—Esta semana ha sido muy tranquila —le cuento a la tía Paola —¿ya te había dicho que tengo novia? Clarita ya es mi novia, y sus papás dieron su consentimiento, ¿tú crees que ella algún día se quiera casar conmigo? Porque yo me quiero casar y vivir en una casa grande como la de mis papás, creo que voy a tener que comprar un terreno y empezar a construir una casa para cuando me case con Clarita vivamos juntos ahí —le digo y la tía como mi terapeuta me escucha y sonríe.
—Eso es bueno que pienses en ella como tu pareja, ve despacio campeón —me dice, y asiento —Luciano, en una relación de pareja las decisiones deben de tomarla juntos, está bien lo que piensas en construir una casa para que vivan juntos, eso sería una bonita sorpresa para ella que le des de regalo de bodas, no sé o antes de que se casen.
—Quiero que sea feliz, ya tiene una semana que anda con la familia de vacaciones, pero este fin regresan y la voy a ver, extraño verla, platicamos por teléfono y después me siento triste y no sé porque —le digo encogiendo los hombros.
—Te sientes triste porque quieres verla y estar juntos, eso es a lo que me refería la vez pasada que hablamos, cuando quieres a alguien que no sea de tu familia cercana, sientes ganas de tenerla todo el tiempo contigo, la extrañas y piensas todo el tiempo en ella —dice acomodando sus gafas —Luciano, ¿qué sientes al tocarla? —pregunta y me siento derecho en el sillón.
—No sé, siento cosas raras, no la quiero soltar, quiero abrazarla mucho tiempo y que se quede pegada a mi cuerpo, aparte que un escalofrío recorre por mi cuerpo y siento cosquillas en mi entrepierna —le cuento apenado agachando el rostro.
—Eso se llama deseo, Luciano tú eres un hombre y Clarita es una mujer, entre los dos hay una atracción y va a llegar el momento en que se deseen, es lo que tú estás empezando a sentir, es normal solo que hay que esperar a que los dos estén preparados para dar el siguiente paso —me dice, la quedo viendo confundido.
—¿Cómo que el siguiente paso? —le pregunto
—Si, cuando están solos, hay momentos en que los abrazos y los besos no son suficientes, quieren tocarse más, las caricias empiezan en otros lugares, es ahí donde puede llegar el deseo y la pasión, ahí debes tomar en cuenta lo que los dos quieren y a lo mejor si tú eres el único que lo siente tendrás que mantener el autocontrol, o si ella es la que lo desea y tú por caballero tienes que respetarla.
—Eso como lo sabré hacer, yo la respeto, soy amable con ella, no soy grosero ni la insulto ni nada —le digo y sonríe por lo que digo.
—Eso habla muy bien de ti, eres muy caballeroso y respetuoso con todos, bueno con Clarita debes ser más que eso, cuando llegue el momento de que quieran estar juntos como pareja y tener relaciones sexuales, deben hablarlo antes, que es lo que quieren y como quieren que pase, por más que tú la desees y si ella te dice que deben esperar hasta que estén casados debes respetar su decisión y no forzarla, además de que cuando ese día pase que sea especial para los dos, más para ella.
—Y como hago, yo nunca he tenido relaciones con nadie, Clarita tampoco, yo la voy a respetar, me voy a casar con ella, y juntos vamos a ser felices —le digo y tía Paola toma mis manos.
—No lo dudo, cuando estén juntos van a ir descubriendo poco a poco lo que quieren y van a aprenderer a conocerse mutuamente y lo digo en la intimidad, cuando llegue el momento sabrás hacerlo bien, lo van a disfrutar juntos, hay unos libros que te van a ayudar en el tema, léelos e imagina como quieres que sea tu primera vez y la de ella para que ambos lo disfruten —habla mientras se levanta y se acerca a su biblioteca para tomar un libro y dármelo.
Tomo el libro y veo su portada, me levanto del sillón y me despido de mi tía con un abrazo antes de salir de su consultorio, me abraza como pocas veces lo hace, solo si yo la abrazo.
—Amiguito, te felicito, estás logrando muchas cosas, eres un hombre maravilloso y ya sabes que cuentas con nosotros los que te queremos, saludos a tu hermana, nos vemos el domingo en casa de tus papás —me despide en la puerta con esas palabras, le digo adiós con las manos y salgo de su consultorio.
Voy hacia la importadora, antes paso al café de don Lupe por un trozo de pastel de chocolate que me gusta, al llegar lo saludo y hago mi pedido, pido uno para Zully y me subo a mi auto arrancando a la importadora, con mi música que me gusta, voy escuchando a Ed Sheeran y me acuerdo de Clarita, esbozo una sonrisa al recordar su rostro y gestos al cantar esa canción cuando íbamos a la cita en la montaña.
Al llegar a la oficina, Zully y Jacobo me están esperando y les comento de la decisión que tome en cuanto al contrato con los Romuald, no vamos a hacer negocios con ellos, por sus antecedentes ilícitos y porque no quiero ver metida aquí a su hija, ya lo hablé con papá y estuvo de acuerdo, cuando regrese se hará una reunión con ellos, aunque el señor no da la cara lo hace atreves de sus intermediarios.
Después de esta pequeña reunión, cada uno se fue a su oficina a hacer lo suyo y yo me quedé viendo el libro que me dio la tía Paola, empecé a leerlo, está interesante en la noche lo leeré antes de dormirme, me puse a revisar unos documentos y después de eso cerré mi computadora e irme a casa a descansar.
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Editado: 27.10.2024