Capitulo 21

Clara

Yo soy Clara Urrutia, no soy muy sociable con los demás, siempre me escondo de la gente o más bien no me gusta estar cerca de ellas, no es que no me guste solamente que soy una persona con TEA en especial con síndrome de Heller, es también llamado trastorno desintegrativo infantil o psicosis desintegrativa. Es un trastorno del desarrollo generalizado, poco frecuente, que implica una alteración de la capacidad del desarrollo del lenguaje, las habilidades sociales, capacidades motoras, capacidades cognitivas y conductuales.

Mis padres me han llevado a muchos especialistas, desde pequeñita, poco a poco fui perdiendo el interés por las cosas, y dejé de hablar, solo lo hago con mi familia y en ocasiones. Cuando no me siento bajo presión, acabo de terminar la universidad en negocios internacionales, a diferencia de mi hermana mayor, Minerva, que estudio en las mejores universidades, yo también lo hice, pero en casa.

Me gusta ir a la empresa de papá, le ayudo en los negocios, ¡ah! También me gusta leer e ir a la cafetería que está cerca de la empresa de mi familia, el dueño ya me conoce y tiene un lugar para mí sola, alejada de todos los clientes. Sabe de mi condición y respeta mi espacio, ahí me pierdo en libros y más libros, también puedo observar a los que entran y salen, es como un privado especial solo para mí.

Conozco bien mi condición, poco a poco mi forma de comunicarme con mi familia fue degradando, fui dejando de hablar, me gustaban mucho los abrazos de mi familia y fui evitando el contacto físico. Mis papás buscaron ayuda profesional y me diagnosticaron Síndrome de Heller, aprendí a conocer mi regresión, que ni los especialistas dan una explicación y el diagnóstico puede ser traumático.

En el ámbito social mi relación con los demás se fue convirtiendo en una relación autónoma, jugaba sola, ni con Mine me gustaba estar, ella me buscaba y yo me iba a jugar sola. Empecé a ir al colegio, pero mis compañeros se burlaban de mí y mi estado de ánimo decaía o a veces tenía crisis de ansiedad logrando asustarlos y por eso me molestaban, eso me volvía, apartaba de ellos y buscaba mi espacio solitario.

Al ver la situación difícil para mí, mis papás en su forma de sobre protección decidieron que estudiará en casa, así hice el colegio, preparatoria y la universidad, los especialistas decían que yo iba a dejar de hacer muchas cosas, como la perdida del lenguaje, dejaría de tener movilidad y hasta depender de los demás. Eso me deprimía, no quería, sola empecé a investigar sobre el SH y aprendí a controlar algunas cosas, hacía ejercicios motores, mi lenguaje no es muy claro, pero trato de darme a entender, aunque con las personas que no conozco mi papá o mi hermana me ayudan a interpretar lo que quiero.

Minerva me dice que debo salir más y tener amigos, la verdad no tengo amigos y si me gustaría tener amigas como ella, qué sale a lugares bonitos, viajar, pero mi ansiedad no me lo permite. Hace años me habló de un amigo de ella que según también tiene una condición similar a la mía y me dijo que él estudia en colegio y trata de hacer amigos, aunque solo se junta con ella y otro niño, yo también quiero ser como ella, ¿será que podré algún día lograrlo?

Hace unos días le propuse a mi papá invertir en el ramo hotelero, aunque él ya tiene un hotel chico en Miami, yo quiero uno más grande y le dije que lo construyeran en el terreno que hace poco adquirió en la Paz, Baja California y le gustó la idea. Junto con Mine lo analizamos y ella recomendó un arquitecto según muy bueno, hicimos una cita con él y fui con mi papá a esa reunión, yo estaba nerviosa por qué estaba con gente que no conozco, trataba de concentrarme cosa que me cuesta mucho, pero cuando lo vi entrar, me sentí segura y confiada.

Me quedé viéndolo por unos segundos, y él también me vio, cosa que no permito a nadie, pero él, él me transmite seguridad, no sé qué, pero no podía dejar de verlo, aunque por mi timidez prefería bajar la mirada. Entro mi hermana como Juan por su casa, y diciendo no sé qué tantas barbaridades, la señora Sara y él la abrazó, ¿por qué la abrazo?, sentí feo porque la abrazo, como ya habíamos firmado, le dije a papá que nos fuéramos.

Salimos de ese lugar, yo quería regresar, pero ¿a qué? No lo sé, pero quería regresar y ver sus ojos, ver su mirada. Papá me conoce, no dijo nada, solo subimos al auto y pidió al chófer que nos llevará a casa, al llegar subí a mi habitación y en mi pensamiento estaba él, el Arquitecto Montemayor. Me acosté a descansar un rato, para después bajar a cenar con mis papás, Mine vive sola en su departamento, viene de vez en cuando a y quisiera que hoy venga a casa.

Le mandé un mensaje a Mine y en poco tiempo estaba en mi recámara, acostada en mi cama, como lo he dicho es a ella y a mis papás les permito estar cerca, o darme un abrazo pequeño, y cuando quiero mi espacio me lo dan sin decir nada, pero hoy quiero platicar con mi hermana mayor

— Cómo le haces cuando quieres estar cerca de una persona que apenas conoces y no puedes, —le pregunto sería y ella sonríe y se sienta a mi lado en el sillón que tengo en mi recámara

— ¿Puedo saber de quién se trata? O más bien me imagino de quién ¡se trata!, dice riendo, y levantando las cejas, por lo que no entiendo lo que quiere decir.

—No te entiendo, —le digo, —quiero ser como tú, tú tienes amigos, sales de paseo, de viaje, cosa que yo no puedo hacer, yo soy rara hermana, Nana me dice que soy ermitaña.

—No digas esas cosas, tú eres especial, eres muy hermosa, inteligente, mírate toda una mujer de negocios, y si eres ermitaña, pero una hermosa Ermitaña, humilde de corazón, puedes hacer muchas cosas y las harás todo a su debido tiempo, ya estás haciendo cosas que a ti te gustan, ayudas en la empresa, papá ya pronto se va a retirar y entre tú y yo vamos a estar enfrente del negocio familiar, aparte de tus hoteles, que más te digo, eres mi ejemplo a seguir, — me dice mi hermana y la abrazo, me queda viendo sorprendida porque siempre es ella la que me abraza.