se trata de ti porque contigo va a ver qué tú no le harás daño, —dice y pienso que no es mala idea, pero como le digo a Mine.—deja de pensar tanto, —me habla mi tía —conocemos a Minerva desde que son pequeños, entre tu mamá y tu tía Sara la convencemos, — la volteo a ver, ni de loco dejo que ellas se enteren.—No, yo lo voy a hacer, tía de esto ni una palabra nadie, por favor, — le digo en forma de súplica, —tía, vine por tu consejo como mi psicóloga, por eso le pido que no le diga a mamá Molly y ni a tía Sara, algo voy a hacer, —le digo mientras me levanto del sillón para irme del consultorio.—está bien, no les diré nada, solo te digo una cosa, Luciano eres inteligente y sabrás que hacer, solo cuídate mucho, —dice también levantándose, me acompañó a la puerta y nos despedimos como lo hago inclinando la cabeza.Salí del consultorio, y me fui a la importadora, al llegar mi hermanita me tenía listos en mi escritorio los informes y propuestas para los próximos contratos, trabajamos en ellos y de ocho prospectos, solo nos quedamos con tres de los cuales son los que más nos conviene.Después salí de ahí junto con Zully, almorzamos juntos en el restaurante al que nos gusta ir, terminando la dejé en la empresa y yo me fui a la constructora, tenía que ver lo del proyecto del hotel con mi tía Sara.
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Editado: 27.10.2024