—Deja solo de verla, ve e invítala a bailar —me dice mamá atrás de mí —es muy hermosa, ¿sabías que pinta y es muy buena?, el otro día compré un cuadro de su autoría —me dice y me sorprendí porque no sabía que le gustará pintar, sé que le gusta la lectura porque la he visto en el café, quise decirle algo a mamá, me interrumpe en el momento —anda antes de que llegue alguien más y no bailes con ella —me empuja para que camine hacia ella.
Llegó temblando de nervios, me detengo a unos pasos y estoy a punto de darme la vuelta cuando ella levanta la mirada hacia mí, con mi voz temblorosa le hablé.
—¿Me permite bailar esta pieza? —le pregunto estirando mi mano hacia ella.
—Yo, no sé bailar y no quiero dejarlo en ridículo —me contesta y su papá le habla algo al oído que no alcance a escuchar, —disculpe, vamos, le advierto que no sé, pero si me tiene paciencia bailamos —me dice levantándose de la silla y le tomo la mano.
Le agradezco a su papá con un gesto y nos dirigimos a la pista de baile, era una música movida no muy fuerte que podemos disfrutar, comenzamos a movernos. De repente cambia la música a una más tranquila, la tomo de la cintura y ella entrelaza sus manos en mi cuello, nos movemos al compás de la música y parece que todos se detuvieron, solo nos veíamos a los ojos.
Cuando terminó la canción, le agradezco y la llevo a su mesa, su papá me invita a sentarme con ellos, hablamos de los planes sobre el proyecto y después veo que Clarita se pone inquieta, se nota cansada.
—Señorita Clara, ¿se siente bien? —le pregunto y ella niega con su cabeza —le gustaría un vaso de jugo o agua, voy por ella —le digo levantándome para ir a buscar su agua.
—No es necesario —dice su papá —será mejor que nos retiremos, ya está cansada, me despide de sus papás joven Luciano —menciona levantándose y Clarita también.
—Gracias por todo, me la pasé bien, pero la verdad no me siento bien en estos momentos —me comenta Clarita viéndome por unos instantes y tomando el brazo de su papá —quizá otro día podamos hablar —dice y se va caminando hacia la salida.
Me quedé viendo como se iba, comprendo que a raíz de lo que paso el día de ayer se haya tomado la molestia de estar aquí, se nota en su semblante que no estaba bien y aun así hizo el esfuerzo. Después de que desaparece de mi campo de visión, llego Mine con Tadeo que estaban bailando, se sentaron, yo estaba por irme también a casa.
—Mi hermana no la paso muy bien ayer, gracias, amigo por haber pasado por ese lugar —dice Mine tomando un poco de su bebida —hoy vio a su psicóloga y terapeuta, no quiere hablar de lo que paso, si tú sabes algo dímelo para saber como ayudar a mi hermana —me dice con una mirada de preocupación.
—Yo pasaba por ahí porque decidí caminar también por lo que había pasado con la señora Fátima, —le digo —solo vi que dos individuos estaban uno frente a ella y el otro atrás, ella miraba para todos lados y sentí que corría peligro y me acerque le hable y corrimos hasta refugiarnos en esa tienda —le menciono recordando lo que había pasado ese día.
Me despedí de ellos y fui con mis padres, les dije que me iría a casa, ya estaba cansado, mamá me dio un beso en la mejilla y papá me tomo el hombro, con una señal de mano me despedí de todos los que estaban en la mesa, Zully estaba bailando con Josué así que no me despedí de ellos.
En vez de irme a casa de mis papás, me fui a mi departamento, quiero mi tranquilidad y mi paz que mi departamento me genera, al llegar me quite la ropa y me di un baño, ya cambiado con un pantaloncillo de dormir me acosté que quede dormido inmediatamente.
La alarma del despertador hizo que abriera mis ojos, vi la hora y me levanté, me arregle para ir a casa de mis papás, hoy saldríamos en familia de paseo. Nos vamos a pasar este fin de semana a la hacienda de los abuelos, me arregle rápido antes de que se haga tarde, no me gusta llegar tarde a ningún lado.
—Mi amorcito pensé que te habías quedado aquí —me habla mamá entrando a la casa y ella está sentada en el comedor a un lado de papá —ven a desayunar con nosotros, tu hermana ya baja —pide que me sirvan el desayuno y yo me siento en mi lugar, Zully viene bajando las escaleras aún en pijama.
—terminando de desayunar, nos vamos, ¿piensas ir así en pijama? —le pregunta papá y Zully le sonríe, llega a dónde está él y le da un beso igual a mamá y a mí.
—Buenos días, ya tengo todo listo, solo me cambio rápido papito no me voy a tardar —le contesta sentándose a mi lado —¡ah, por cierto! Invite a unas amigas a pasar el fin de semana con nosotros —menciona con una sonrisa y mis papás le dicen que están de acuerdo, no sé quiénes son porque no conozco a sus amigos, solo una que es su mejor amiga, pero no está en el país, se fue a vivir con sus papás a otro país.
Terminamos de desayunar y ya estábamos listos para salir de casa, nos fuimos en la camioneta de papá, pasamos por la tía Sara y su familia y nos seguía la tía Paola con su esposo.
—Papá, ahí están mis amigas esperando, les diré que nos sigan —dice Zully y levanto la mirada para ver quiénes son sus amigas, solo veo un auto azul que se me hace muy conocido —listo, irán detrás de nosotros —dice sacudiendo su teléfono, ya que les había enviado un mensaje.
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Editado: 27.10.2024