Luciano

Capitulo 56

Me desperté con los toques de la puerta, di el pase y era mamá, venía con una sonrisa, me senté en la cama frotando mis ojos para poder despertar bien.

—Buenos días, mi amorcito, ¿cómo dormiste? —me dice dándome un beso en la frente, —vine a decirte que te arregles, y bajes a desayunar, después iremos a playa Balandra, no tardes, ya todos esperan en el restaurante —me dice abriendo la puerta.

—Está bien madre, en un momento bajo —le contesto y me levanto para entrar al baño, mamá se va y me deja para que me aliste y baje a desayunar con ellos.

Ya listo, salgo de mi habitación, encontrándome con Clarita saliendo también de la suya, me detengo a esperarla y bajar juntos, ella llega y nos saludamos con un beso chiquito en los labios.

—Buenos días, Luciano —me saluda y entramos al ascensor tomado de las manos.

Llegamos al restaurante y saludamos a todos, que ya estaban en sus respectivos lugares esperando por nosotros, pedimos nuestros desayunos y nos sentamos a comer entre plática de los planes que tienen y adónde vamos a ir, Clarita se emocionó al saber que vamos a ir a visitar el santuario de las ballenas.

Al terminar el desayuno salimos todos rumbo al embarcadero donde subimos a una pequeña barca, nos dieron a cada uno un chaleco salvavidas que nos lo pusimos y el señor puso en marcha la barca adentrándose al mar. El paisaje era impresionante, el agua cristalina, el viaje duró unos veinte minutos cuando empezamos a divisar las ballenas, el espectáculo que daban.

Estuvimos viendo como esta maravilla de la naturaleza nos daba un espectáculo y se acercaban a nosotros sin miedo, las tocamos y esa sensación electrizaba mi cuerpo. Sentía una paz y felicidad, escuchar el sonido que hacen al comunicarse entre sí, después el lanchero nos llevó a un lugar llamado el hongo donde se puede nadar en esas aguas cristalinas y pudimos ver nadar delfines.

Clarita tomaba muchas fotos y nado con los delfines en compañía de un instructor, pasamos todo el día en ese lugar, nadando, buceando, ahí comimos, la verdad nos la pasamos muy bien en ese maravilloso sitio, y más en familia solo hicieron falta mi hermana, primo y mi amiga. Pero para cuando esté terminado el hotel, a la inauguración, ellos vendrán y volveremos a este sitio.

Ya más tarde regresamos al hotel, yo tenía que regresar a casa porque tenía trabajo que hacer y no podía quedarme, mi familia seguiría sus vacaciones junto a la familia de Clarita y ella se iría también, iban a ir a otros lugares del país y luego regresarían a sus actividades.

—¡Joven Luciano! —me habla el señor Gustavo y me detengo —me gustaría hablar a solas con usted, ¿se puede? —me pregunta.

—Claro, vamos por acá —le señalo y Clarita pone una cara de tristeza, le tomo la mano y dejo un beso en ella —no te preocupes, antes de irme te veré, sube con tu mamá en lo que hablo con tu papá —le digo y ella asiente, se va con su mamá y su papá y yo caminamos hacia una mesa que están a la orilla de la playa.

—Sabe usted que lo aprecio demasiado, por eso es que quiero hablar con usted de hombre a hombre por qué sé que es muy importante mi hija para mí como para usted —empieza a decir y lo escucho atento a lo que me dice —por eso quiero decirle que cuestan conmigo en todo, y espero que sean felices, yo sé que quiere a mi damita y ella lo quiere a usted por eso hablo como padre, cuídala de todos que quieran dañarla y también quiero decirle que es bienvenido a la familia —dice con una sonrisa, la cual le devuelvo.

—Le prometo que nada va a hacer que Clarita sea infeliz, me encargaré de estar a su lado y que ella siempre sonría, ambos vamos a protegernos y cuidarnos de eso no se preocupe, le aseguro que estaré ahí cuando ella me necesite —le digo igual con una sonrisa, nos quedamos platicando un rato, ya luego nos despedimos para ir a alistar mis cosas para regresar a casa.

Ya listo, bajé al lobby del hotel, me acompañaron al aeropuerto para abordar el avión de regreso, tomé un vuelo comercial, llegué a casa en la mañana, Zully llegó a recogerme y fuimos a casa a descansar un rato, ya que tenía una reunión con unos posibles clientes de la importadora.

—¿cómo te fue? —pregunta Zully

—Todo bien —le respondo — hablé con los papás de Clarita y nos dieron su consentimiento para salir —le digo y Zully celebra

—Eso quiere decir que oficialmente son novios, ella es mi cuñada, te felicito nano, te ves feliz —me dice y luego hace un gesto peculiar que ella hace cuando algo le molesta —hay un problema, espero que lo soluciones pronto o dame tu aprobación y lo hago yo —me dice frustrada.

—¿Qué pasó? —le pregunto volteando a verla mientras ella va al volante —dime ¿es algo que afecta a la empresa? —cuestiono y ella niega.

—Me llamó tu secretaria ayer muy afligida —se me hace extraño que Luisa le haya hablado, —esa mujer fue a hacer un escándalo exigiendo que le informará dónde estabas, como no le quiso decir la amenazó con pedirte que la despidiera y Luisa me llamó para que fuera e hiciera algo, la tranquilice pidiendo que llamara a seguridad la sacarán y que nunca la dejen entrar —me explica yo solo asiento, lo que no entiendo y eso lo voy a averiguar quien la dejó entrar si deje órdenes de no hacerlo ni en la importadora ni en mi constructora.

—Llegamos a la casa, baje mi maleta, entramos y saludé a Rosita que iba saliendo de la cocina con el desayuno, nos sirvió antes de que subiera a mi habitación a descansar un rato, después de que termine y antes de darme un baño le envié un mensaje a mamá Molly que ya había llegado y otro a Clarita para que no se preparan, como no tuve respuesta me metí a darme un baño y poder descansar




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