Luciano

Capitulo 62

Clarita

El tiempo pasa muy rápido, hoy por fin, después de cuatro meses de que Luciano me pidió que me casará con él, ha llegado el día, papá quería que esperáramos un año, ¡no! Yo no iba a esperar más tiempo, si por mí hubiera sido, esa misma tarde lo llevaba arrastrando con un juez y casarnos ja, ja, ja que cosas digo.

En fin hoy estoy en mi habitación, que será el último día que estaré aquí porque a partir de hoy viviré con Luciano, no sé dónde, creo que en su departamento. Ahora que me acuerdo eso nunca lo hablamos, bueno donde sea y si no tiene dónde vamos a vivir lo traigo aquí a mi casa, mis papás no dirán nada.

Ya me di un baño, estuve en la tina por más de una hora con mis fragancias favoritas en ella relajándome, el día de ayer fuimos a un spa y me hicieron de todo, me arreglaron mis uñas. Me pusieron tratamiento en mi cabello, de todo hicieron y hoy me van a arreglar para verme hermosa para mi esposo, que bien se escucha decir mi esposo.

Mamá entra con Mine y el estilista que me va a arreglar, es el único a quien dejó que me toque, Mine se ve muy bonita con su pancita. Me pongo triste porque no sé si podré ser mamá, o si estaré preparada para serlo, ya he hablado con mi terapeuta y con la tía de Luciano, me han explicado que no hay ningún motivo de que sea madre si así lo deseo. Aunque no está cien por ciento seguro de que nazca con el espectro, contamos con el apoyo de todos, eso me da ánimos y como lo hemos hablado con mi esposo, vamos a esperarnos un tiempo para estar seguros de querer y poder ser padres.

Terminaron de arreglarme y ponerme el vestido, me veo hermosa con el vestido estilo princesa, que realza mi cintura pequeña.

—Te ves muy hermosa mi amor —dice mamá con lágrimas en sus ojos.

—No mis reinas, no llanto, la novia no debe arruinar el maquillaje —dice Dan y retoca nuevamente el maquillaje de mamá y el mío.

—Mi amigo se va a infartar al verte —dice Mine y me abraza —te quiero y si ese bobo te hace algo me dices y me lo pongo parejo —dice acariciando su pancita, yo también la acaricio.

—Bebe controla a tu mami, no quiero que mate a mi esposo —le hablo al bebé y siento como se mueve y la quedo viendo con una sonrisa, es la primera vez que veo que se mueve.

—Bueno, ya estás lista mi amor, en un momento vendrá tu papá por ti, nosotras nos adelantamos y te esperamos en la iglesia —dice mamá y salen de la habitación junto con Dan.

Me quedé sentada en la cama jugando con mis dedos, estoy nerviosa, me levanto y tocó mi cabeza, siento que el tocado me estorba, en eso entra papá.

—Estás hermosa mi bella damita —dice tomando mi mano y dejando un beso en ella —hoy emprendes una nueva etapa en tu vida, siempre dije que no te iba a dejar salir de esta casa, debí encerrarte con llaves y que nadie te conociera para que no te robará de mis brazos —me dice aun tomando mis manos.

—Papá, sé que me amas tanto que estás dispuesto a hacer una locura, yo quiero está locura, amo a Luciano, no te preocupes él no me roba de tus brazos, estos —toco sus brazos y me envuelvo en ellos, —son mi fortaleza, que si estoy triste vendré y me acogerán —le digo y más me abraza dando un leve apretón.

—Vamos antes de que me arrepienta y te encierres en esta habitación y te deje salir hasta que te hayas hecho viejita —me dice y nos reímos, salgo de la del brazo de mi padre, me ayuda a subir al auto que nos llevará a la iglesia.

El camino se me hizo largo, o será que el chófer tomo otra ruta si la iglesia está cerca de la casa, mis nervios me traicionan estoy temblando, llegamos y quiero salir corriendo para ver qué Luciano esté allá dentro, pero mi papá me detiene, me dice que tenemos que esperar a que nos digan que está todo listo.

Estoy, que me como las uñas de los nervios, mi papá me ve y se ríe —si así estás tú, no me quiero imaginar cómo está tu novio —dice riendo y le doy una mirada asesina y más se ríe.

Veo salir de la iglesia a la organizadora de la boda a decirnos que es hora de entrar, entre ella y papá me ayudan a salir del auto, voy caminando, quiero correr, pero los pasos de papá me lo impiden, trata de tranquilizarme, lo único que quiero es llegar a dónde está Luciano.

Nos paramos frente a la puerta de la iglesia, esperando la señal para entrar, cuando la música empieza a sonar, papá me toma del brazo y entramos. Veo que todos se paran y junto al sacerdote está Luciano parado jugando con sus dedos, también está nervioso, no soy la única, sonrío y voy caminando hacia él, papá cada vez camina más despacio y lo está haciendo a propósito.

Quiero caminar más rápido y el vestido se me traba en mis pies, estoy a punto de caer, papá me sostiene y luego me da una mirada de advertencia, suspiro y camino a la par de papá, siento que sé molestó conmigo, veo a mamá que me sonríe y mi hermana también, todos me sonríen y saludan con la cabeza.

Al fin llegamos, papá pone mi mano sobre la mano de Luciano, no sé qué le dice yo, lo que quiero es que se siente y que el sacerdote nos case, pero no me hace caso. Estos dos se ponen a platicar como si estuvieran en la plaza, papá deja un beso en mi frente y Luciano besa mi mano, volteamos hacia el sacerdote que empieza la ceremonia.

—¡Por fin! —les digo y Luciano me voltea a ver y yo le sonrío.




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