Hay días como hoy que prefiero estar encerrado, sin contacto de ninguno de mis familiares, me ayuda a pensar, pero en ocasiones me sumergen en depresión y quisiera acabar con todo de una sola vez.Pero hoy no, hoy saldré con la mirada y la cabeza en alto, como padre me lo ha enseñado que los problemas de la vida, los enfrentamos con firmeza, así que ya tomé la decisión y veré a la señora Fátima. Por Tadeo es que sé que con engaños y artimañas entro en sociedad con papá o más bien por medio de un presta nombre y ya sé quién es, el gran señor Zenobio García, ese hombre que se opuso cuando papá me entrego la presidencia.—Buenos días —saludo al llegar a la mesa donde están mis papás y mi hermana desayunando.—Mano buenos días, ven siéntate a mi lado —me saluda Zully —voy para la universidad, si quieres te dejo en la oficina —me dice mientras me pasa un pan con mantequilla.—No princesa, no voy a la oficina —le digo y volteo a ver a papá —voy a empresas Soler, ¿quisieras acompañarme padre? —le pregunto y mi madre me mira sorprendida.—Claro que te acompaño, no dejaré que vayas solo y Fátima aproveche para hacer de las suyas —dice mi padre tomando la mano de mamá para tranquilizarla.—Yo también voy con ustedes, prometo quedarme un poco lejos para no entrometerme —dice mamá y solo le sonrió, sé que si le digo que no de todas maneras va a ir.—Bueno en vista que aquí no me quieren, me voy a refugiar a una escuela sin chiste, voy a pasar sola lejos de mi adorada familia —habla haciendo drama mi hermana, ella así es todo el tiempo, pero sé que me ama, —Me voy los amo a los tres y los quiero enteritos de vuelta —nos dice despidiéndose con un beso a cada uno.Después de que Zully se fue, termine de desayunar y subí a mi habitación a terminar de arreglarme, cuando baje ya mis padres estaban listos para irnos, fuimos en el auto de papá. Al llegar al conglomerado Soler que de conglomerado solo quedo el nombre porque el edificio se ve en ruinas, bajamos y pedimos a la recepcionista que nos anunciará con la presidenta o dueña de la empresa.—Pasen por acá la señora Soler los atenderá en un momento —nos dice la señorita y no sé por qué su mirada me incomoda.—Señorita, sería tan amable de dejar de ver a mi hijo, parece que se lo fuera a comer —le dice mi madre y yo la volteo a ver, y mi papá solo sonrió y negó con la cabeza.—Disculpe, señora, es que su hijo es guapo y se parece un poco a la señora Soler, por eso lo quedé viendo, no vuelve a suceder —dice avergonzada la chica y voltea hacia su computadora.—¡Sí como no!, se parece a la señora Soler, ¡ajá! —dice mi madre molesta, no le gusta que le digan que yo me parezco a mi madre biológica.—Ya mi amor, no te enojes, déjalo pasar, tu hijo es guapo ya lo sabes y eso no quita que las muchachas lo volteen a ver —dice mi padre abrazándola y dándole un beso en la mejilla y yo solo me limito a concentrarme en que le voy a decir a esa mujer, y con mis audífonos puestos escucho música tranquila para controlar la ansiedad que estoy sintiendo.Después de un rato de espera, la chica nos hace subir al octavo piso, ahí nos espera el asistente de la dueña de esta empresa y no es nada más ni nada menos que el señor Francisco, su amante.—Señores por acá por favor —nos conduce a la oficina de la gran señora Fátima Soler —tomen asiento, mi esposa en un momento los atenderá —dice y papá sonríe sabiendo que el nombre de esposo ni él se lo cree.—¿Qué los trae por acá? Cuánto tiempo sin verte querido esposo y mi amado hijo —dice con sarcasmo sonriendo con burla y mi madre quiere despellejarla, prometió estar callada, lo de estar lejos no lo cumplió, y sé que no va a cumplir quedarse callada.—Buenos días, Fátima, primero no soy tu esposo recuerda que estamos divorciados, la que tengo a mi lado es mi esposa y tu esposo está allá afuera sirviendo el café —le dice mi padre dándole su lugar a mi madre, —pero bueno no me interesa lo que tu asistente haga, a lo que venimos es a saber que pretendes con meter a una persona a mi empresa y tratar de robarme —le dice ya con el ánimo alterado, tomo su mano y madre también lo hace para que se controle.—Señora, venimos mis padres y yo principalmente porque he descubierto que usted hizo negocios con la empresa de mi padre usando un presta nombre, al señor García ¿si lo conoce? —le pregunto y veo una sonrisa en ella.—Yo no soy señora, soy tu mamá, él —refiriéndose a mi padre —fue mi esposo y tu padre, así que debes llamarme mamá —dice con su sonrisa burlona, madre está que no se aguanta, la conozco y quisiera ir a borrarle esa sonrisa a la señora Fátima—Yo solo tengo una mamá y es ella la señora Molly Montemayor —le digo —pero no venimos a hablar de usted ni de mí, venimos por negocios, a hacer un trato y voy a ser directo, cancela el contrato de la sociedad con la empresa de mi padre ahora mismo o usted, su esposo, asistente o amante lo que sea se van a la cárcel por robo y el señor García por presta nombre usted decide —le digo sosteniendo la mirada —claro que le devolveré la compensación por cancelación del contrato — le digo y papá asiente.—Que te hace pensar que quiero cancelar ese contrato, a mí me conviene —dice y se levanta de su silla —es más, no hay pruebas de que el señor García sea presta nombre en tu empresa —dice victoriosa.—No se crea señora, si tengo pruebas y testigos de los desvíos que se hicieron con la firma del señor García y Gómez nuestro contador quien resulta ser, déjeme pensar ¿Su primo? —le pregunto y sigo hablando —La policía está al tanto solo esperan que se rectifique para proceder —le menciono y abre los ojos como si se le fueran a salir.—Eso no es verdad, tú no puedes hacerme, eso soy tu madre —me dice alzando la voz.
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Editado: 27.10.2024