Luciano

Capitulo 25

Ya estando fuera del lugar, la acompañe al auto en dónde Jeremías le abrió la puerta trasera y le ayude a que entrará.—Luciano, gracias por lo que pasó adentro, si no hubiera llegado usted, no creo que hubiera podido manejar la situación —me dice bajando la mirada.—No hay problema, señorita Urrutia, pasaba por casualidad por un café y la vi, me decidí a ir a saludar, pero vi que tenía compañía no sabía que la estaba incomodando —le digo una pequeña mentirita, lo de casualidad y ahora sé que estuvo bien haber venido, yo también estaba ansioso por la situación, pero sé controlarme y eso ayudó un poco.—de todos modos gracias, por lo regular no estoy solo Jeremías siempre está a dos mesas de la mía, pero está vez lo había enviado por un encargo y mi amiga no vino a trabajar hoy —me dice queriendo darme explicaciones y no sé por qué me las da, no se las estoy pidiendo.—Bueno, trate de no estar sola siempre, y espero un día podamos compartir un café juntos —le digo y me sorprendí de lo que acabo de decir, —disculpe mi atrevimiento, no quisiera que se molestará —le comento moviendo las manos enfrente de ella.—También a mí me gustaría compartir una taza de café con usted, vengo seguido aquí por el buen servicio y la atención que tienen, —me dice y pienso en lo mismo que es, por lo que aquí me gusta comprar mi café, conozco al dueño desde chico, aquí veníamos con tía Sara.—Bien, me tengo que ir, me dio gusto platicar con usted y otra vez gracias —me dice subiéndose al auto, solo asiento y cierro la puerta, veo como el auto se aleja y me dirijo al mío. Me fui a la importadora, al llegar ya había llegado mi hermana, quien se acercó a mí con una mirada interrogatoria.—¿Por qué traes una sonrisa de bobo? ¿A dónde fuiste? ¡Ahh! Ya sé, viste a tu niña, por eso, vienés esa carita, me encanta verte sonreír hermanito, mereces ser feliz —dice sonriendo y yo no entiendo por qué me dice eso.—Yo soy Feliz, siempre soy feliz —le digo y entro a la oficina —¿qué hay para hoy?, —le pregunto y estiro mi mano para que me dé los documentos que trae en la de ella, me los pasa y abro la carpeta, veo que son los balances de la empresa.
—Estos ya los revisé, solo hay algo que no cuadra con los que entrego la semana pasada, hay mucha diferencia y por lo que veo hermano mío, la empresa está en malas condiciones —me dice con cara preocupada, tomo la carpeta las comparo con lo que tenía en mis manos y si hay mucha diferencia.
—Llama a Josué y dile que urge su presencia —le digo sentándome y poniendo los documentos en el escritorio y Zully saliendo de la oficina.
No quiero llamar a papá aún, necesito investigar que es lo que está pasando, aunque lo sé y sé de quién puede venir todo esto, por lo que hago una llamada a quien sé que me ayudara a desenmascarar al único responsable.
—Hola Tadeo, como estás, si estoy bien, te necesito en la empresa de mi papá, ¿puedes venir?, bien aquí te espero, oye esto es con discreción, tú sabes, —le digo colgando la llamada.
Les cuento, Tadeo es mi único amigo y novio de Mine, es un cerebrito, aparte de ser economista, es un hacker. Con él aprendí lo que sé o más bien con él fundamos una empresa de seguridad que él maneja y solo soy su socio, pero ahora lo necesito aquí para lidiar con lo que con mucho esfuerzo mi padre fundo.—¿Me mandaste a llamar? —me dice Josué entrando junto a Zully a la oficina, —dime, mi prima ya me puso al tanto de lo que descubrió, yo ya lo había revisado y por lo que veo este cerebrito con patas vio todo lo que yo no vi. —dice molestando a mi hermanita, la cual le da un puño en el brazo y Josué se queja y ríe, yo solo muevo la cabeza porque siempre han sido así ellos, se la llevan peleando, pero no pueden estar separados.
Le expliqué lo que Zully había descubierto en los balances, nos pusimos a revisarlos, no había comido y ni mi café que pedí me traje después del incidente en la cafetería con Clara y tenía hambre, iba a pedirle a la secretaria que pidiera comida cuando tocaron a la puerta.
—Señor, el señor Tadeo está afuera, dice que usted lo mandó llamar, —dice la secretaria y le indico que lo haga pasar.
—¿Alguien me mando a llamar? —dice entrando y levantando una bolsa de plástico en sus manos, —como sé que esto va para largo traje, comida para todos, supongo que no se han movido para comer, —menciona en lo que Zully y Josué mueven los documentos para poner lo que trajo en la mesa de la salita que hay en la oficina.Después de comer nos pusimos a trabajar, detectamos muchas irregularidades en los balances, en lo que Zully y Josué revisaban y buscaban solución. Tadeo y yo entramos a las cuentas de la empresa, detectamos un desvío, seguimos el rastro, nos costó encontrar al implicado, mandé llamar al encargado de las finanzas de la empresa, para ver qué tiene que decir de su participación en el fraude.
—Adelante señor Gómez —le digo al encargado del departamento de finanzas, —tome asiento —le indico y noto su nerviosismo. Lo quedé viendo, analizando lo que le iba a decir, necesito saber si ella está detrás de esto y porque lo está haciendo.




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